Letra fría | El patriarca de Pedro Chacín (2)

18/10/2024.- De las buenas lecturas de los últimos tiempos, he disfrutado un mundo el libro De Burro Bizco a patriarca, del médico psiquiatra Pedro Vicente Chacín Espinoza, "Peviche", una prosa elaborada y traviesa que ocurre en torno a un pueblo que parece gente, ser humano, en realidad, porque gente muy especial era la que habitaba en el pueblo. El conglomerado humano de Burro Bizco era observador agudo, y la vida transcurría entre refranes, anécdotas y recuerdos, desde las antiquísimas braguetas con botones, la interacción con el medio ambiente hasta la vida narrada a punta de sabias sentencias populares.

En contraposición, los oriundos de Burro Bizco ejercían, infelizmente, es la verdad, una actividad comercial biodegradante; es decir, degradaban sus vidas, muchas de ellas edificantes, traficando con sortijas de rabo de mato de agua, con copetes de paují y con viriles de morrocoy, especies que estaban ya casi tan desaparecidas como la bragueta de botones.

Un lenguaje ciertamente mágico, salpicado de referentes psiquiátricos (varias veces de Freud), reflexiones científicas de alto vuelo y todo un discurso sobre un ambiente sin contaminación y su equilibrio ecológico.

Ese era el inicio de esta serie que inicié sobre este fantástico libro, que me ha cautivado hasta el punto de engolosinarme y olvidar que ya había escrito la entrada ubicadora del texto en cuestión. Siempre he dicho que nunca aprendí a caminar y masticar chicle a la vez, y tal vez sea la primera vez que hablé de un libro sin mencionarlo, así que vayan las excusas adelante por el error cometido. Sin embargo, la gran motivación, como decía en el primer texto de esta serie, era la vinculación con nuestro amigo Pedro Chacín, a quien dedica unas buenas líneas sobre los tantos méritos de Pedrito y sobre el luto que embargó a Mercedes, hermana y sobrina de estos geniales "Pedros". Como, para no dejar dudas, escribe este afectuoso párrafo: "El propósito gestor de este libro es recordar, con la memoria más lúcida y lucida, al egregio periodista Pedro Chacín, humorista sin par, ser humano irrepetible en el ejercicio de la bondad".

Con la idea de terminar de "desfacer el entuerto" y entrar de lleno en el libro, voy a seguir con la familia y transcribiré el exacto resumen que hace Mecha en el texto introductorio del libro. Vayamos entonces al prólogo de Mercedes Chacín:

Pedro Vicente Chacín Espinoza (Peviche) nació en la montaña de El Bachiller, en el estado Miranda, al igual que el resto de las hermanas y hermanos Chacín Espinoza (José, Luis, Celenia, Rigoberto y Yolanda), pero bien pudo haber nacido en el caserío Burro Bizco, donde habita el protagonista de esta divertida historia, ambientada en la Venezuela de principios del siglo XX, la rural, la recóndita, la de los presidentes civiles y militares, la de los refranes filosofales, la Venezuela que vio nacer a mi mamá, en 1934, y a mi papá, hermano del autor, en 1932. Juan Frei: así se llama el narrador de esta "historieta", como la define el Peviche, pero que a mí se me antoja llamar crónica literaria humorística, que de tanta hipérbole también puede ser realismo mágico.

Tiene razón Mercedes en la referencia garciamarquiana porque el caserío Los Colorados era una suerte de Macondo, a poquísimos kilómetros de la ciudad de Villa de Cura, estado Aragua. Eran tiempos epidémicos: la anquilostomiasis jugaba marullo, es decir, abundaba, y le ayudaba mucho la costumbre de andar descalzo.

El anquilostoma o necator es el único parásito intestinal que penetra en el cuerpo por la planta del pie, y los habitantes de los caseríos andaban habitualmente descalzos, lo cual los hacía proclives a adquirir la parasitosis, cuya consecuencia era la aparición de una anemia severa, que se erguía para el momento como un azote descomunal para la nación.

Había una escuelita en el pueblo, cuyo único maestro era líder campesino del Partido Democrático Venezolano (PDV), agrupación política que apoyaba al presidente Isaías Medina Angarita. Las reuniones del partido eran en el único salón de la escuela, en las que participaba nuestro personaje con apenas nueve años. En eso ocurrió el golpe militar del 18 de octubre de 1945 contra Medina, donde murió el villacurano Aníbal Paradisi, gobernador del estado Aragua, enfrentando el alzamiento.

El narrador redondea:

Consideraremos desde el aquí y ahora, como una fuerza postrera, la laboriosa urdimbre del libro que terminó con el título De Burro Bizco a patriarca y que nada dice de lo que lo contiene: una historia divertida, sin una sola amargura y con todos los condimentos para hacerla entretenida; de los presidentes de Venezuela desde 1941 hasta 1999, es decir, desde Isaías Medina Angarita hasta Rafael Caldera Rodríguez.

 

Humberto Márquez


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