Historia viva | María Antonia Bolívar: ¿buena o mala?

Juzgue usted quién era la hermama de Bolívar por sus acciones

2/11/22.- La figura de María Antonia Bolívar y su trayecto vital nos permite analizar un mapa geohistórico de fragmentos de la Guerra de Independencia y de las relaciones sociales del momento que se retrata en el espejo de la historiografía contemporánea, en la eterna polémica del bien y el mal.

Algunas obras tratan de colocar a María Antonia en el lado monárquico para, a través del “chisme histórico”, disparar y descalificar a Simón Bolívar, su hermano, pero también para posicionarse en el mercado del libro, una lógica que aunque suene curiosa resulta una dinámica mercantil obvia si de lo que se trata es de vender libros con los cuentos que “a las señoras les gusta”, según una máxima monetaria. Tanto la producción de contenido como las ventas se complementan para justificar la producción editorial con claros propósitos de orden mercantil, político e ideológico.

Sin dudas que la María Antonia “mala” o monárquica es mostrada para herir al lector con balas de contenido que, finalmente, disparan a la Revolución Bolivariana, sin decir una palabra sobre Chávez, aunque con una “astucia” poco creativa y muy aparatosa, pero eso es parte del campo de batallas de las ideas, es más, estas producciones se quedan en el tintero bibliográfico y no han pasado a otra plataforma como las telenovelas para “entretener” a señoras sin oficio que les encantan las novelas rosas, los cuentos de pasillo y las tramas comparativas del bien y el mal al mejor estilo de los dramas de Delia Fiallo.

¿Para qué estudiar a María Antonia Bolívar? ¿Qué trascendencia histórica tuvo la hermana de Bolívar en la magna gesta de independencia? La  presencia de María Antonia Bolívar en los escenarios de guerra o de la política se limitó a su entorno familiar, bien a la administración de los negocios de los Bolívar y de ser informante discreta de los asuntos políticos de Venezuela que le interesaba conocer al Libertador.

Debemos decir al respecto solo que a través de su relación epistolar con su hermano retrató una sociedad de conflictos de clase y de aspectos personales del Libertador que en parte describen la ética de un hombre arrastrado por los tormentos de una guerra de liberación social y política.

La condición social de María Antonia Bolívar y las circunstancias de la guerra la colocaron en la disyuntiva de confrontarse con una realidad altamente polarizada, o se era realista o se era patriota, y en algunas circunstancias estos valores pasaban a ningún plano de estimación humana cuando la vorágine salvaje de José Tomás Boves  tomó ventaja el año 1814. Entonces tuvo que huir junto a su familia a Curazao bajo la protección de los amigos de Bolívar en la  certeza que serían pasadas por las armas quien fuera mantuana, pero además hermana de Bolívar.

María Antonia Bolívar cumplió en gran medida las instrucciones del Libertador: en tanto su hermano estaba en campañas militares, ocupado en asuntos políticos de envergadura,  ella resguardó o colocó a la orden los bienes de Bolívar para cumplir con compromisos de la guerra que su hermano adquirió.

La carta de Bolívar a María Antonia escrita en Cuzco el 10 de julio de 1825, permite reconocer a un hombre solidario, responsable con su entorno familiar y con su condición humana; da cuenta de los compromisos asumidos por esa mujer que apoyó a su hermano y le fue leal aún en riesgos. Este documento está atesorado en el Archivo del Libertador del Archivo General de la Nación, citamos un fragmento descriptivo de lo anteriormente dicho:


“Te mando una carta de mi madre Hipólita, para que le des todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como si fuera tu madre, su leche ha alimentado mi vida y no he conocido otro padre que ella. Al tío Esteban le mando una libranza de cinco mil pesos contra el tesoro público. Bastante me ha costado este paso; pero he debido darlo en beneficio de él. Hazle muchos cariños de mi parte. Dame siempre noticias políticas y de todo; porque lo que tú me dices es siempre lo más cierto”.

Si María Antonia Bolívar, que se decía realista y de nombradía monárquica, puso a disposición de las luchas de independencia algunos de los bienes personales de su hermano según sus instrucciones, en tanto era la apoderada, y si comunicaba a Bolívar de cuanta información necesitaba el Libertador para trazar sus políticas a favor de la independencia, si fue ella la que promovió las primeras diligencias para el traslado de los restos de Bolívar a Caracas, según sus deseos, y con ello la enorme carga simbólica que este hecho representó tan punzante como su espada liberadora, juzgue usted quién era María Antonia Bolívar, aunque en algún momento de apremios escribiera que era leal al rey.

Aldemaro Barrios Romero| venezuelared@gmail.com

 


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