Arte de leer | Cantos de mi majano de Jonuel Brigue

Un conjuto de líricas alegóricas

19/06/2024.- El mensaje más allá de su destino es un lugar en sí mismo. Las relaciones se establecen a través del intercambio de misivas, donde la difusión del raciocinio es una vía circular 

En palabras fui engendrado
y parido,
y con palabras
me amamantó mi madre.
Nada me dio
sin palabras

El lenguaje, la capacidad para expresarse y comunicarse por medio de signos o gestos, es fundamental en toda actividad humana. Incluso, al estar callados, realizando cualquier acción como caminar, dormir, comer, reír, llorar, mirar un paisaje, escuchar música, ver una película, aunque no estemos utilizando el habla, estamos comunicando algo. El silencio se traduce en un signo.

A lo largo de nuestra vida nos encontramos con una diversidad de símbolos, muchas veces los inadvertimos o les damos una lectura automática, sin meditarlos. Por otra parte, nos llegan elementos que pasean delante de nuestros ojos, que al emitir sonidos leemos con los oídos, captamos olores con aromas elocuentes y hasta con el tacto de la mente podemos descifrar cosas no dichas:

Deja que las palabras
jueguen por ahí.
Solo como un juego
aceptan el silencio
y el vacío
unirse a la palabra

Es así como la comunicación humana es todo un sistema. Un conjunto de realidades que se transversalizan a través de la inteligencia y la memoria. Experimentamos la puesta en marcha de funciones corporales, biológicas y a la vez metafísicas como el pensamiento:

También los sueños
pertenecen al verbo.
No solo los sueños
de cada noche
recordados o no.

También los sueños
de ese sueño despierto,
sea real o imaginario
lo que muestran.

Jonuel Brigue, seudónimo de José Manuel Briceño Guerrero, abrió las puertas de la percepción en Cantos de mi majano, todo un conjunto de líricas alegóricas, publicado por la Fundación Editorial El perro y la rana. José Gregorio Vásquez, prologuista y uno de los curadores de la edición, comenta sobre esta obra y emite en su análisis: “donde la palabra ya hecha música volviera al papel”.  El poeta,  sin lugar a duda, nos deja un trazo lleno de una melodía cargada de visiones interiores:

Para mí también se hicieron los relámpagos,
la chispeante alegría compartida,
los manantiales y la sombra,
el rocío y la miel.

Me acuesto en la luz líquida,
en la agonía de los colores últimos,
todos mis ojos de reptil, todos
vueltos, sin párpados, hacia el vacío central.


Mientras nos adentramos en los versos de Jonuel Brigue, una exploración inquieta se apropia de nuestros sentidos. El latido de la palabra y el lenguaje lúdico de emociones están revelados  en Cantos de mi majano. El polígrafo, en el epílogo de sus días terrenales, no dejó de jugar con la palabra:

La verdadera muerte
es el olvido.
¿Podría uno recordarse
siempre a sí mismo
y así ser inmortal?

Ricardo Romero Romero | @ItacaNaufrago | artedeleer@yahoo.com

Jonuel Brigue  (Venezuela, 1929-2014)
José Manuel Briceño Guerrero, nació en Palmarito, estado Apure, al sur de Venezuela. Filólogo, políglota, lingüista, filósofo, acusmático, poeta, escritor y docente, es remembrado como uno de los intelectuales más destacados de Venezuela y Latinoamérica. Entre sus libros publicados están: ¿Qué es la filosofía? (1962), Doulos Oukoon (1965), Triandáfila (1967),  El origen del lenguaje (1970), Holadios (1984), Amor y terror de las palabras (1987), El pequeño arquitecto del universo (1991), El laberinto de los tres minotauros (1993), Diario de Saorge (1996), Matices de Matisse (2000), Tiempo (2008), La casa del verbo (2009), Dios es mi laberinto (2013), entre otros. Recibió múltiples reconocimientos nacionales e internacionales, entre ellos el Premio Nacional de Ensayo (1991), Premio Nacional de Literatura (1996) y fue nominado al Premio Nobel de Literatura en 2008. 


Brigue, J. (2017). Cantos de mi majano. Poesía. Fundación Editorial El perro y la rana 

Edición digital, 94 páginas

Descárgalo gratis: 
http://www.elperroylarana.gob.ve/cantos-de-mi-majano/

 

 


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