Xin Chào | Poesía y revolución

"Por la alegría he ido al combate y por la alegría muero"

28/10/22.- La reflexión bonita para acariciar la vida ha formado parte determinante en grandes líderes de procesos, que han forjado cambios profundos en la sociedad, como el Libertador Simón Bolívar en su intensa vida, recordada en diversos escenarios el pasado 13 de octubre, a propósito del bicentenario de Mi delirio sobre el Chimborazo. 

Entre cantos y poemas, el Comandante Chávez supo acercar su discurso a las multitudes durante su recorrido por campos, ciudades y muchos lugares del planeta, en su incansable trajinar por una Venezuela distinta al proyecto imperialista del punto fijismo, que venía de sembrar incertidumbre, sufrimiento y entreguismo.

Muy lejos, en el lejano Sur, a 17 mil kilómetros de distancia de la patria de Bolívar y Chávez, tras una titánica batalla de un siglo, el pueblo vietnamita vislumbró esperanza a los colonizados pueblos de Asia, África y la Abya yala, cuando el legendario caminante Hồ Chí Minh, vocero del canto, la alegría y la poesía, nos hacía recordar al comunista checo Julius Fucik (1903-1943), quien a pesar de estar condenado por la Gestapo a morir al pie del patíbulo, le cantó a la alegría: “Y lo repito una vez más. He vivido por la alegría. Por la alegría he ido al combate y por la alegría muero. Que la palabra tristeza no sea unida nunca a mi nombre”.

Frente a las dificultades, el Tío Hồ siempre insistió en no perder la risa: “Podrás perder mil batallas, pero solamente al perder la risa, habrás conocido la auténtica derrota”.

Entre los laberintos calamitosos, a través de las montañas norteñas, que separan a Vietnam de China, Hồ se inspiró ante esas frondosas murallas verdes de Pác Bó, zona de la norteña Cao Bằng: 

“Se divisan las montañas y las aguas a lo lejos.
¿No es acaso la inmensidad?
Aquí el arroyo Lenin, allá la montaña Marx,
dos manos para construir una Patria”.

Una gruta enclavada en la montaña Marx, cerca del arroyo Lenin, como el legendario caminante bautizó aquel verde paisaje, era el centro de operaciones del alto mando militar que enfrentaba en ese momento a los invasores franceses en el norte vietnamita, durante la década de los 40 del pasado siglo.

Una tabla sobre grandes piedras, una fogata para calentar la cueva y una laja sobre tres rocas, mostraban el “buró” del voluntarioso Hồ, quien todas las mañanas, después de practicar taichi, atendía el huerto y alimentaba a los peces del arroyo Lenin.

Un domingo, 29 de agosto de 1943, le agendaba encuentros políticos importantes, al otro lado de la frontera, en Chung King, pero una celada del Kuomintang desarregló los planes y abrió una tragicomedia en la vida del líder vietnamita, quien fue apresado y sometido a una ruleta por 30 prisiones en el tránsito de 13 provincias chinas. Las caminatas, cual calles de la amargura, en lugar de doblegarlo, devino tanque de pensamiento y poesía, dejando para la posterioridad el Cuaderno verde, verdadero original del Diario de prisión.  

“Antes de romper el alba, con los brazos atados y tirando de él con una cuerda, se ponían en marcha. Y a la hora del crespúsculo, cuando los pájaros regresaban a sus nidos, se le encerraba en cualquier celda improvisada, junto a un montón de inmundicias. Y él podía sentirse feliz si lo ponían en el cepo, ya que con ello se liberaba de pasar la noche en las letrinas”, relata el traductor cubano Félix “Pita” Rodríguez, quien se pregunta cuántas de sus esencias se han podido evaporar en el largo trasiego traductor, del chino clásico al tiếng việt o vietnamita, de este al francés, del cual trabajó Pita para escribir la versión en castellano, impresa por la editorial Thế Giới en el año 2008.
 
Claro de luna
¿Qué hacer en la prisión, sin bebidas ni flores, 
en una noche tan radiante, luminosa y serena?

Mira el hombre a la luna que esplendorosa asciende
La luna mira al poeta, a través de la reja. 

(HChM)

Sobre Diario de prisión, refiere Pita.Rodríguez, que Walt Whitman expresó: “…Quien abre este libro toca un hombre”.

Fuentes:
- Hồ Chí Minh.(2008). Diario de prisión, Editorial Thế Giới.
- Beaumont Rodríguez, Octavio. (2008). Tiempos de vivir, Editorial Blue Cube Digital Service, Valencia.
- Thế Tài, Phùng.  (2008). Recordando al Tío Hồ, Editorial Thế Giới.

 

Ángel Miguel Bastidas G.


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