11/08/2024.- Así, con comillas, aparece esta frase en un artículo de BBC News Mundo, publicado el 29 de enero de 2023, con la firma de Ángel Bermúdez. Se titula "Las 'fotos trofeo' que tomaron soldados de la Alemania nazi y con las que dejaron testimonio del Holocausto".

"Los soldados en todas las guerras toman fotos de matanzas, de sus trofeos, porque sus trofeos son el enemigo", declara Janina Struck, una fotógrafa entrevistada para el artículo, que explica cómo los soldados nazis tomaban fotografías de sus crímenes, imágenes que sirvieron después para hallar culpables, identificar víctimas y probar responsabilidades. "Entonces era muy fácil conseguir una cámara portátil, la Leica de bolsillo, que llegó al mercado en la década de 1930 (…) 10% de la población del país poseía una cámara propia en 1939", señala Wendy Lowell, una profesora de Historia entrevistada para el mismo artículo.

Agrega Janina Struck:

Los soldados tomaron fotos de ahorcamientos a los que asistieron y, a veces, se paraban junto a la persona que había sido colgada para tomarse una foto a su lado. Así que esto era un trofeo. Es una forma de demostrar su poder y el del ejército invasor.

La fotógrafa cierra con este comentario: "Pero no creo que eso fuera en específico algo solamente de los alemanes".

No lo ha sido. Esta práctica permitió, por ejemplo, documentar los crímenes de los soldados estadounidenses en Irak, aunque en este caso no se haya hecho ni siquiera una mínima parte de la promoción constante que mantienen de los crímenes nazis en nuestras mentes .

En el caso del lunes 29 y el martes 30 de julio de este año, en Venezuela, no son nada más fotos, sino videos completos. Los grupos criminales contratados para el sabotaje poselectoral se dirigieron a atacar objetivos: hospitales, escuelas, sedes gubernamentales, módulos policiales… Sabían lo que hacían cuando destruían símbolos como las estatuas, cuando atacaban a sospechosos de ser chavistas, y dejaron testimonios claros en sus videos, filmados no solamente para ostentar, sino para cerrar sus contratos.

Por supuesto, en situaciones como estas no falta un exaltado espontáneo que se sume. El bombardeo no ha sido gratis: buscaban predisponer actitudes contra el fraude, proclamado y preparado semanas antes.

De unos y otros quedaron testimonios gráficos que se pueden identificar y ubicar, como en efecto se ha hecho. El procedimiento para encarcelarlos ha seguido el patrón de la policía británica: usar los videos, identificar a los participantes y proceder a detenerlos.

Tiene que haber responsables cuando se desata aquella furia ultraderechista, que actúa allá en Gran Bretaña contra inmigrantes o musulmanes y aquí contra "chavistas", solo que, en el primer caso, los medios de comunicación hegemónicos entienden y toman partido a favor del gobierno británico; pero en el otro, en el nuestro, lo denominan "ola represiva".

Valga señalar que esos arrestados de aquí no son los protestantes pacíficos. Nadie se ha llevado a una señora por tocar cacerolas. En alguna medida, justo el rechazo de los sectores que tradicionalmente han apoyado a los extremistas de derecha —que gentilmente llaman "la oposición"— hacia esas bandas violentas ha contribuido a aplacar la situación. Una nota distribuida por nuestro admirado Luigino Bracci sirve para ilustrarlo: algunos de los sujetos —generalmente muy jóvenes— pasaron frente a las residencias de un sector que siempre ha sido escenario para protestas antichavistas, pero la gente de esos edificios no dio ninguna señal de solidaridad. Ellos no se sentían identificados con esas bandas que actuaron principalmente en sectores populares. La violencia no estaba en el ánimo de los vecinos. Además, también hubo un mal cálculo de los contratantes: esa gente de las bandas se parecían demasiado a "los chavistas" imaginados desde la clase media, esos que han sido objeto de sus temores y de su rabia.

No se puede saber exactamente qué sigue en el guion de nuestros fascistas locales. Por supuesto, las amenazas prosiguieron hasta que empezaron a ser arrestados los que proferían ofertas de muerte y sangre contra líderes o militantes chavistas. Por supuesto, el señor no-candidato tampoco apareció a mostrar su "pruebas" en el Tribunal Supremo de Justicia, al cual fue convocado. Por supuesto, han quedado en evidencia en un terreno cada vez más despejado. Pero también, por supuesto, los motivos de sus jefes y de quienes los apoyaron desde el exterior —me refiero a CNN, Voz de América, BBC, France24 y asociados, así como también a los dueños de WhatsApp y de X, o los presidentes pitiyanquis de América Latina— siguen vivos y se comprometieron tanto, pero tanto, tanto, que les costará echarse para atrás.

Están derrotados y nos toca de nuevo restañar heridas, algunas de ellas habrá que examinarlas, porque necesitamos vencer y convencer, porque lo nuestro es construir una sociedad de amor, solidaridad y justicia. Hay mucho por hacer, pero estamos victoriosos y seguiremos adelante.

Humberto González Silva

www.centrodescolonizacionvzla.wordpress.com