Hablemos de eso | Hacia 1818… hoy como ayer

20/10/2024.- Hacia 1818, el Ejército Libertador estaba instalado en la recién liberada provincia de Guayana. Desde allí, Bolívar estaba entregado a los preparativos del Congreso de Angostura, para dar cuerpo político a la república que ya, desde las armas, había establecido un espacio propio y peleaba por la total independencia. Para ese entonces, comenzaba a hablarse en la prensa europea más reaccionaria sobre unas negociaciones, la apertura de un diálogo entre España y la América en batalla, para cesar hostilidades y reincorporar a los rebeldes al dominio de la monarquía. La convicción de los patriotas era que ya estaba claro que España no podría imponerse por la fuerza, como lo intentó tantas veces.

La respuesta en El Correo del Orinoco a esa "mediación entre España y América" fue clara y airada:

… si el Gabinete de Madrid tiene la imbecilidad de creer que el gran Congreso, sensible a los atractivos de la Inquisición y prendado de Fernando VII, descienda de la región sublime, desde donde ha de pronunciar los destinos del mundo, a contemporizar con su orgullo y con sus intereses miserables; si se lisonjea con la ilusión quimérica de conservar (…) alguna sombra de soberanía en algún ángulo de este continente; si, en fin, no se decide a admitir por preliminar de toda negociación, y por base de todo tratado el total reconocimiento de la independencia entera y absoluta de la América continental, inmensos males amenazan a un tiempo a aquel y a este hemisferio, y ocho o diez millones de hombres van a desaparecer de encima de la tierra.

Disposición a negociar, sí, por supuesto, pero sobre una sola base: la total y absoluta independencia. Solo negociaríamos entre iguales y, en cualquier otro caso, no se tema a la guerra, sin importando las consecuencias.

Siguieron, no obstante, las pretensiones y presiones para negociar la independencia y, cada vez más, quedaba clara la disposición de las potencias colonialistas a favorecer una "negociación". No faltaban partidarios de la sumisión a la Corona española en estas tierras, ni tampoco aquellos "tibios" a los que atemorizara proseguir la confrontación con el imperio. Tal vez, precisamente por eso, el Libertador Simón Bolívar reúne en "Junta Nacional, el Consejo de Estado, la Alta Corte de Justicia, el gobernador vicario general de este Arzobispado (sede vacante), el Estado Mayor General y todas las autoridades civiles y militares", para examinar detenidamente la conducta del gobierno español y formular, como "intérprete de la voluntad nacional", la siguiente declaración, que exponemos completa, tal como fue publicada en El Correo del Orinoco el 20 de enero de 1819, por su importancia y valor actual:

  1. Que la República de Venezuela, por derecho divino y humano, está emancipada de la nación española, y constituida en un Estado independiente, libre y soberano;
  2. Que la España no tiene justicia para reclamar su dominación, ni la Europa derecho para intentar someterla al gobierno español;
  3. Que no ha solicitado, ni solicitará jamás, su incorporación a la nación española;
  4. Que no ha solicitado la mediación de las altas potencias para reconciliarse con España;
  5. Que no tratará jamás con la España, sino de igual a igual, en paz y en guerra, como lo hacen recíprocamente todas las naciones;
  6. Que únicamente desea la mediación de potencias extranjeras, para que interpongan sus buenos oficios en favor de la humanidad, invitando a la España a ajustar y concluir un tratado de paz y amistad con la nación venezolana, reconociéndola y tratándola como una nación libre, independiente y soberana;
  7. Últimamente, declara la República de Venezuela que desde el 19 de abril de 1810 está combatiendo por sus derechos; que ha derramado la mayor parte de la sangre de sus hijos; que ha sacrificado todos sus bienes, y cuanto es caro y sagrado entre los hombres por recobrar sus derechos soberanos, y que por mantenerlos ilesos, como la Divina Providencia se los ha concedido, está resuelto el pueblo de Venezuela a sepultarse todo entero en medio de sus ruinas, si la España, la Europa, y el mundo se empeñan en encorvarla bajo el yugo español.

La declaración está firmada por el Libertador Simón Bolívar como jefe supremo de la nación, en la ciudad de Angostura (hoy Ciudad Bolívar), el 20 de noviembre de 1818. Esta es la razón por la que el 20 de noviembre se conmemora en Venezuela el Día de los Derechos Soberanos del Pueblo venezolano y de la Historia Insurgente.

Por supuesto, no dejarían de asomar unas risitas en Europa y algunas muecas similares entre los partidarios de los realistas, repitiendo como burla que quiénes eran esos que firmaban, que si todos eran "ilegítimos" y sometidos a la voluntad del dictador Bolívar, que si apenas tenían un "sello provisional" para sus documentos, que si hoy hablaba así, pero le faltaba poco…

Hoy, como ayer, la independencia se defiende. Esa es la patria que se impone a partir de la soberanía insurgente de un pueblo que no se rinde ante nadie.

 

Humberto González Silva

https://centrodescolonizacionvzla.wordpress.com/


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