18/05/24.- El Festival Mundial Viva Venezuela, deleitó al público que acudió a la plaza de Los Museos, ubicada en Bellas Artes, Caracas, donde estuvieron presentes diversas agrupaciones musicales.

La actividad inició con la agrupación Serenata de Antaño, fundada en 1996 en el municipio Paz Castillo del estado Miranda.

Durante su actuación, interpretaron temas emblemáticos del merengue caraqueño, tales como Carmen, la que contaba 16 años, La pelota de carey, y otras que caracterizan a un género que en años anteriores, bandas como la Billo's Caracas Boys y la Big Band de Luis Alfonzo Larrain, procuraron incluir en su repertorio y presentaciones.

Cabe resaltar que el único espacio que la música rompe es el tiempo, y prueba de ello se reveló entre quienes caminaban cerca del escenario, con rumbo hacia el parque Los Caobos.

Un hombre que vestía con una chaqueta de bluejean, con chapas alusivas a Jim Morrison, Megadeth, Motorhead y Metallica, coreaba canciones de una época donde la capital y sus inmuebles se cubrían con techos rojos.

Asimismo, otakus (personas que se apasionan por el ánime o manga japonés) bailaban a su estilo entre risas los pasodobles o merengues rucaneaos, conscientes o inconscientes de que esa música representa una identidad sonora de la capital.

Patineteros, malabaristas, artesanos, vendedores y otras personas, se detuvieron por un breve instante a escuchar, asintiendo con la cabeza al ritmo, como si trataran de seguirlo.

Posteriormente le tocó el turno a los Joroperos de Urdaneta, quienes compartieron con los asistentes la esencia tuyera, que también ha identificado a la capital por décadas.

Al compás del arpa, caraca y buche, participaron jóvenes exponentes, quienes demostraron sus aptitudes en el canto, donde figuras icónicas como El Gabán Tacateño, Mario Díaz y Fulgencio Aquino, consolidaron esta vertiente joropera en varias regiones del país, donde se solicita.

El asombro entre los adultos mayores por observar a un cantante adolescente ejecutando el canto tuyero, se revelaba en sus rostros, al mismo tiempo que se decían entre ellos, que todavía quedan personas que se preocupan por preservar estas expresiones.

Asimismo, La Parranda Selecta de Ángel Palacios, demostró su virtuosismo en la percusión y canto afrovenezolano, evocando las raíces provenientes de África y fusionadas con las costumbres caribeñas desde Venezuela.

La cadencia del tambor en las cinturas de algunas damas que prefirieron bailar junto a sus parejas, demostrando la poca importancia del color de piel o clase social.

La venezolanidad tomó protagonismo en la tarde caraqueña, donde además los espacios contaban con diversos stands identificados con las regiones del país.

En algunas de ellas se exhibían creaciones de alfarerías, instrumentos musicales, además de muestras gastronómicas variadas.

El Festival Mundial Viva Venezuela ha representado una oportunidad para visibilizar la identidad cultural venezolana, latinoamericana, caribeña y de otras latitudes.

EMMANUEL CHAPARRO RODRÍGUEZ / FOTOGRAFÍAS: VLADIMIR MÉNDEZ / CIUDAD CCS