FCU: Alza de aranceles en la UCV viola Ley de Universidades

Miembro directivo de la Federación, Joaquín Boguerín, la califica de ilegal e inconsulta

Tres facultades de la UCV decidieron subir el costo de los aranceles sin consultar a los estudiantes.

 

07/06/24.- La universidad, cualquiera que ella sea, como baluarte o bastión del aprendizaje, no prescinde de la protesta como participación de su estudiantado en los debates por las conquistas y mejoras en su calidad de vida, tanto dentro de la institución educativa como dentro de la sociedad donde el estudiante vive su día a día; total, para ello es que se está formando al discípulo, para liderar; lo cual nos lleva a decir que la protesta forma parte de la formación del estudiantado.

En este sentido, la Universidad Central de Venezuela (UCV), ha sido epicentro de muchas protestas en décadas pasadas, cuando los estudiantes han visto afectado su bienestar como miembros de la comunidad universitaria. En ese orden de ideas, vale traer a colación aquella de 1984 durante el gobierno del presidente Jaime Lusinchi, quien instauró una política de reducción de gastos en el país en general y en las universidades en particular.

El rector de la UCV de entonces, Edmundo Chirinos, se hizo eco de aquellas medidas, afectando beneficios estudiantiles como transporte, pasantías y becas. La respuesta de los estudiantes fue inmediata, en particular los estudiantes del núcleo Maracay (facultades de Agronomía y Veterinaria), quienes deciden venir a Caracas para pedirle un derecho de palabra a Chirinos. Sin embargo, el rector no solo se negó a recibirlos, sino que solicitó al ministro de Relaciones Interiores, Octavio Lepaje, detener los buses en su trayecto a Caracas, resultando en la trágica Masacre de Tazón, con 43 heridos.

Los tiempos han cambiado

Recientemente, los decanos de tres facultades de la UCV, decidieron aumentar el monto de los aranceles por procesos administrativos que los estudiantes deben cumplir a lo largo de su formación. Estos cobros van, desde 2 dólares por retirar una materia o 20 dólares por un examen de recuperación, hasta 60 dólares por una copia de notas certificadas (La moneda extranjera se usa como referencia); sin embargo, aunque ha habido reacciones en algunas facultades, las cuales son mostradas a través de la red social Instagram o la red social X, la protesta estudiantil no ha tenido impacto ni mucho menos ha sido de consecuencias lamentables como aquella del 1984, por citar una. Definitivamente los tiempos cambian.  

 
 
 
 
 
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Para conocer la posición de la Federación de Centros Universitarios (FCU) a través de algún líder o dirigente estudiantil, nos trasladamos hasta la Plaza del Rectorado de la "Casa que vence las sombras".

El representante de la FCU considera que la UCV tiene otras alternativas para obtener ingresos.

 

José Joaquín Boguerín de Sousa, miembro del comité directivo de la FCU

―¿Cuál es la posición de la Federación respecto al alza de los aranceles?

―Los aranceles aprobados por cada facultad, que en este caso son tres, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, la Facultad de Ciencias y la Facultad de Ingeniería, están viciados por completo; porque en primer lugar están vulnerando lo que establece la Ley de Universidades, respecto a las atribuciones del Consejo de Facultad. La Ley de Universidades es muy clara en su artículo 62, donde establece las atribuciones de los Consejos de Facultad. Y ahí hay tres numerales donde son muy claros y le dan las atribuciones a dichos Consejos y en ninguna de ellas habla de aprobación de aranceles. Ya por ahí es la primera falla que tiene la aprobación de estos aranceles.

Luego, hay un Reglamento de Pagos y Servicios Administrativos de la universidad que data de los años 80. El cual ha venido atravesando varias renovaciones o actualizaciones. La última fue en el año 2020. Por otra parte, el Consejo Universitario también es muy claro en la aprobación de ese reglamento, el cual establece en uno de sus artículos, que las modificaciones a partir de esa fecha de aprobación, la puede hacer única y exclusivamente la Secretaría de la UCV. En resumidas cuentas, por un lado está viciado en cuanto a la Ley de Universidades, y por el otro, también está viciado con respecto al reglamento aprobado internamente por el Consejo Universitario.

―¿Cuál ha sido la respuesta de los estudiantes?

―Los estudiantes se han estado organizando, haciéndole frente a esas irregularidades, porque no tienen otro nombre, son irregularidades.

―¿Han realizado alguna protesta en particular?

―El día de ayer los estudiantes de Ciencias Económicas y Sociales realizaron una protesta pacífica al decano de esa Facultad, en donde se le exigía la pausa de los aranceles. Porque mientras no haya un reglamento que exclusivamente y específicamente diga que los aranceles pueden ser aprobados y modificados por los consejos de facultad, las facultades no lo pueden hacer; lo cual dio como resultado que el decano suspendiera el cobro de los aranceles en la facultad de Ciencias Económicas y Sociales.

Los estudiantes no fueron consultados antes de decidir el alza de los aranceles.

 

―¿Cómo impacta esta alza en el presupuesto del estudiantado?

―Se ve vulnerado; porque aunque estamos claros que la tasa presupuestaria de la universidad está muy baja, está en decadencia, los estudiantes no tenemos que ser el mecanismo mediante el cual se financie a los decanos. Entendemos la situación de la universidad. Entendemos, además, la situación país. Entendemos muchos aspectos y muchos contextos tanto económicos, sociales y políticos que afrontamos como universidad y como país. Pero, no por eso los estudiantes van a ser la caja chica de los decanos para su financiamiento.

―Según su criterio, ¿a qué se debe que esta protesta del estudiantado en contra del alza de los aranceles no haya sido, hasta ahora, más impactante o notoria?

―Lo que pasa es que el tema de activismo estudiantil en la universidad ha mermado mucho. Eso tiene que ver mucho con la realidad de cada estudiante. Muchos vienen a estudiar y luego se van a trabajar, ya no están continuamente aquí desde las 7:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde. Eso cambia la dinámica. Sin embargo, los que nos mantenemos activos en la universidad, de alguna manera nos hacemos eco de toda esta información.

Autosustentabilidad de la UCV

―Nosotros entendemos ―continúa Boguerín de Sousa―, que el cobro de aranceles es completamente legal, pero ese cobro de aranceles tiene que estar ajustado a la normativa y en este caso no cumple con ella. De tal manera, que los estudiantes no estamos en contra de los aranceles. Pero, deben tenerse en cuenta tres factores primordiales, a saber: La transparencia, en segundo lugar, los lineamientos con lo que se están haciendo y, en tercer lugar, debe tenerse en cuenta que somos una universidad autónoma, y por ende tenemos mecanismos para aportar ingresos y de esta manera contribuir con la autosustentabilidad, como por ejemplo coordinaciones de extensión para hacer investigación; también coordinaciones para prestar servicio a personas externas de la universidad; es decir, tenemos mucho contenido para autosustentarnos; aquí prestamos servicios en laboratorio, prestamos servicios intelectuales por parte de los investigadores de nuestra universidad que son nuestros profesores.

Además, de alguna u otra forma, se realizan eventos con empresas, con instituciones del Estado. Hay un estímulo en muchos aspectos de la universidad en lo cultural, deportivo, social, académico, extensión e investigación… que pueden, de alguna forma, engranarse para que el sistema continúe  funcionando, y no solamente acudir al alza de los aranceles a los estudiantes.

El aumento en las tarifas arancelarias afecta el presupuesto del estudiantado.

 

―¿Se le consultó al estudiante o consideras que fue una medida unilateral de parte de los decanos?

―Ciertamente, fue una medida unilateral por parte de los decanos de esas facultades; no obstante, el de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, reconoció que había sido un error; sin embargo, decanos como Julio Molina, de Ingeniería, no lo reconoce, y por si fuera poco, dan a entender, que si se pausan los aranceles, se pausan trámites administrativos. ¿Es eso justo para el estudiantado?

―¿Qué soluciones plantean ustedes como FCU?

―En principio, una discusión amplia donde se involucre al estudiantado, a la comunidad estudiantil en general, con las autoridades. En este caso, con los decanos, donde se llegue a un acuerdo mutuo de esa tabla arancelaria. Segundo, que se cumplan los caminos regulares para la aprobación de dichos aranceles. Es decir, que pase por el consejo universitario de esta universidad. Y tercero, que de alguna forma diversifiquemos los ingresos propios de esta universidad con todas las herramientas que tenemos. Como cultura, extensión, deporte, investigación, etc. Yo creo que esas tres cosas de alguna forma pueden engranar para que el sistema de esta universidad siga caminando y siga siendo la UCV la pionera, la Casa que vence las sombras, que por cierto, en estos momentos está posicionada en el ranking a nivel nacional como la mejor universidad.

Hablan los estudiantes

Además de conocer la postura de la dirigencia estudiantil, también acudimos a los estudiantes para conocer su opinión.

Algunas facultades, como la de Ciencias Económicas y Sociales, han decidido suspender el aumento.

 

Alba Godoy, estudia 4° semestre de Psicología en la Facultad de Humanidades y Educación.

― ¿Cómo te afecta el alza de los aranceles?

―Afecta mi presupuesto. No todos los estudiantes tienen la estabilidad económica para pagar cierta cantidad de dinero para hacer los distintos trámites; no todos los estudiantes cuentan con la ayuda o beca que le ayude a cumplir con estos cobros exigidos para realizar determinados trámites, ya que tienen un costo elevado. La mayoría de nosotros venimos con el pasaje justo, y resulta que hay trámites que cuestan hasta 20 y 60 dólares. Por ejemplo, si alguien necesita una constancia de estudio, son 10 dólares. Para retirar materia, 500 bolívares. No todos cuentan con ese dinero al momento. Imagínate, si quieres retirar dos materias, tienes que pagar 25 dólares de su bolsillo para retirar dos materias.

Alexander Velasco, estudiante de segundo semestre de Ingeniería Eléctrica

―Tu opinión respecto al alza de los aranceles...

―Hubo un cambio directo en el costo, el cual creo que está bien. Es un poco difícil para nosotros poder pagar los aranceles, pero me parece un costo justo, ya que esta universidad es pública, no tiene sustento alterno, se mantiene gracias a los recursos que puedes obtener de ella misma. Un ejemplo es que, gracias a la subida de los aranceles, se está reparando la caminería en la Facultad de Ingeniería, la cual estaba dañada desde hace como 5 o 6 años. Eso sería un ejemplo de uno de los beneficios de la subida de los aranceles. Sí, es un poquito más caro se acepta, es totalmente comprensible e indiscutible, pero más allá de ver la subida de precios como algo malo, veámoslos como beneficioso. Hay quejas porque no se consultó a los estudiantes, pero ¿qué pasa? Si era consultado, la mayoría no iba a aceptar una propuesta así. Por eso, digamos, que comprendo a la Secretaría por tomar dicha decisión. A mí me parece totalmente justo el costo de los aranceles. Está bien que haya subido; pienso que el costo de los aranceles es correcto, y creo que podría aumentar un poquito más de una manera justa.

NOTA: Pudimos constatar que los trabajos que se realizan en las caminerías de la Facultad de Ingeniería como en diferentes áreas y facultades de la UCV, no se ejecutan con ingresos propios o presupuesto ordinario de la casa de estudios, sino por la Comisión Presidencial para la Recuperación de la UCV, ente creado por el presidente Nicolás Maduro para atender la recuperación integral de la planta física de nuestra máxima casa de estudios y equipamiento de sus laboratorios.

Alexander Velasco manifiesta estar de acuerdo con la decisión de los decanos, y cree que es justa.

 

Como diría mi abuelita, todo es según el color del cristal con que se mire, lo cual también expresa Rubén Blades en aquella canción: Dicen Chucho, Jacinto y Ramón, que la cosa está que arde; dicen que la situación, no está buena para nadie. Pero Pablo, Felipe y Simón, no salen de fiesta y baile; y exclaman con emoción, la cosa está mejor que antes… .

Ciertamente los estudiantes han protestado ante el alza de los aranceles, pero, a diferencia de décadas anteriores, las redes sociales parecen ser ahora el escenario, y no las calles.

FIDEL ANTILANO / FOTOGRAFÍA: ENRIQUE HERNÁNDEZ / CIUDAD CCS


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