“Lo que amenaza la seguridad de Europa es Estados Unidos, no Rusia, hacemos otra propuesta de paz concreta y real, pero si en Kiev y las capitales occidentales la rechazan como antes, en última instancia es su asunto, su responsabilidad política y moral de que continúe el derramamiento de sangre”, destacó.

Considera que actualmente es el momento para concluir la presencia de las fuerzas castrenses de manera gradual por parte de potencias externas en la región euroasiática.

Aseveró que Rusia mantiene la voluntad de sostener un diálogo en la mesa de negociaciones, en el caso de Occidente le permita esta decisión a Kiev, reiterando que este conflicto debe solucionarse y no "congelarlo".

En este contexto, ha enfatizado que Ucrania y sus aliados deben reconocer las nuevas realidades territoriales que son el estatus de Crimea, Sebastopol, las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, las provincias de Zaporozhie y Jersón como sujetos de Rusia.

"Ucrania debe declarar oficialmente que renuncia a los planes de unirse a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y sea un estado neutral, no alineado y libre de armas nucleares”, apuntó.

El presidente de Rusia ha recalcado que todas estas posiciones básicas deberían fijarse en forma de acuerdos internacionales, agregando que “esto implica también la cancelación de todas las sanciones occidentales contra Rusia”

El jefe de Estado ha aseverado que la propuesta ofrecida no busca “un alto el fuego temporal” como quiere Occidente para restablecer las pérdidas y rearmar a Kiev para una nueva ofensiva. Con su propuesta, Moscú no busca “congelar el conflicto”, sino quiere “ponerle fin definitivamente”, ha recalcado.

CIUDAD CCS