Araña feminista | ¡Será ley!
¿Cuántas más tienen que morir o someterse a maternidades forzadas?
3/11/22.- Ya se cumple un mes de una de las movilizaciones más importantes del movimiento feminista venezolano en la lucha por el acceso a los derechos sexuales y derechos reproductivos, en especial el referido al aborto seguro y acompañado.
Se cumple un mes de aquel miércoles de lluvia intensa, pero diferente: no fue una lluvia de llanto doloroso de la Pacha Mama como los demás días; fue de esas lluvias que abrazan y de esos llantos que no reflejan dolor, sino felicidad. Fueron las lágrimas de orgullo de nuestras ancestras: aquellas que quemaron, persiguieron y nos parieron.
Con esa fuerza ancestral, la Ruta Verde alzó nuevamente su voz que, aunque a veces pueda parecer disonante por su amplia diversidad, destaca por su admirable claridad y su acelerado crecimiento.
En efecto, la Ruta está cada vez más clara, pues no solo nos une el fervor militante feminista, sino que ahora tenemos un objetivo inmediato a lograr: la aprobación de una propuesta de Ley Orgánica sobre Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, que plantea hacer tangible la triple exigencia de los feminismos a escala mundial, a saber: educación sexual integral, científica, laica y libre de violencias patriarcales PARA DECIDIR; métodos anticonceptivos y servicios de salud sexual y reproductiva, basados en valores de equidad, respeto y justicia PARA NO ABORTAR; y aborto legal, seguro, gratuito y acompañado PARA NO MORIR.
Con ella, hemos podido recoger el sentir y las necesidades no solo de las organizaciones, movimientos y colectivas que integramos la Ruta Verde, sino de las mujeres, niñas, adolescentes y demás personas en situación de vulnerabilidad sexual y reproductiva en nuestro país.
Y si bien aún estamos lejos del instrumento legal perfecto que nos blinde en la protección de todos nuestros derechos sexuales y derechos reproductivos, hemos creado una poderosa herramienta pedagógica para explicar ante la opinión pública, el alcance y fundamentos jurídicos, científicos, sociales y éticos de nuestra lucha, dándole una estocada a la malintencionada narrativa de los antiderechos para encasillarnos en la discusión pseudo-moralista “aborto sí o aborto no”.
Seguramente son muchas las rutas posibles, pero esta es la que planteamos, tal y como nos lo planteó la comisión de la Asamblea Nacional que nos recibió el 28 de septiembre de 2021, cuando a penas la Ruta Verde daba sus primeros pasos. Ese día, las diputadas y diputados que nos recibieron nos expresaron su apoyo y nos pidieron “ponernos de acuerdo” para presentar una ruta que nos permitiese avanzar juntes en el reconocimiento legal y social de nuestros derechos, incluyendo nuestro derecho a prevenir embarazos no deseados, además de nuestro sagrado derecho a no morir por abortos clandestinos e inseguros.
Acogimos el sincero clamor y con envidiable eficiencia presentamos esta propuesta en las mesas técnicas que se crearon para tal efecto. Entonces, ahora que la Ruta está claramente sobre la mesa, les preguntamos a nuestra Asamblea Nacional: ¿Cuántas más tienen que morir o someterse a maternidades forzadas para que se integre a la agenda legislativa?
Con esta propuesta, hemos dado un contundente mensaje a la nación, dejando claro que el movimiento feminista venezolano ha hecho de su amplia diversidad sociopolítica y territorial una fortaleza para hacer política con P mayúscula, lo cual nos permite afirmar, con plena convicción, que más temprano que tarde SERÁ LEY.
Suzany González