Tinte polisémico | Zonas económicas especiales
08/07/2024.- En la bibliografía especializada, las zonas económicas especiales (ZEE) se definen como áreas geográficas que ofrecen un entorno de negocios "excepcional", pues permiten estimular la inversión y la actividad económica por medio de un atractivo paquete de incentivos fiscales, laborales y aduaneros, entre otros tipos.
Según el blog de la Autoridad Federal del Gobierno de México, en el mundo existen más de cuatro mil ZEE, que representan 41% de las exportaciones mundiales, que generan casi 68 millones de empleos y reciben 20% de la inversión extranjera directa (IED).
No obstante, esta modalidad o fórmula para incentivar el crecimiento y el desarrollo económico y social tiene sus críticas, detractores y objeciones. Básicamente, se argumenta que se constituyen en artificios y "escudos" para tipos impositivos menores; propician entornos para la violación de los derechos laborales y humanos, y se les atribuyen esquemas que violan ámbitos de la soberanía de las naciones.
Las ZEE, en general, se conciben, por parte del país que las crea, para alcanzar los siguientes objetivos: fortalecer cadenas de valor; formación de capital humano; fomentar la productividad orientada a las exportaciones; todo ello, a su vez, sustentado en la atracción de la inversión extranjera directa (IED). Por otro lado, las entidades empresariales privadas —como multinacionales o transnacionales—, así como las públicas, persiguen producir bienes al menor precio —disminución de costos con base en las ventajas de las ZEE— y obtener mayor flexibilidad y libertad para su comercio, al conseguir mayor competitividad global.
En el caso venezolano, su legislación interna, positiva y vigente, cuenta con la Ley Orgánica de las Zonas Económicas Especiales. Esta define las ZEE como una delimitación geográfica que cuenta con un régimen socioeconómico especial y extraordinario, en cuyas "poligonales" se desarrollan actividades económicas estratégicas previstas en su texto legal, en consonancia con los objetivos establecidos en el Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación.
Así, el país persigue como propósitos, con la legislación antes señalada, lo que seguidamente se enumera: instaurar un nuevo modelo productivo; diversificar las exportaciones; innovar procesos para impulsar cadenas productivas; diversificar mercados internacionales, y fortalecer el aparato industrial, al promover la sustitución selectiva de importaciones.
Varias naciones han conseguido relativos logros con sus ZEE, tales como India, Camboya, Bangladés y Vietnam, en comparación con China, que es el líder mundial con su modelo, caracterizado por su especificidad y eficacia. Sin embargo, la diversidad de variantes puede contemplar distintos esquemas como zonas de libre comercio, zonas de procesamiento de exportaciones, parques o estados industriales, puertos libres, zonas de emprendimiento, entre otros.
Cabe destacar que para la República Bolivariana de Venezuela, la estrategia de instalar ZEE exige considerar dimensiones y elementos muy particulares. Entre ellos están la seguridad y la defensa integral de la nación, y los análisis cualitativos de los sectores receptores para la IED. El énfasis recae en garantizar la transferencia efectiva de conocimientos y la preferencia por la instalación de parques científicos, tecnológicos e industriales, en el marco de las necesidades y prioridades del país, contemplando además las excepcionalidades y restricciones que originan las medidas coercitivas unilaterales (MCU) que criminalmente se le aplican.
Héctor E. Aponte Díaz