Manual del Levante y otras pedradas, de Pedro Chacín, cumple 30 años

Hoy se cumplen 31 años de la partida del periodista y 30 de la publicación de su libro

El apreciado periodista del estado Guárico es recordado hoy por sus seres queridos y sus lectores. 

 

01/05/24.- Por estos días, en Caracas me encontré con dos grandes amigas de mi hermano Pedro en un concierto de jazz (Carlos Fernández y su cuarteto). Tenía tal vez unos 20 años sin verlas, pero nos conocemos desde los años 80 en la Universidad Central de Venezuela. Por supuesto hablamos de Pedro, Irlanda Rincón, Ana María San Juan y yo, esa noche, por unos instantes, mientras los músicos descansaban para deleitarnos en un segundo y último set.

Caímos en cuenta las tres de que teníamos un montón de años sin vernos y prometimos juntarnos para una próxima ocasión en homenaje a Pedro. Caí en cuenta una vez más de que, como en los matrimonios, la política local repartió (o partió en dos) a los afectos de Pedro que éramos y somos muchísimos.

Gente de oriente, gente de Altagracia de Orituco, gente de San José de Guaribe y gente de Caracas, ciudad que Pedro acogió como suya porque decía que “uno es de donde vive más tiempo” y en la cuenta de su corta vida donde tenía más tiempo viviendo era en Caracas. A mí la cuenta no me daba y aún no me da, pero Pedro decía todo con tanta convicción que aún lo repito.

Hoy se cumplen 31 años de la muerte de Pedro y 30 años de la primera publicación de un libro en su memoria. De la presentación de ese texto cuyo liderazgo de producción fue de uno de sus grandes amigos, Manuel Guzmán, y de otros libros que le siguieron, quiero rescatar algunas frases, porque al igual que los textos del Manual, siguen vigentes, porque si algo sigue intacto es nuestro amor por Pedro.

“Cada vez que me acuerdo de Pedro, me cago de la risa´, me confesaba hace poco José Manuel Guzmán, mi hermano. Fue un amigo solidario y amoroso, un tipo alocado, irreverente y temerario, un periodista ingenioso y volado, un hombre sensible, desprendido y bueno; un humorista ininterrumpido, ocurrente como nadie y, en definitiva, un grandísimo jodedor. Y debe ser por esto que, aun en medio del descomunal dolor que nos produce su muerte, evocarlo siempre nos dibuja una sonrisa involuntaria”.

Tomado de Manuel del Levante y otras pedradas. 1994. Con el apoyo de la Dirección General Sectorial de Literatura del Conac. Fotografía de portada: Andrés Agustí. Maquillaje: Gloria Lucavechi. Producción: Andrea Gouverneur.

“Pedro, que trabajaba en Los Teques y ganaba mucho dinero y nunca tenía nada porque ayudaba a todo el mundo; Pedro comenzando a estudiar comunicación social; Pedro y el Malibú azul todo chocado; Pedro llegando a todas partes, irrumpiendo muy a tiempo en la vida de uno. Y por esas magias del siempre Pedro, aprendí que casi no pasan divorcios en la temporada de beisbol profesional y mucho menos los días de extraining. No Ana María, Antonio no te dejó para siempre, sino que está en el estadio sufriendo la derrota del Caracas en el inning quince. Por eso es que los matrimonios se acaban y los hombres se obstinan. ¿Quién en su sano juicio va a querer vivir con una mujer que no comprende esos asuntos básicos?”.

Tomado de Tantas veces Pedro. 2003. Con el apoyo de la familia Chacín Díaz.  Ana María San Juan. Producido por Mercedes Chacín. Diseño y diagramación Diana Ovalles. Selección de textos Mercedes Chacín. Cuidado de textos Fernando Vargas.

“Yo no creo que Pedro se sentara a escribir racionalmente, con un esquema calculado, un principio y un fin preconcebidos, un método en el bolsillo y una meta a la vista. Se me antoja que se emborrachaba de las palabras e idea y luego, con arrojo y placer las iba respirando, respirando. Por eso sus escritos son tan frescos y espontáneos y tienen ese aroma de las flores silvestres y la gracia suelta de los animales del campo. Quien pretenda analizarlos con la perspectiva de la crítica, puede parar en loco sometido a una camisa de fuerza o atado a un poste. Los textos de Pedro incomodan en las bibliotecas e incomoda a sus pares. Nunca alguien se pareció tanto a sus palabras”.

Tomado de Otra vez Pedro siempre Pedro. 2008. Con el apoyo de Movilnet, Hidroven y la Alcaldía Mayor. Coordinación editorial Mercedes Chacín. Diseño Gráfico Lucía Polanco. Corrección Carlos Cova.

“Lo cierto es que sin mujer que trabajara en la casa mi hermana y yo ´ayudamos´ a mamá. Les confieso que mi hermana era quien lo hacía con más ahínco y con un gusto que yo nunca entendí. Le gustaba tanto que mi hermano Luis la llamó María Coleto. Ahora le dicen María Jardín, lo cual significa un avance en los remoquetes que ha adquirido en la vida. Como yo era la más chiquita me aprovechaba de la situación. Y mis hermanos también. Solían pedirme algo que odiaba especialmente, aunque casi todos los oficios del hogar me fastidiaban, que era plancharles las camisas y los pantalones. Hasta que un buen día mi hermano Pedro, que por esa época ya estudiaba en la Universidad de Oriente, me consiguió un sábado en la noche planchándole una camisa a mi hermano Lizardo.

Nunca olvidé sus palabras. Me explicó que hombres y mujeres éramos iguales. Que a cuenta de qué tenía yo que plancharle la ropa a ningún hombre, por más hermano mío que fuera. Que me hiciera respetar, que eso era un trato desigual y que no quería verme más nunca en ese plan. Yo le obedecí, pero más por floja que por feminista al decir de Harold, mi hermano de crianza”.

Tomado del Manual del Levante y otras pedradas. 2024. Con el apoyo de la Imprenta de la Cultura. Coordinación editorial: Mercedes Chacín. Diseño y diagramación: Freddy La Rosa. Corrección: Laura Nazoa. Portada: Malú Rengifo.

Cuatro iniciativas editoriales surgieron estos años con el único objetivo de traer a este plano, el de los vivos, a un ser humano que marcó a una generación con la solidaridad prodigada con desparpajo, con alegría convertida en humor, con el amor que regó en todos los espacios que "invadió" como un torbellino en los que siempre impactó con luz propia.


MERCEDES CHACÍN / CIUDAD CCS


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