Palabr(ar)ota | Sainete argentino

15/08/2024.-  Cierta teatralidad le viene a Argentina del tango, pero esa es una teatralidad que compartimos todos los latinoamericanos y unos cuantos pueblos de otros continentes.

La tragicomedia de Milei, en cambio, tiene poco que ver con el melodrama tanguero. Lo de Milei es una mezcla de inocultable patología mental con un pastiche de ideologías políticas y apuestas económicas que ni él sabe dónde empiezan o adónde conducen.
Pero no es del performance individual de Milei de lo que van estas líneas.


El sainete del que se trata aquí lleva por nombre: La firme e inmutable postura del Gobierno argentino sobre las elecciones en Venezuela; y se desarrolla más o menos así.


—Canciller Diana Mondino: Edmundo ganó las elecciones. ¡Fraude! ¡Fraude!

Al día siguiente:

—Milei: Pero che, Mondino, en Washington dicen que sí, pero no.


—Mondino: Entonces estamos equivocados... ¿Será fraude o no será?

Al día siguiente, el portavoz presidencial:


—Manuel Adorni: Nunca dijimos que era fraude. Bueno, sí lo dijimos pero ya no nos acordamos. La única verdad es que quién sabe.

—Periodista: ¡Pero si ya habían dado a Edmundo como ganador!

—Adorni: ¿Edmundo? ¿Cuál Edmundo?

—Periodista: Por fin, ¿cuál es la posición de Argentina?

—Adorni: Estamos esperando instrucciones de arriba.

—Periodista: ¿De Milei?

—Adorni: ¡Nooo! De Washington. Cerrada la rueda de prensa.


—Milei (asomándose detrás de una cortina): ¿Ya se fueron?

—Adorni: Sí, Presidente, ya no hay nadie.

—Milei: ¿Te preguntaron por la soberanía de mi gobierno?

—Adorni: No, pero vi unas sonrisitas sospechosas.

—Milei: ¿Por qué sería? Aquí somos gente de una sola palabra.

—Adorni: Eso les expliqué, con muchas palabras.

—Milei: (Prosopopéyico) Eso es. Que nadie dude de nuestra inmutable y autónoma política internacional... (bajando la voz) y mantén abierta la línea con Washington.

—Adorni: ¿Y si no llaman?

—Milei: Qué sé yo, llama a Burrell, a Micrón, a Varito, que nos digan qué es lo que vamos a hacer, pero, eso sí, con autonomía.

—Adorni: Está bien, Presidente.

—Milei: Esos gringos lo tienen a uno bailando en un tusero (hablando consigo mismo). ¡Coño!, eso de bailar en un tusero no es argentino. ¿De dónde será? Ya ni sé lo que digo.


Mira lánguidamente a Adorni. Hace mutis. Baja el telón.

Cósimo Mandrillo

 


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