24/08/2024.- El triunfo del candidato presidencial del Gran Polo Patriótico (GPP) de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, en las elecciones del 28 de julio de 2024, significa para el pueblo venezolano la respuesta de la mayoría del electorado de que es necesario seguir con la Revolución Bolivariana, que se ha mantenido firme en materia de soberanía e independencia verdaderas.

Nicolás Maduro, actual presidente constitucional de Venezuela, ha sido uno de los estadistas demócratas que más ha podido esquivar trampas y obstáculos de la ultraderecha venezolana y extranjera desde 2016: conflictos legislativos dirigidos por la mayoría de la oposición para derrocar el gobierno; los bajos precios del petróleo; las medidas coercitivas, el decreto imperial del presidente de Estados Unidos Barack Obama; la violencia desatada por la contrarrevolución y apoyada por la oligarquía local e internacional; el discurso mediático de las mentiras (posverdad); el referendo revocatorio y las guarimbas. También, el intento de magnicidio contra el presidente Maduro, el caso Monómeros y la expropiación de Citgo, que fue vendida por EE. UU., en complicidad con sectores de la ultraderecha venezolana (Leopoldo López, Juan Guaidó, Julio Borges y la casta de apellidos neofascistas), el secuestro de lingotes de oro por parte del Banco de Inglaterra, los ataques cibernéticos, etc.

Entre los años 2014, 2017, 2019, 2020 y 2024, la ultraderecha trató y aún trata con variedad de invasiones paramilitares; acciones políticas, económicas, diplomáticas, propagandísticas y de espionaje; el caso del usurpador Juan Guaidó; la ejecución de actos terroristas y de sabotaje; el apoyo a mercenarios clandestinos; el aliento a la deserción y la emigración y los intentos por liquidar al Presidente de la República y a otros líderes del proceso bolivariano. Todo ello se demuestra mediante documentos desclasificados y declaraciones públicas en las que están involucrados representantes opositores como María Corina Machado, Julio Borges, Juan Guaidó, Leopoldo López y otros, que han sido dados a conocer por el fiscal general de la República Bolivariana de Venezuela, Tarek William Saab.

En el espacio geográfico venezolano, el presidente Maduro ha podido sortear también la impresionante sequía que se produjo en nuestra principal central hidroeléctrica, que depende del embalse del Guri y debía generar el 70% de la energía del país. La ultraderecha trató de aprovecharse de esta situación, provocando sabotajes eléctricos para buscar el rechazo de la población civil e imputar al gobierno la crisis energética.

En el caso de la sequía, la inmediata respuesta del presidente Maduro fue adoptar medidas drásticas: empleo de bombillos ahorradores, aires acondicionados ahorradores digitales y reducción de horarios de trabajo en el sector público y privado. También, decretó un plan de ahorro de consumo eléctrico y de agua. Así, el mandatario pudo evitar un colapso energético en todo el país.

Maduro, dirigente sindical del Metro de Caracas, diputado de la Asamblea Nacional y canciller de la República en el pasado, ahora conduce los destinos del país desde que sustituyó al comandante Hugo Chávez Frías. Él, con su pragmatismo y combatividad, ha logrado con audaces medidas evitar que la ultraderecha, saturada de soberbia, se haga con el poder político de la nación. Desde que ganó las elecciones por primera vez el 14 de abril de 2013, ha llamado en varias ocasiones a la oposición al diálogo nacional. El espíritu constructivo de la representación del gobierno bolivariano logró incidir en la parte opositora, llegando a varios acuerdos durante las diversas reuniones que tuvieron. Lamentablemente, todo esto se desplomó por una llamada de Washington que ordenaba a los representantes opositores no firmar ningún acuerdo. Por ello, el diálogo se engavetó.

El triunfo electoral de Maduro, el 28 de julio de 2024, fue una auténtica respuesta del pueblo que lo revestirá nuevamente como Presidente de la República para el período 2025-2031, aunque los ultraderechistas Edmundo González y María Corina Machado sigan cantando fraude.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) justificaron legal y constitucionalmente la validez del proceso electoral que se llevó a cabo el domingo 28 de julio de 2024 donde resultó electo Nicolás Maduro Moros, quien ha hecho de la política exterior venezolana un ejemplo de realismo al pronunciarse por la paz y la seguridad mundiales, contra el genocidio israelí en la Franja de Gaza y Cisjordania, y con una clara y firme posición de solidaridad con la Federación de Rusia en el conflicto con el gobierno neofascista de Ucrania.

J. J. Álvarez