La Franja de Gaza tiene 41 kilómetros de largo y entre 6 y 12 kilómetros de ancho. Está rodeada por el Estado de Israel por todas partes, excepto por el sur, donde limita con Egipto. Los dos millones de habitantes están atrapados por un muro, tienen costa, pero está bloqueada por Israel, que igual domina su espacio aéreo. Gaza está bloqueada, solo entran o salen las personas a quien el ejército israelí se lo permite. Están restringidas importaciones y exportaciones. Está en ruinas, porque hasta la “ayuda humanitaria” de las Naciones Unidas tiene restricciones, y ha recibido innumerables bombardeos israelíes. El muro tiene unas seis entradas o salidas, todas controladas por las fuerzas ocupantes. En el propio territorio gazatí, el ejército ocupante estableció una “tierra de nadie” de 29 kilómetros cuadrados (el 8 % del territorio gazatí), adonde no pueden acceder sus pobladores.

El resto de Palestina, Cisjordania, su capital (Jerusalén Oriental) y los Altos del Golán, está hoy convertido en un montón de islas rodeadas de Israel por todas partes, también cruzado de muros. Se pasa de uno a otro lado bajo la inspección del ejército ocupante, porque los territorios de Palestina (esos que deberían ser uno) están “ocupados”, como lo reconocen las Naciones Unidas. Y la potencia ocupante presiona todos los días, con una u otra excusa se expropian y son demolidas poblaciones palestinas, les quitan las tierras y construyen ahí mismo edificios, “asentamientos” israelíes. No solo ocupan ilegalmente, sino que también ilegalmente van consolidando su ocupación.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por las Naciones Unidas en 1948, nombra “el supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”. Cuando la población palestina lo ejerce contra la ocupación, la respuesta de Israel es la masacre. Cada operación tiene un nombre con inspiración religiosa (Pilar Defensivo, en 2012, con 170 palestinos muertos y 1.300 heridos; Plomo Fundido, lanzada a finales de 2008, en la que perdieron la vida 1.300 palestinos y 5.000 resultaron heridos; Día de Penitencia, 2004, 107 muertos y 400 heridos; Lluvias de Verano, Columnas de Sansón y Nubes de Otoño, todas en 2006, con 246 muertos, más de la mitad civiles), pero igual supone la matanza de civiles, niñas y niños. Además de la destrucción de infraestructura. Otra está en curso.

Las Naciones Unidas no nombraron en su declaración el derecho a la rebelión contra la ocupación y el colonialismo; no les convenía a las principales potencias que dominaban la organización, imperialistas como Estados Unidos. Francia era potencia colonial y se mantuvo en guerra contra la independencia de Argelia y de Vietnam. Los vietnamitas los derrotaron en 1954 y luego tuvieron que luchar a muerte ante la ocupación estadounidense. Gran Bretaña todavía tenía entre sus colonias a la India y a Palestina. Al territorio de esa colonia lo regalaron para que naciera Israel como nueva potencia colonial.

Humberto González Silva