La CIA se inmiscuye en los Juegos Olímpicos

Investiga sobre la inclusión de la URSS en el COI

El soviético Viktor Chukarin destacó en la gimnasia de los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952.

 

09/08/24.- El 22 de julio de 1951, el sueco Sifrid Edström, entonces presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), durante una asamblea general de ese organismo, anunció de manera muy solemne, la admisión de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como miembro del organismo.

En su discurso señaló sobre las actuaciones de Rusia como país en los Juegos Olímpicos en 1900 en París, Francia; en los Juegos Intercalados, realizados en Atenas, Grecia, en 1906; en Londres 1908 y en Estocolmo, Suecia en 1912, para justificar esa inclusión.

Al día siguiente, la CIA comenzó a interesarse por los Juegos Olímpicos e inició un intenso espionaje sobre los deportes practicados en los países que formaban el bloque soviético, y la influencia que ese país podía tener, en el futuro, en los países occidentales.

La CIA, en sus investigaciones, hizo un cálculo errado sobre las medallas que podían obtener los atletas soviéticos, porque no tomó en cuenta la gimnasia, una disciplina que no era atendida como deporte en Occidente para esa época y las pruebas de fuerza como la lucha, levantamiento de pesas y lanzamientos de martillo e impulso de bala en atletismo.

En los Juegos Olímpicos de 1952, en Helsinki, Finlandia, la gimnasia fue de dominio soviético, al ganar 22 medallas (11 las damas e igual número los caballeros) en las 15 categorías en que se compitió, y quedó con el oro en la clasificación general de la disciplina.

Destacó el gimnasta soviético Viktor Chukarin, al quedar primero en la clasificación general individual, con oro en salto longitudinal del potro y en salto del potro con aros, además plata en paralelas y anillas.

En femenino, URSS también quedó en el primer lugar de la general por equipos en la gimnasia, con excelente actuación de María Gorokhovskaya con medalla de oro en la general individual y plata en figuras, salto de potro, barras de equilibrio y barras asimétricas.

Otras que aportaron medallas y puntos para URSS, en gimnasia, fueron María Bocharowa, Yekaterina Kalincchuk, Nina Bocharova y Margit Korondi.

En halterofilia, el soviético Iván Udonov sorprendió al totalizar 315 kilogramos en el peso gallo, que para la época no se concebía que un atleta con apenas 54 kilogramos de peso corporal, podía levantar tantos kilos.

En lucha grecorromana, Unión Soviética lideró el medallero con 10 metales (5 oros) y en atletismo ganaron oro con Galina Zybina (impulso de bala) y Nina Ponomaryova (lanzamiento de disco).

Lo que verdaderamente activó las alarmas, fue que la puntuación soviética resultó sorprendente y peligrosamente cercana a la de Estados Unidos, país que tradicionalmente dominaba los Juegos.

Estados Unidos quedó con 40 de oro, 19 de plata y 17 de bronce, para un total de 76 medallas, seguido de Unión Soviética con 22, 30 y 19, para 71.

JULIO BARAZARTE / CIUDAD CCS


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