Comentarios noticiables | Magnicidios "made in USA"
Asesinatos e intentos de asesinatos de EE. UU. contra presidentes y líderes del mundo
21/09/2024.- Informar sobre la historia de las agresiones de que han sido víctimas presidentes y líderes del mundo que dejaron de depender y aún tratan de alejarse de los dictámenes del imperialismo estadounidense no tiene que inventar nada echándoles la culpa a los desafectos al sistema social, económico y político dirigido por los que se desgañitan por el capitalismo salvaje. La narrativa está ahí con miles de hechos, contundentes y brutales, protagonizados por el Departamento de Estado de los Estados Unidos (EE. UU.), la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Pentágono, entre otros.
Estados Unidos siempre ha justificado sus atrocidades como pretextos ante el comunismo y las políticas desfavorables a la Casa Blanca. Esto significó cometer asesinatos de dirigentes políticos de EE. UU. y otros países del orbe. Recordemos, por ejemplo, los siguientes: la muerte de un miembro de la Junta de Gobierno militar de Venezuela, coronel Carlos Delgado Chalbaud, el 13 de noviembre de 1950; el asesinato del primer ministro de la República del Congo, Patrice Lumumba, el 17 de enero de 1961; el asesinato del presidente de la República Dominicana, general Rafael Leónidas Trujillo, el 30 de mayo de 1961; el asesinato del presidente de Vietnam del Sur, Ngo Dihn Diem, el 2 de noviembre de 1963; la muerte del presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, el 23 de noviembre de 1963, víctima de cuatro balazos; el envenenamiento y muerte del presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser, el 28 de septiembre de 1970; la muerte del presidente de Chile, Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973; la muerte del presidente de Ecuador, Jaime Roldós Aguilera, el 24 de mayo de 1981; la muerte del presidente de Panamá, general Omar Torrijos, el 31 de julio de 1981; y la muerte del presidente de Libia, Muamar al-Gadafi, el 20 octubre de 2011. Esto es, en resumen, una parte de lo que es capaz el imperialismo norteamericano, un sistema de crimen y sangre que contrata mercenarios para provocar golpes de Estado y matanzas en aquellos países que están en desacuerdo con su política sin sentido de realismo en estos tiempos tan tormentosos, y que hoy se inclina a favor del fascismo, el nazismo y el sionismo.
Actualmente, hay un caso de magnicidio sin resolver en Haití. Hace más de tres años, el 7 de julio de 2021, a la una de la tarde, ocurrió el asesinato del presidente número 43 de Haití, Jovenel Moïse, quien recibió doce heridas de balas en los brazos, en el muslo y en otras partes del cuerpo. Un grupo de 28 mercenarios extranjeros, la mayoría colombianos, irrumpieron en la residencia del presidente Moïse en Puerto Príncipe y sin mucho miramiento lo ejecutaron e hirieron a su esposa, la primera dama Martine Moïse. Según algunos expertos en criminología, al grupo de mercenarios se le asignó la misión de asesinar al presidente Moïse por órdenes de la CIA estadounidense.
En Butler, Pensilvania, en Estados Unidos, el día 13 de julio de 2024, se intentó asesinar al expresidente Donald Trump, candidato republicano a la presidencia. El intento lo materializó el joven de veinte años Thomas Matthew Crooks, quien hizo varios disparos de fusil hiriendo levemente al exjefe de la Casa Blanca en la oreja derecha. El joven resultó muerto por miembros del servicio secreto del exmandatario. Pasados dos meses y un día, se frustra el segundo atentado al mismísimo expresidente Donald Trump, cuando jugaba en el campo de golf de su residencia en La Florida. Se detiene como sospechoso a Ryan Wesley Routh, conocido opositor de Trump, del partido demócrata, de 58 años, quien no tuvo la oportunidad de disparar su rifle porque fue capturado el pasado domingo 15 de septiembre de 2024 por el personal de seguridad de Trump. Esta situación ha puesto en vilo la campaña electoral presidencial de EE. UU., cuyos comicios se celebrarán el 5 de noviembre de 2024.
Una nueva versión de intento de asesinato contra el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, se frustró al ser develado, el sábado 14 de septiembre de 2024, y capturados catorce terroristas que tenían como objetivo asaltar el Palacio de Miraflores, encaminados directamente a lograr la ejecución del Presidente y del personal de la sede presidencial. Gracias a los órganos, entes, funcionarios y funcionarias que integran el sistema de la seguridad y defensa integral de la nación por haber desmantelado este hostil acto de incitación a la guerra civil y contra la paz de la República.
Todo parece indicar que el autor intelectual de este acto terrorista fue un oficial de las Fuerzas Armadas de EE. UU., Wilbert Joseph Castañeda, capturado el domingo 1.° de septiembre de 2024, quien además trabaja para la CIA. La CIA, esa cueva de asesinos y delincuentes que actúan impunemente y con el reconocimiento y la justificación de los máximos dirigentes de Estados Unidos, la injerencia norteamericana manifiesta.
Por ello, las personas sensatas, militares y civiles, de nuestro país, no importa su forma de pensar, deben seguir actuando de manera coordinada en las actividades de custodia, prevención y seguridad en las instalaciones y bienes de interés estratégicos dentro y fuera del territorio nacional, en labores de inteligencia y contrainteligencia.
J. J. Álvarez