Crisis en Francia se agrava por refinerías en huelga

Seis de las siete compañías están en paro generando escasez de gasolina en el país

Sindicalistas protestando con una bengala frente a la refinería. FOTO: Reuters

 

13/10/22.- Situación crítica en Francia por la huelga en refinerías iniciada desde hace más de tres semanas, que ha involucrado a trabajadores de seis de las siete plantas del país. Cuatro de TotalEnergies y dos de Esso-ExxonMobil decidieron mantener la huelga, pese a las amenazas de intervención del Gobierno y al desabastecimiento de combustible en casi un tercio de las gasolineras, lo que ha generado fuertes colas en varias zonas del país galo.

Los trabajadores de ExxonMobil en Fos-sur-Mer (sur de Francia), una de las principales refinerías de Francia, votaron este jueves la suspensión de la huelga, según anunciaron el sindicato, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la dirección de Esso-ExxonMobil, días después de que la dirección y los dos sindicatos mayoritarios llegaran a un acuerdo.

Sin embargo, la huelga continúa en otras seis refinerías y depósitos de combustible, después de que sindicatos decidieran continuar con la protesta: la refinería de ExxonMobil en Notre-Dame-de-Gravechon (norte) y cinco de TotalEnergie en distintos puntos del país.

Una de cada tres gasolineras sigue sin combustible este jueves, por el paro, sin que se pueda prever una pronta normalización del abastecimiento de carburantes.

La refinería TotalEnergies, no ha aceptado la demanda del sindicato CGT, de una subida del 10% del salario, para compensar las pérdidas de poder adquisitivo de la inflación y beneficiarse de los ingresos excepcionales de los últimos meses.

Tras estas protestas hay una demanda de aumento salarial: los trabajadores exigen mejoras que compensen la pérdida de poder adquisitivo por la elevada inflación. En el caso de ExxonMobil, la empresa ha pactado acuerdos con dos de los sindicatos, pero CGT (el que lidera las protestas) y Force Ouvrière se han negado a poner fin a las movilizaciones al considerar que los acuerdos (que prevén un alza salarial del 6,5% en 2023) son insuficientes.

En el caso de TotalEnergies, que no está afectada de momento por la medida de excepción en las cuatro instalaciones que están paradas, aún no ha habido ningún acuerdo. CGT reclama un alza salarial del 10% en 2022, pero la dirección de la empresa solo está abierta a negociar el de 2023.

En el caso de ambas compañías, los trabajadores piden también que se repartan parte de beneficios millonarios que han tenido por la crisis derivada de la guerra de Ucrania.

Tratando de resolver la crisis, el gobierno se ha respaldado en la requisición de trabajadores petroquímicos, que están en huelga. Es decir forzarlos a volver al trabajo, bajo pena de sanciones penales. Lanzó una primera requisa de personal en un depósito de Esso-ExxonMobil, “indispensable para (su) funcionamiento”, y que “empezará hoy”, indicó a la Agence France-Presse (AFP) el Ministerio de Transición Ecológica, conforme reseña el diario Últimas Noticias.

Es esta una medida drástica que según CGT, echa más leña al fuego. Ante eso, el mayor sindicato francés pretende ampliar el paro, con lo que se avecina la agudización de la crisis. Más bloqueos y, cada vez, menos combustible.

 

 

A la crisis se suma el anuncio que hizo, este jueves, el personal de la central de Gravelines, la central eléctrica más potente de Europa Occidental; la que se suma a la medida, para exigir mejoras salariales. De acuerdo con TeleSur, la empresa se unió al llamado de la Fuerza Obrera (FO) y Confederación General del Trabajo (CGT) para pedir un incremento del 5% del sueldo en bruto.

Los empleados de la entidad advirtieron sobre el posible retraso de la conexión a la red de uno de los seis megavatios de 900 reactores, que se cerrarán desde el próximo sábado para el mantenimiento anual y deberán reiniciarse antes de fin de año, lo cual provocaría cortes en las demás empresas.

Francia refina alrededor de 1,6 millones de barriles de productos derivados del petróleo a diario. Según informa el diario español El Economista, en este momento el 60% de la producción de las refinerías está totalmente parada, lo que está poniendo en juego el suministro de diésel y gasolina no solo en Francia, sino también en el resto de Europa.

Macron se destacó en el desarrollo y aplicación del nuevo paquete de sanciones adoptado por la Unión Europea que prevé la prohibición de las importaciones de petróleo ruso y las de productos refinados. Una política imperialista y que va acompañada de un discurso rusofóbico en Europa.

Una vez más, queda demostrado que quieren castigar a Rusia haciéndole pagar a su población por un lado y, por otro, buscan romper la huelga por cualquier medio, como las requisas.

“Mientras persisten las sanciones económicas contra Rusia, el gobierno de Macron y TotalEnergy han decidido aumentar las importaciones de petróleo de ese país ante la escasez de combustible. El gobierno francés con total cinismo pasa por encima de las propias medidas imperialistas contra la economía rusa, para colaborar con la patronal tratando de romper la huelga en las refinerías”. Así lo reseña el periódico digital La Izquierda.

LUCILA CONTRERAS / CIUDAD CCS


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