Comentarios noticiables|Liquidada invasión de Playa Girón hace 63 años

Aplastante derrota a la contrarrevolución cubana

27/04/2024.-

I

La invasión de Playa Girón, también conocida como la invasión de Bahía de Cochinos, el 17 de abril de 1961, fue una operación paramilitar de mercenarios cubanos, financiados y dirigidos por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana, que tenía como meta el aplastamiento al desafecto gobierno revolucionario encabezado por el comandante Fidel Castro.

La CIA, "un Estado dentro del Estado", fue el arma de la Casa Blanca que sirvió para tratar de rechazar y neutralizar con eficacia la astucia del comandante en jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz. El caso de Playa Girón fue una acción de terrorismo de Estado, de la que diferentes gobiernos estadounidenses han hecho gala repetidamente. La administración de 1961, la de John F. Kennedy —heredada de Eisenhower—, fue la que la convirtió en política orgánica en sus relaciones internacionales.

Sesenta y tres años nos alejan de la aplastante derrota del ejército paramilitar de mercenarios cubanos, conocido como la Brigada de Asalto 2506, que organizó durante meses el gobierno imperialista de los Estados Unidos (EE. UU.), con apoyo de tanques pesados norteamericanos Sherman, artillería, aviación y armas de primerísima calidad. Las fuerzas del ejército y de las milicias revolucionarias salieron victoriosas en menos de 72 horas de combate con los invasores, quienes fueron atacados incesantemente, sin darles tregua, en una lucha en la que se ofrendaron valiosas vidas de cubanas y cubanos revolucionarios.

La invasión comenzó el 17 de abril de 1961 por Playa Girón y Playa Larga, en la isla de Cuba, en Bahía de Cochinos, con una flota de barcos que trasladó 1.600 hombres preparados durante más de un año en bases norteamericanas, prolongándose después a Guatemala y Nicaragua. En este segundo país gobernaba el dictador Anastasio Somoza Debayle, quien, a modo de burla, pidió a los mercenarios cubanos traerle un pelo de la barba de Fidel, si lograban capturarlo. Eso ocurrió cuando los mercenarios cubanos se despedían de Somoza, en Puerto Cabezas, en salida hacia Cuba.

La operación mercenaria de la CIA contra la Cuba revolucionaria fue denominada Pluto. Su objetivo era ocupar toda Bahía de Cochinos (Playa Girón y Playa Larga), en Matanzas, y mantenerla como enclave para instalar allí un gobierno pronorteamericano, por el tiempo requerido para facilitar la intervención directa de las tropas estadounidenses. La invasión mercenaria de apátridas cubanos fracasó en menos de 72 horas, el 20 de abril de 1961. El ejército rebelde y las milicias revolucionarias capturaron a 1.179 invasores en el último punto de Playa Girón y sus fuerzas armadas tuvieron numerosas bajas, con más de trescientos muertos.

La CIA subestimó totalmente la capacidad combativa de la Revolución. Se creyó que con aquella brigada de 1.500 mercenarios bien equipados podían mantener una cabeza de playa, pero no fue así. Las fuerzas revolucionarias cubanas estaban advertidas porque los planes de la agencia se habían hecho públicos en Miami. El gobierno cubano sabía que el combate se decidiría en tres días para evitar el establecimiento en territorio ocupado de un gobierno pitiyanqui en armas, que inmediatamente sería reconocido por Estados Unidos. Los jefes de la CIA pensaron que si eso se llegaba a establecer, el presidente Kennedy ordenaría al Pentágono la aprobación de una invasión directa de las fuerzas armadas de su país. Sin embargo, todo se derrumbó, ya Kennedy había desestimado de antemano cualquier pedido de intervención armada hecha por la CIA.

 

II
El para qué: La escandalosa derrota en Playa Girón no solo fue atribuible a los mercenarios de la Brigada de Asalto 2506, sino a la CIA y al imperialismo norteamericano. Por esa derrota, Washington tuvo que reparar daños e indemnizar por perjuicios a la Revolución cubana con el intercambio de prisioneros por compotas, medicinas y pequeños tractores, en retribución a las prestaciones que ha tenido que asumir el Estado isleño.

 

J. J. Álvarez


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