21/07/2024.- La vida está llena de momentos y experiencias que nos llevan a cuestionar el propósito y el sentido de nuestra existencia. Nos encontramos inmersos en una rutina diaria que, en muchas ocasiones, puede parecer monótona y carente de significado. Sin embargo, al reflexionar más allá del día a día, descubrimos que cada acción, cada elección y cada experiencia puede contribuir a un propósito mayor.

Buscar un propósito

Buscar un propósito en la vida es una de las inquietudes más fundamentales del ser humano. Viktor Frankl, un renombrado psiquiatra y sobreviviente del Holocausto, argumentaba que encontrar un sentido en la vida es una fuerza motivadora esencial. Según Frankl, incluso en las circunstancias más difíciles, la vida tiene un propósito que debemos descubrir. Esta perspectiva nos invita a mirar más allá de las dificultades cotidianas y encontrar un significado que nos impulse a seguir adelante.

El propósito no siempre es algo grandioso o espectacular. Puede ser encontrado en los pequeños actos de bondad, en el amor hacia nuestra familia, en la dedicación a nuestro trabajo o en la pasión por nuestros pasatiempos. Cada persona tiene un propósito único y personal que le da sentido a su existencia.

El sentido en las experiencias cotidianas

Encontrar sentido en la vida no significa necesariamente buscar constantemente grandes metas. A menudo, el sentido se encuentra en las experiencias cotidianas y en cómo las interpretamos. Podemos encontrar alegría y significado en lo cotidiano, desde una conversación con un ser querido hasta la simple belleza de la naturaleza.

El filósofo existencialista Albert Camus hablaba del "absurdo" de la vida, la aparente falta de sentido en un mundo indiferente. Sin embargo, Camus también proponía que, a pesar de esta falta de sentido inherente, los seres humanos pueden crear su propio significado a través de sus acciones y decisiones. Esta capacidad de encontrar o crear significado en nuestras vidas es lo que nos da la fuerza para continuar y prosperar.

Finalmente, el impacto que nuestras acciones tienen en los demás es indudable. La filosofía del altruismo sugiere que el verdadero sentido de la vida se encuentra en ayudar a los demás y en contribuir positivamente a la sociedad. Al brindar apoyo, amor y compasión a quienes nos rodean, no solo mejoramos sus vidas, sino que también enriquecemos la nuestra.

Isbelia Farías