Mundo alerta | Guerra de activos

Putin le cobra a Biden con su propia moneda

28/07/2024.- Los líderes de las potencias mundiales del G7 reunidos en Italia dieron luz verde a un mega crédito por 50 mil millones de dólares estadounidenses provenientes de los 325 mil millones en activos rusos congelados por el grupo de naciones más ricas del mundo, incluida la Unión Europea, para ayudar militarmente a Ucrania. Desde el inicio de la guerra, el financiamiento a Ucrania es el objetivo central de la agenda de campaña para la reelección de Biden y, a pesar de las gruesas sumas manejadas, nunca han sido auditadas por la Casa Blanca. Por lo tanto, no existen cifras absolutas, según voceros del Congreso, pero, en todo caso, no satisfacen la ambición casi delirante de los presidentes Biden y Zelenski de equiparar el poder de fuego de Ucrania al de Rusia. Esto no ha sido posible, a pesar de los recursos aportados por el G7 —Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido— transferidos desde el inicio de la guerra y otros casi 200 mil millones de dólares estadounidenses aprobados por el Congreso norteamericano. Por vía colateral, el acuerdo suaviza un poco el malestar europeo ante la debilidad militar visiblemente congénita de Ucrania, aunque también muestra la incompetencia de Biden para manejar los recursos. Esto lo habían voceado con insistencia sus aliados y adversarios, incluido el presidente francés Emmanuel Macron, ahora obligado moralmente a reconocer como positiva la magnitud del crédito. Más allá de estos factores, la imagen del anciano expresidente se ha deteriorado —directa, indirectamente, o en ambas formas a la vez— desde el atentado contra su principal contrincante, Donald Trump, según revelan encuestas privadas.

 

Para Putin no hay sorpresas

Al presidente ruso Vladímir Putin no le extrañó la incautación de sus activos. Por el contrario, ya tenía preparado el decreto que le permite usar propiedades y activos estadounidenses dentro de Rusia, en respuesta a la incautación de sus activos congelados por parte de la nación norteamericana. Putin tomó esta decisión después de advertir repetidas veces a Estados Unidos y a Occidente sobre las graves consecuencias que acarrea la confiscación de sus activos. El decreto autoriza al gobierno a fijar el procedimiento de indemnización por daños y perjuicios "en caso de privación injustificada de derechos de propiedad a titulares rusos".

El documento establece la incautación de bienes estadounidenses dentro de Rusia, e incluye bienes muebles e inmuebles ubicados en territorio ruso, así como valores y acciones de entidades legales, propiedades de particulares estadounidenses o de su gobierno. Estados Unidos y sus países aliados congelaron casi 300 mil millones de dólares de activos del Banco Central de Rusia como parte de las sanciones cuando Moscú lanzó la operación militar especial en Ucrania. La mayoría de esos activos se encuentran en la Unión Europea (UE). Según las estimaciones del G7, se espera que el beneficio de estos activos supere los 3 mil millones de dólares anuales, de los cuales el 90% será utilizado para apoyo militar a Ucrania a través del Fondo Europeo de Paz (EPF, por sus siglas en inglés) y el resto será transferido a la Unión Europea.

 

Los grillos de Biden

A pesar de los pocos vientos que soplan a su favor, Biden no ha podido librarse de los pesados grillos que le obligan a arrastrar los pies en su pretendido retorno al poder: sus deficiencias mentales y físicas, que tercamente insiste en calificar de "momentáneas". El entonces fiscal especial estadounidense, Robert Kyoung Hur, que entrevistó a Biden durante dos días en 2017, en un juicio en su contra por ocultar y divulgar documentos clasificados, asegura que su déficit físico y cognitivo es totalmente cierto. Forma parte de un historial médico recurrente, continuado e indefendible. Las observaciones del fiscal sobre la "mala memoria" de Biden, insertas en su reporte de casi 400 páginas, fueron tachadas de "gratuitas e inapropiadas" por la Casa Blanca, pero los errores públicos cometidos casi a diario por Biden confirman que no está "apto" para el cargo. Hur describió a Biden como un "anciano bienintencionado, con una mala memoria", que no fue capaz de recordar cuándo murió su hijo Beau, fallecido de cáncer en 2015, o las fechas de su vicepresidencia.

 

Raúl Pineda


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