La casa de un beato es el museo del pueblo

El Médico de los Pobres cumple 158 años de su natalicio y su hogar está abierto al público

Cada rincón de la casa fue restaurado para la visita de caraqueños y turistas.

 

25/10/22.- La Pastora es una de esas parroquias cuyo valor histórico resulta incalculable, más allá de los siglos que tiene de fundada y de los personajes notables del arte y la medicina que han vivido en sus espacios.

Uno de ellos es el doctor José Gregorio Hernández, quien pasó a la eternidad como “El Médico de los Pobres” y recientemente fue beatificado por sus milagros en personas que le han profesado su fe durante décadas.

Hace 158 años nació este trujillano que se hizo querer y respetar por todos los caraqueños, que veían a un médico profesional con sensibilidad y comprometido con los pobres que no tenían los recursos económicos para adquirir medicamentos y que, en innumerables ocasiones, les consiguió lo necesario sin cobrar nada a cambio.

Es por ello que su casa en esta parroquia capitalina actualmente tiene las puertas abiertas para todo el público que desee conocerlo más de cerca a través de sus pertenencias y otros objetos preservados, además de un contacto directo con el pasado, mediante la arquitectura empleada dentro de su hogar.

Las labores de restauración y su inauguración se realizaron en 2021, mediante el Plan Caracas Patriota, Bella y Segura, emprendido por la alcaldesa del municipio Libertador, Carmen Meléndez, quien se desempeñaba para ese momento como vicepresidenta sectorial para la Seguridad Ciudadana y la Paz, y a través de Fundapatrimonio, estos entes ejecutaron un trabajo extenso para la recuperación en los alrededores de la casa, donde vivían ocho familias que fueron reubicadas en viviendas propias otorgadas por el Estado.

Cuadros que liustran etapas en la vida de José Gregorio Hernández y sus pertenencias son resguardadas en el museo.

 

Las esquinas de San Andrés y Desbarrancados, que se ubican a media cuadra del puente El Guanábano, fueron recuperadas a propósito de estos trabajos. En una de las paredes cercanas al hogar de Hernández puede apreciarse un mural en el que se homenajea su obra y legado.

Cualquier persona que recorra sus espacios notará que se encuentra dispuesta una sala de exposiciones con diversas imágenes de lo que fue su vida, así como una serie de réplicas de cuadros, como el Sagrado Corazón de Jesús y el Sagrado Corazón de la Virgen, que fueron pintados por el doctor en sus ratos libres. Porque, cabe recordar que José Gregorio Hernández también gustaba del arte, tocaba el piano, leía clásicos de la literatura universal y acudía a disfrutar de obras teatrales, la ópera y vestir ropa colorida.

El museo brinda actividades culturales como recitales de guitarra, agrupaciones de música folclórica, talleres de manualidades y también se atiende a personas que residen por la zona, con jornadas de vacunación.

Espacios aledaños al museo fueron embellecidos para los habitantes y rendir homenaje al beato José Gregorio Hernández.

 

Su muerte accidental, ocurrida el 29 de junio de 1919 en la esquina de Amadores, conmocionó a toda Caracas hasta el punto que, al día siguiente, los comercios cerraron sus puertas para guardar luto y acompañar sus restos hasta el Cementerio General del Sur, con casi 20 mil personas que lamentaron su pérdida. Tenía 55 años.

Sin embargo, han pasado 103 años de su desaparición física y su imagen sigue presente, no solo en Caracas sino en toda Venezuela, por lo que continúa vivo en la memoria de la población que tiene fe en que curará toda dolencia o enfermedad.

Los interesados en visitar la Casa Museo José Gregorio Hernández pueden dirigirse a las esquinas de San Andrés a Desbarrancados, a pocos metros del puente El Guanábano, de martes a domingo, en el horario comprendido de 9:00 am a 4:00 pm.

EMMANUEL CHAPARRO RODRÍGUEZ / CIUDAD CCS


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