Freddy Ñáñez: El Festival Mundial de Poesía le canta a la esperanza

Promueve reconciliación y solidaridad ante una humanidad que desea soñar

La poesía desde sus orígenes ha cantado frente a los problemas del mundo.

 

12/10/22.- Este 13 de octubre se inaugurará el 16° Festival Mundial de Poesía en homenaje a la poeta trujillana Ana María Oviedo y en el marco del bicentenario del texto poético Mi delirio sobre el Chimborazo de nuestro Libertador Simón Bolívar. Por eso, desde Ciudad CCS, conversamos con el vicepresidente sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, Freddy Ñáñez, quien nos afirmó que este festival es un encuentro para la esperanza, sobre todo cuando el mundo enfrenta conflictos bélicos, así como un inminente cambio climático.

El también ministro de Comunicación, expresó que el Festival Mundial tiene como propósito reivindicar la palabra escrita a través de la que los poetas promueven la esperanza, la reconciliación y la solidaridad, ante una humanidad que desea soñar y transformar su realidad.

—Entendiendo que en la actualidad hay conflictos armados y tragedias que se están presentando como producto de un cambio climático, ¿a qué nos convoca el Festival Mundial de Poesía tomando en cuenta este contexto?

—El Festival Mundial de Poesía nació hace 16 años, con un propósito muy claro, que es reivindicar la fuerza creadora vital de la palabra. Entendiendo que ella es la que unifica, reúne y articula las manifestaciones culturales, religiosas, espirituales y estéticas de la humanidad. Una gran apuesta que hizo el Comandante Chávez, por hacer en Venezuela un epicentro de encuentro y difusión de la poesía con un sentido humanista.

La poesía desde sus orígenes ha cantado frente a los problemas del mundo conflictivo. Desde el primer poema escrito por los sumerios, la Épica de Gilgamesh, por La Ilíada de Homero; nosotros vamos a encontrar registros en la antigüedad de la guerra, de la injusticia, de la crueldad, de la relación equívoca con el otro, sea este otro un individuo, un animal o la propia naturaleza. Y hemos desde entonces aprendido a leer el mundo en todos sus relieves, a través de la poesía en sus diferentes etapas. Cuando le ha cantado al amor, a la guerra, a la justicia, o cuando se ha convertido por necesidad en un espacio de resistencia activa, política.

Hoy este Festival se enfrenta al mismo mundo, lleno de contradicciones y de problemas, pero también lleno de esperanza. Y creo que la poesía se enfoca es en la esperanza.

Hoy estamos al borde de una guerra nuclear por capricho de una Europa que aún delira con ser un imperio, no acepta que el mundo ha cambiado en los últimos dos siglos. Hoy estamos al borde de un colapso climático, también por la gracia de un modelo desarrollista agresivo con la naturaleza y los seres humanos, el capitalismo. Y podríamos pensar que ese panorama cierra cualquier opción que tenga el ser humano hacia el futuro. Nosotros como poetas nos negamos a que se cierre cualquier opción al ser humano que nos permita soñar y transformar su realidad.

Por eso este festival en esta oportunidad, está reuniéndose para cantarle a la esperanza y para denunciar las injusticias que están cometiéndose contra la naturaleza y contra el ser humano.

Puntualmente, estamos prestos a servir en esta contingencia que enluta al estado Aragua, en Las Tejerías. Y por eso hemos querido en lugar de paralizar la posibilidad del Festival, abrir un espacio para la solidaridad.

—¿Qué alcances se esperan del Festival Mundial de Poesía a nivel nacional e internacional? ¿Se tienen previstas actividades en el interior del país y en otros países?

—Este festival se une al calendario internacional de festivales y encuentros organizados por el Movimiento Poético Mundial (WPM). Convoca en esta oportunidad a 35 poetas internacionales de los cinco continentes de forma presencial y a 15 por la modalidad virtual. Estos 50 poetas además, tienen la característica particular de que son promotores de lectura y activistas culturales en sus países.

En los 23 estados del país y en el Distrito Capital participarán 300 poetas, ofreceremos no solo recitales, también conversatorios, talleres, y espacios para articular eventos y actividades conjuntos. Cada estado organizará un pequeño festival con poetas nacionales y espera la visita de poetas internacionales y otros poetas nacionales. Es decir, hay la oportunidad de que un poeta de Yaracuy vaya a Anzoátegui, y un poeta de Mérida vaya a Barinas.

Además de eso, el festival dejará un saldo organizativo que se llama la Escuela de Poesía, articulada con el Ministerio de Educación, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Comunicación.

La Escuela de Poesía es una actividad extracátedra donde la poesía se ofrece como herramienta pedagógica y desarrollo integral de los estudiantes. Empezará, entonces, esta escuela a funcionar luego de que culmine el festival. Tendrá una primera experiencia de taller en los liceos de nuestro país; será el Liceo Andrés Bello de Caracas el piloto.

Y serán los poetas venezolanos, con obras y trayectoria, quienes tendrán la tarea de formar a los jóvenes con talleres de lectura y escritura creativa.

Hemos asumido Mi delirio sobre el Chimborazo como un testamento.

 

—Entendiendo que también se homenajeará el texto poético Mi delirio sobre el Chimborazo del Libertador Simón Bolívar, ¿qué actividades tienen previstas para difundir esta obra que cumple 200 años?

—El Festival Mundial de Poesía coincide con el bicentenario de este texto enigmático que nos amplía la perspectiva que tenemos de nuestro Libertador. Un poema de un aliento universal, que de fondo es un canto a la humildad que debe tener el ser humano frente a la grandeza, a la vasta presencia del universo y el tiempo, como él mismo lo dice.

Por ello hemos asumido este poema no solo como un documento estético, sino como un testamento épico. Qué debe hacer el ser humano en un momento cuando la naturaleza le está diciendo que ya basta de abusos y de agresiones, que ya basta de la explotación. Entonces debemos detenernos y pensar desde allí en una nueva espiritualidad.

Para homenajearlo se estarán montando representaciones teatrales del poema en todo el país. Que es una de las cosas en las que tenemos que poner empeño, difundir la poesía venezolana empezando por Mi delirio sobre el Chimborazo. Además de eso presentaremos un libro llamado Bolívar desde la razón poética que consiste en 5 ensayos reunidos de autores y autoras venezolanas, que nos darán las claves interpretativas para disfrutar la lectura de este poema. Este libro se presentará el día jueves durante la inauguración del Festival.

—Háblenos de la homenajeada, la poeta Ana María Oviedo…

—El festival tiene por costumbre homenajear a una escritora o escritor venezolano, y siempre hacemos una valoración de su trayectoria como escritor, de sus libros, de su obra literaria, pero también hacemos una valoración de su presencia como intelectual orgánico en el país. Y Ana María Oviedo no solo es una extraordinaria poeta, sino que, además, ha sido siempre una líder cultural que está siempre trabajando en las comunidades promoviendo la venezolanidad profunda y construyendo espacios para la lectura, la poesía y también para el teatro, para la pintura y para las expresiones tradicionales.

Tiene digamos los atributos éticos y estéticos que deseamos que se repitan en todos los venezolanos y venezolanas que se dedican al arte. Va mucho más allá de su valoración de escritura poética que de por sí es irreprochable.

—¿Estaríamos hablando de que en este festival se promueve la poesía escrita por mujeres?

—Sí, eso es además un valor indiscutible. El hecho de que en Venezuela las mujeres adquieren espacios de participación indispensables, no solo en la cultura y organizaciones culturales. Hablamos de que el 75% de líderes de consejos comunales son mujeres. Y un porcentaje más o menos parecido se presenta en los Clap. Se trata de que en las últimas dos décadas la mujer venezolana ha ocupado espacios para la construcción de la comunidad, para la construcción de una cultura mucho más amplia. También parar liderar procesos que son fundamentales tanto para mujeres como hombres.

Y bueno, Ana María Oviedo, tiene en su voz literaria, una voz femenina que lucha contra todo tipo de injusticias, incluyendo la injusticia por los prejuicios de género. Creo que ella en ese sentido, es una voz que habla por muchas otras mujeres presentes en todos los ámbitos del país: en la política, en la economía, en lo social y en lo cultural, que tienen una presencia fundamental y que se está viendo la importancia de su protagonismo.

—A los lectores de Ciudad CCS…

—Tendremos recitales y actividades todos los días a partir de mañana desde las 5 de la tarde en los espacios del Teatro Bolívar, en las comunidades y espacios académicos. Quiero invitar a los lectores de Ciudad CCS, a los caraqueños y caraqueñas no solo por el placer de ver a la poesía moverse por tantos idiomas. Sino que nos visiten en esta oportunidad en un acto de solidaridad por nuestros hermanos de Las Tejerías.

Porque nuestro festival se convierte en un espacio de acopio para estas personas. Así que si va a algún recital, no dejen de llevar cualquier cosa que no estén usando en casa: ropa, alimentos no perecederos, mucha agua, que esto va a ser recibido con mucho agradecimiento por Las Tejerías. Estamos en una crisis climática que nos une a todos, no solo como nación sino como humanidad.

SARAH ESPINOZA / CIUDAD CCS / FOTOGRAFÍAS: EDGAR MÁRQUEZ


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