Micromentarios | Primeras noticias del petróleo venezolano
03/09/2024.- Las primeras noticias llegadas a Europa sobre la presencia del petróleo en nuestro territorio las dieron los cronistas españoles de la Colonia, quienes, a partir del siglo XVI, la señalaron en dos zonas: en la isla de Cubagua y en el lago de Maracaibo.
El primero en hacerlo fue el capitán Gonzalo Fernández de Oviedo, en septiembre de 1535, en su Historia natural y general de las Indias, islas y tierra firme del mar océano. Fernández de Oviedo señalaba que, en la punta oeste de la isla de Cubagua, había una fuente de un licor parecido al aceite. Dicha fuente se hallaba junto al mar y el licor que de ella brotaba salía con tal abundancia que corría sobre las olas, originando una mancha que se extendía a más de tres leguas de la isla.
Según el mismo cronista, dicho licor recibía tres nombres: estiércol del demonio, petróleo y asfalto. Luego apuntaba que era útil para el tratamiento de varias enfermedades y que entonces no se le conocía otra posibilidad de uso.
Posteriormente, en la segunda parte de su Historia natural y general, dio cuenta del petróleo que afloraba en diferentes lugares de la cuenca de Maracaibo.
Acerca del afloramiento de petróleo en Cubagua escribió también el clérigo, cronista y poeta Juan de Castellanos en la primera parte de su Elegía de varones ilustres de Indias, por cierto, el poema en lengua española más extenso que se ha escrito, publicado en 1589.
Castellanos afirma lo siguiente en una estrofa, al elogiar a Cubagua:
Tienen sus secas playas una fuente
al oeste donde bate la marina,
de licor probado y excelente
en el uso común de medicina;
el cual en todo tiempo de corriente
por cima de la mar se determina
espacio de tres leguas, con las manchas
que suelen ir patentes y bien anchas.
Los cronistas que escribieron entre 1552 y 1741 no informaron más nada al respecto y se limitaron a repetir lo dicho por Fernández de Oviedo, sin comprobar cuánto de verdad y cuánto de ficción había en lo que este había apuntado.
Hasta casi trescientos años más tarde, cuando el barón Alejandro de Humboldt reseñó la presencia de asfalto y petróleo en varios lugares de la provincia de Cumaná, no se tuvo noticia de otro yacimiento petrolífero en nuestro territorio.
La razón de tal sequía informativa nos parece hoy día bastante curiosa, pero se explica porque, desde la Colonia hasta el último tercio del siglo XIX, nadie quería e incluso evitaba las tierras donde había afloramientos de petróleo.
Entonces se les consideraba de muy poco valor, debido a que no se podía contar con ellas para la agricultura.
El mundo no imaginaba que, con el tiempo, el petróleo adquiriría un papel protagónico en la economía mundial y venezolana, al punto de ser el principal producto de exportación en todo el orbe.
Armando José Sequera