Al derecho y al revés | A debatir las leyes electorales
09/10/2024.- Seguimos discutiendo boberías y asordinando los asuntos más importantes.
Ejemplo de lo primero es repetir la penúltima idiotez del excandidato EGU cuando, posiblemente embotado de whisky, anunció desde Madrid que vendría a Venezuela para juramentarse el 10 de enero próximo.
Vale que periodistas asistieran a la rueda de prensa donde EGU produjo la "noticia", desde la comodidad del más costoso barrio de la capital española, pero que ningún fablistán haya puesto en duda lo dicho por el sinvergüenza es como mucho.
Peor es que entre los reporteros allá en Madrid —o de los que reprodujeron en Venezuela la "noticia"— no hubiese siquiera uno que recordara que el excandidato huye del país munido de un salvoconducto firmado por el presidente Maduro, porque, al estar en desacato con la Fiscalía y con el TSJ, y con orden de aprehensión en su contra, cualquier ciudadano lo puede agarrar por las orejas y llevarlo ante el fiscal. La razón es que el salvoconducto que le firmó el Presidente caducó al montarse en el avión militar español que lo llevó a España…
No obstante, el asunto más significativo, tanto que obligó a don Mario Silva a dejar la cama de enfermo para exponer lo que, según el diputado y ancla de La Hojilla, considera vital, es que eso ni siquiera aparece como tema de conversación entre opositores, y menos en conversaciones de diputados del gobierno.
El tema es fundamental para la institucionalidad del país, aunque parezca viveza del gobierno… que no necesariamente lo es.
A estas alturas del relato, habrá quienes —más por desconocimiento que por otra causa— proclaman "que esa reforma de leyes no afecta a nadie" o que "el CNE es y debe ser autónomo en sus decisiones".
Bien, o que los entierren en urna blanca —que es como en Venezuela se da sepultura a niños fallecidos antes de tener siquiera contacto con el mal—, o que se les descubra de quién reciben dinero. Así, se evitará que cambiando las leyes que regulan los procesos electorales en Venezuela se modifiquen reglas de juego originadas en el pasado y que no se corresponden con la realidad hoy vivida en el país. También, que se sigan eligiendo personajillos nefastos en alcaldías, concejos municipales, gobernaciones o como diputados a la Asamblea Nacional o a los consejos legislativos regionales…
El común de los venezolanos —y es lógico que así sea— piensa que nuestras elecciones son de primer grado, es decir, que los partidos proponen sus candidatos y el elector vota, o no, por ellos.
En realidad, no es así, ya que dada la polarización que termina enfrentando dos alianzas entre sí, un porcentaje importante de los candidatos de cualquiera de las dos grandes alianzas —y aquí sí me permito señalarlas como "gobierno y oposición"— viene de los partidos —muchos de maletín— que negocian el apoyo a la gran alianza a cambio de incluir a este o aquel personajillo.
Personajillos impreparados por lo general, de dudosa reputación y que con frecuencia incumplen su trabajo parlamentario.
La reforma de estas leyes incluye —según dijo el presidente del Legislativo nacional, Jorge Rodríguez, y repitió el diputado Mario Silva— acabar con el mercado persa en el CNE, donde siempre —según esas fuentes— "venden partidos, sitios en el tarjetón, nombres de la agrupación, y pagan para sacar de juego a terceros".
Esto es algo vital para comenzar a hacer funcionar las instituciones que sirven de columna vertebral a la democracia.
Obvio que ese estado de cosas perversas, que viene desde el puntofijismo y que no se ha acabado cambiando la Constitución, debe finalizar para la siguiente elección, si no sabotean la discusión donde todo venezolano con algo para aportar debe hacerlo.
En el debate habrá que sacar a los filibusteros que van a sabotear introduciendo propuestas como la elección a dos vueltas, que es lo que anhelan desde hace tiempo los grandes poderes económicos internacionales, pues así vuelcan sus influencias millonarias en contra del candidato popular que gana la primera vuelta… O que en todo caso negocian, con quien gane la segunda vuelta, ministerios y monopolios para su uso exclusivo…
Moscas, diputados Jorge Rodríguez y Mario Silva.
Domingo Alberto Rangel