Arrimando la brasa | El Castaño

El agua de las tormentas está arrasando, cambiando el perfil de esa región drásticamente

3/11/22.- El Castaño ha sido desde su fundación una zona de Aragua privilegiada en buena medida, se asumía como espacio territorial con un clima y una vegetación ideal para los amantes de la búsqueda de una región bucólica por excelencia para crear un espacio de aislamiento, lejos de los entuertos de la ciudad ruidosa, llena de conflictos urbanos.

Por ello, es tan paradójicamente sorprendente lo que la naturaleza ha gestado en los actuales momentos sobre esos espacios.

El agua de las tormentas está arrasando, cambiando el perfil de esa región de modo drástico.

Las acciones en su apoyo, desarrolladas por diferentes instituciones gubernamentales, con rapidez y de manera ejecutiva, están siendo ejecutadas lo más eficientemente que se puede en medio de una circunstancia como esta.

Pensamos que nunca había ocurrido en el país, ni probablemente en esta zona del continente, nada como lo que ahora presenciamos.

La geografía se transforma violentamente y aún no sabemos con exactitud hacia dónde irán esos cambios en su orden geológico. Qué será de la vegetación y la respuesta climática definitiva.

Mientras tanto, la población sufre, reacciona, se reacomoda como puede, y solo a lo largo del tiempo iremos viendo las nuevas definiciones del paisaje y el acomodo humano.

Una vez más, la naturaleza nos recuerda su derecho a reconquistar espacios, a partir de la lucha entre elementos y fenómenos que le son propios, y donde, por tanto, tiene la última palabra.

Definitivamente, estamos viviendo un tiempo particular en este siglo XXI de lo que podemos considerar un derecho de los fenómenos naturales por definir caminos, echando por tierra lo que los humanos hubiesen acordado, enseñándonos así a tenerle un mayor respeto.

Lamentamos profundamente lo que estos entuertos están haciendo sufrir a la población, asombrada y compungida con estos “entuertos”, y esperamos aminoren las pérdidas, sobre todo las de vidas humanas y de otras especies.

Laura Antillano

 

 


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