Ahora los pueblos | Emergencia climática suramericana

No cambiemos el clima. ¡Cambiemos el sistema!

Hugo Chávez

 

16/05/2024.-

2024: un año particularmente difícil

El presente año comenzó con un inusual aumento de las temperaturas. También, con una mayor cantidad y frecuencia de eventos climáticos extremos, como las recientes inundaciones que azotan el sur de la República Federativa de Brasil, a causa de las intensas lluvias en el país, que ya suman 148 fallecidos, 127 desaparecidos y 806 heridos. La región más afectada es Rio Grande do Sul, donde, según el último boletín de Defensa Civil, 447 municipios de sus 497 se encuentran bajo las aguas, y hay 2,12 millones de personas desplazadas. Las autoridades informaron que las inundaciones podrían empeorar en las próximas horas y que se mantienen en estado de alerta.

Recordemos que entre enero y febrero, la ola de calor atacó el centro sur de Chile y Argentina, así como la zona central de Colombia. Los equipos meteorológicos de distintas ciudades registraron altas temperaturas. En Santiago de Chile, con 36,7 grados centígrados, se llegó a la tercera temperatura más alta registrada en 112 años. En la Patagonia argentina, el incendio que se declaró en la noche del 25 de enero, arrasó con 2 mil hectáreas en la parte oriental del Parque Nacional Los Alerces (patrimonio mundial). Y en Colombia, el gobierno declaró situación de desastre natural por los incendios forestales en 174 municipios, que elevaron las temperaturas por encima del promedio de 40,4 grados. La devastadora ola de incendios en Chile, que inició el 1.° de febrero, afectó a las ciudades de Viña del Mar y Quilpué. En total, se perdieron 4 mil 286 hectáreas de bosque nativo, de las cuales 723 corresponden a palmares. La palma chilena es una especie en peligro de extinción que solo habita en la zona central del país. El Servicio Médico Legal confirmó 134 fallecidos. Así se ha vivido la emergencia climática en Sudamérica durante lo que va de año.

 

Urge cambiar el sistema

La emergencia climática por la que atraviesa el mundo profundiza las asimetrías entre el norte y el sur global. En el caso de América Latina y el Caribe —que solo aporta el 10% de emisiones de gases de efecto invernadero— es precisamente la región que sufre los peores efectos del calentamiento global, que genera más desplazamientos migratorios y pone en riesgo la vida de millones de personas. La mayor recurrencia de eventos climáticos afecta la infraestructura básica, el suministro de agua, la producción de alimentos y a la generación eléctrica. En definitiva, pone en riesgo los medios de vida de la población, ocasionando pérdidas cuyo valor económico puede superar el 2% del PIB anual de las naciones.

El profesor Nicanor Cifuentes Gil, director del Centro de Estudios Ambientales de la Universidad Bolivariana de Venezuela, resalta que ante el fracaso de los esfuerzos por detener el calentamiento global —el Protocolo de Kyoto había establecido la necesidad de reducir los gases de efecto invernadero al nivel alcanzado en 1990 del siglo XX—, surge nuevamente la conciencia de los límites del crecimiento y emerge el reclamo por el decrecimiento. Es un hecho incontrovertible que el proceso económico globalizado es insustentable; que la ecoeficiencia no resuelve el problema de una economía en perpetua expansión de las ganancias. Será precisamente desde Venezuela y Suramérica que tendrán lugar los escenarios reflexivos y de praxis militantes cónsonos con la vida posible poscapitalista, y siempre en clave antiimperialista y anticolonialista, como lo es la propuesta del ecosocialismo, dentro de las corrientes socialistas del siglo XXI.

 

Suramérica, una región geoestratégica

Suramérica posee los seis países más biodiversos del mundo: Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa y Surinam. Estos contienen el 70% de las especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios, plantas e insectos del planeta. Además, tiene el 40% de la biodiversidad y más del 25% de los bosques de la Tierra.

En los planes de recolonización de la región, implementados desde el Pentágono, esta situación tiene un peso particular. Ya han iniciado el despliegue militar del Comando Sur en Perú y Ecuador, contando con gobiernos cómplices y serviles a sus intereses. En el caso de Colombia, a pesar del cambio en la correlación de fuerzas políticas internas a favor del gobierno del Pacto Histórico, se trata de una nación militarmente ocupada y con unas fuerzas armadas y policiales subordinadas a los lineamientos estadounidenses. Por eso, han procedido a avanzar en la colocación de bases militares en Guyana para no solo proteger la extracción ilegal de gas y crudo, sino también para asegurarse el control de todos estos recursos en su totalidad.

 

Anabel Díaz Aché

 

Fuentes consultadas:

Chávez, H. R. (2009, 16 de diciembre). Discurso del comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, en la Cumbre Climática de Copenhague, capital de Dinamarca.

Cifuentes Gil, N. (2023, febrero). "Descolonizando desde Venezuela y el sur global la escena del crimen climático". En: La Descolonización es Posible y Necesaria. El Vitral de la Ciencia. Revista Bimensual de Divulgación Científica, edición especial, Vol. 3, N.º 2. https://revista.vps.co.ve/el-vitral-de-la-ciencia-vol-3-n-2-2023/


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