Cine para llevar | El día en que Christopher Reeve viajó a Chile

Christopher Reeve arriesgó su vida en el país del sur

14/10/22.- En noviembre de 1987, Christopher Reeve, actor de Hollywood, conocido mundialmente por interpretar a Superman en la saga original, recibió la llamada del escritor Ariel Dorfman. Días atrás una carta había comenzado a circular entre actores y dramaturgos en Chile, donde se les daba un mes de plazo para abandonar el país. La carta estaba firmada por el grupo Comando 135. 78 artistas habían sido amenazados: el exilio o la muerte. 

Según la actriz María Elena Duvauchelle, la carta había logrado atemorizar a la comunidad de actores, por lo que ya tenía repercusión internacional. Figuras como Meryl Streep, Glenn Close, Jane Fonda, Robert Redford, Robert De Niro y Laurence Olivier habían mostrado su solidaridad con sus pares chilenos. 

Sin embargo, ninguno manifestó su deseo de viajar al país, que para ese momento, era un destino muy peligroso. 

Fue por eso que Ariel Dorfman se encargó de ponerse en contacto con Reeve, quien no estaba viviendo su mejor año. Acaba de separarse de su esposa Gae Exton, con quien se casó en 1979 y su más reciente película Superman 4 no había obtenido las mejores críticas. Solamente había recogido en taquilla 15 millones de dólares, una cifra inferior a las anteriores. 

Dorfman, que ya vivía en Estados Unidos y escribía en The New York Times, publicó una columna sobre la carta y toda la problemática en la que estaban inmersos los actores chilenos. El escritor afirmó que lo hizo para que, por medio de Margot Kidder (quien interpreta a la pareja de Superman en la saga), se pudiese contactar a Reeve para plantearle la posibilidad de viajar a Chile y presentarse en un acto en apoyo a los actores chilenos que estaban siendo amenazados. Convencer a Reeve no fue difícil,  era un tipo aventurero y comprometido con diversas causas sociales y ambientales. 

El 30 de noviembre de 1987 llegó a Chile. Lo hizo sin guardaespaldas ni el equipaje que podría esperarse de una estrella de Hollywood. El hombre que medía 1,93 y tenía unos profundos ojos azules viajó solo y con un bolso. En un principio se dirigió al teatro La Comedia en el barrio Lastarria para brindar una conferencia de prensa a la que asistirían otros actores extranjeros. Era tan alto que en el Mazda donde se trasladaron, las rodillas del actor casi tocaban el techo. 

Para ese momento todo Chile ya sabía de la llegada del actor al país. Sin embargo, la prensa oficial nunca contó los verdaderos motivos por los que se encontraba en la nación chilena. Solo se limitaron a decir que estaba de vacaciones.   

Se hospedó esos días en la casa del también actor Jaime Celedón, quien contó que Reeve durmió en su habitación y se bañó en la piscina junto a sus hijos. Era un tipo sencillo, un hombre como cualquier otro, a pesar de su figura imponente y su fama mundial. En la calle recibió con gusto el cariño de la gente que querían una foto o un autógrafo con Superman. 

Finalmente, en el Garage Matucana, un lunes por la noche y en un escenario improvisado,  Christopher Reeve leyó su mensaje en apoyo a los actores chilenos: “Estoy aquí de actor a actor, de trabajador a trabajador, de amigo a amigo", dijo frente una multitud que lo aplaudía. Al parecer, Christopher Reeve también fue un héroe en la vida real.

Luisa Ugueto Liendo | @luisauguetol

 


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