Derreflexión | De la ira a la enfermedad
¿Cómo el odio afecta su salud física y emocional?
18/08/2024.- En nuestra vida cotidiana a menudo nos enfrentamos con situaciones que nos pueden provocar ira o resentimiento. Estos conflictos pueden ser personales o a escala social, pero lo cierto es que el odio es un sentimiento negativo que se puede manifestar con una gran intensidad.
Aunque muchos no tengan en consideración el impacto que el odio tiene sobre la salud física y emocional, sí existen estudios científicos que demuestran cómo el odio puede afectar de manera negativa la salud integral.
El efecto del odio en la salud emocional
El odio, al igual que otras emociones negativas, puede tener un impacto devastador en la salud emocional. A nivel psicológico, el odio tiende a ser un sentimiento intenso y duradero que puede consumir tu mente. Esta intensidad puede llevar a un ciclo de pensamientos obsesivos, ansiedad y depresión. Las personas que albergan odio a menudo experimentan un aumento en los niveles de estrés, lo cual puede dificultarles el disfrute de la vida cotidiana y la capacidad de experimentar emociones positivas.
De acuerdo con el autor McEwen E., en su estudio titulado Anger and cardiovascular health, publicado en American Journal of Hypertension, la ira y el odio elevan los niveles de cortisol y adrenalina, lo cual aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
En este mismo orden de ideas, los autores Steven W. Cole y R. R. Kiecolt-Glaser señalan en su investigación The influence of negative emotions on immune function and desease susceptibility, que el odio impacta en la función inmunológica debilitándola, lo cual hace más propensa a la persona que sufre de odio a padecer de infecciones y enfermedades, además de inflamación crónica y otras condiciones.
Dichos estudios constituyen un soporte científico para comprender cómo el odio afecta la salud física y emocional, por lo que se debe optar por un estilo de vida centrado en la compasión, el amor, el perdón y la gratitud, a fin de disfrutar de una buena salud integral.
Aparte de esto, el odio impone barreras emocionales con los demás, lo cual genera dificultades en los procesos de comunicación y en la empatía, lo cual puede llevar a un aislamiento social que, a su vez, ocasiona ansiedad y depresión.
Todos somos UNO: La necesidad de sanar
De esta forma, el odio se convierte en una forma de autoinmolación emocional. Cuando centras tu atención en el odio, te estás perjudicando a ti mismo en lugar de encontrar soluciones constructivas o sanar. Esto perpetúa un ciclo de dolor emocional que puede ser difícil de romper.
Dentro de la complejidad de la vida, comprender que “Todos somos UNO” es abrir el corazón y darnos cuenta de que cada ser humano es reflejo de nuestra esencia. Practica la introspección para que encuentres esa chispa divina que nos mantiene conectados y tu amor incondicional se extienda y te una a los demás.
Recuerda que las alegrías, triunfos y sufrimientos de los demás son un reflejo de los nuestros. Interiorizar este axioma nos lleva a sentir amor genuino y trascender las barreras del ego.
A través de cada acto de bondad comprobamos que no estamos separados, que el amor es el camino idóneo hacia la unidad y la vía para sanar al mundo, desde ese núcleo de amor compartido.
Isbelia Farías