02/09/2024.- Las personas, en algunas ocasiones, podrían experimentar afecciones llamadas neuralgias que no son más que trastornos sensitivos que afectan de manera dolorosa los nervios de la cara, cráneo y cuello, las mismas son consideradas las neuropatías más frecuentes (enfermedad del sistema nerviosos periférico y central).

El nervio trigémino es el encargado de trasportar la sensación que percibe el rostro al cerebro, el síntoma de su afección más común es un dolor facial que varía de moderado a intenso y suele producirse al masticar, hablar o cepillarse los dientes, las mujeres mayores a 50 años son las más propensas a sufrir de esta afección.

La evolución y el diagnóstico de la neuralgia del trigémino es variable y dependerá de la situación y de cada individuo, los episodios de dolor pueden aparecer en diversas ocasiones al día durante semanas, meses; sin previo aviso y puede parar repentinamente sin llevar ningún tipo de tratamiento.

La causa más frecuente en la mayoría de los casos es el contacto patológico entre el nervio y un vaso sanguíneo, la más frecuente viene dada por compresión del nervio, por ejemplo, en la arteriosclerosis las arterias se entumecen y se inflaman.

La neuralgia del trigémino sintomática es la más extraña, ya que se da por el curso de otras enfermedades como por ejemplo las enfermedades desmielinizantes (esclerosis múltiple). Lamentablemente no se puede prevenir, pero sí podemos disminuir los factores de riesgo de la arterioesclerosis, la cual como mencioné anteriormente puede ocasionar una neuralgia del trigémino.

Los dolores nerviosos prolongados durante cierto tiempo se pueden aliviar en cuanto a la intensidad y frecuencia de los mismos con tratamiento farmacológico, dejando la cirugía para casos que no responden al tratamiento convencional.

El especialista que trata la neuralgia del trigémino es el neurocirujano, pero la fisioterapia tambien cumple un papel importante en el tratamiento, teniendo como objetivo principal el alivio del dolor, pero para ello es necesario conocer a la perfección la sintomatología que describa el paciente y el examen físico del mismo.

Una vez realizado esto se procede a elaborar un plan de tratamiento individual, utilizando técnicas especificas ajustadas al nivel de tolerancia del paciente; generalmente se utilizan corrientes analgésicas (TENS), ultrasonido terapéutico (US) para bajar la inflamación del nervio, crioterapia, aplicación de técnicas manuales (cinesiterapia) o terapia manual articular, masaje en algunos casos donde el paciente no presente dolor al tacto.

Ydalmis Bravo