4/11/22. Al analizar histórica y económicamente las funciones del dinero podemos determinar que cumple cuatro funciones fundamentales: medida de valor, instrumento de intercambio, medio de pago y reserva de riqueza. Por ello, el oro y la plata sirvieron de monedas en tiempos pasados, dado que, como metales escasos y apreciados cumplían estas funciones. 

Posteriormente, transitamos al dinero fiduciario, los billete. Se confiaba o fiaba que un tercero que portara un billete, al presentarse ante la autoridad monetaria, esta le reembolsaría el equivalente en oro que les respaldaba. Este dinero poseía las propiedades de la confianza y aceptación generalizada. 

Subsecuentemente transitamos al dinero fíat, distinto del fiduciario, cuya connotación del latín es: “hágase” ó “que así sea”. Se impone por parte de un banco central, en su carácter de autoridad monetaria, que sea aceptado como tal, es una convención de aceptación jurídica, económica y social, pero con la particularidad de perder la propiedad de ser un activo que permite preservar la riqueza en el tiempo. 

La sola expresión "criptomonedas" entraña lo esotérico, y cuando investigamos en cuanto al significado del término cripto, verificamos que atañe al campo de la criptología, que a su vez refiere la disciplina cuyo objeto trata sobre ocultar (encriptar) la escritura mediante la utilización de cifras, y de esta forma codificar información, la cual es solo inteligible para quienes están autorizados y pueden descifrar o traducir su contenido.

Las criptomonedas son monedas digitales que basadas en la criptografía, como técnica para garantizar su seguridad transaccional y resguardo, que podrían constituirse en una forma alternativa a las monedas del curso legal que todos conocemos, las que son emitidas por las autoridades monetarias gubernamentales (bancos centrales), y que reciben la denominación de dinero fíat.

¿Reúnen las criptomonedas esas propiedades que definen al dinero que hoy conocemos y utilizamos cotidianamente?

Dar respuesta a la interrogante formulada resulta muy complejo. La realidad del auge y desarrollo de las criptomonedas y su impacto en el mundo de los negocios y la economía actuales, es un hecho incontrovertible. Pueden verificarse sus cotizaciones 24/365 digitalmente, desde cualquier parte del planeta, como otros activos financieros transados en las bolsas de valores.

En la actualidad asistimos a una virtualización de las finanzas, con la creación de formas y modalidades tan creativas de dinero, que sobrepasan los límites de los sueños y la imaginación. 

En esta realidad confluyen cuatro factores, a saber: el uso de una tecnología denominada cadena de bloques (block chain), que soporta y facilitan la titularidad, validación y autenticación digital; la criptografía como fundamento de la seguridad; la resolución de complejos algoritmos y ecuaciones matemáticas y la utilización de grandes capacidades de procesamiento informático (minería), para conjugarse y cristalizar en la creación de las criptomonedas, las cuales se incorporan a los mercados financieros para ser transadas con alcance global.

Las criptomonedas plantean un reto a las autoridades gubernamentales. Como criptoactivos, su filosofía está basada en la descentralización y la autonomía. Se concibe la realización de intercambios monetarios digitales sin la intervención y regulación de alguna autoridad monetaria, al crear ecosistemas de inversores, financistas, intermediadores (exchanges: casas de cambio), etc., que actúan con base en la seguridad que proporciona la tecnología que les sustentan.

Sin embargo, en este escenario nadie se entrega, ya algunos gobiernos han introducido los CBDC (Central Bank Digital Coin), sus monedas digitales como bancos centrales. No obstante, podemos agregar algunas consideraciones que nos permiten aproximarnos a la naturaleza de su concepción, definición y caracterización, el impacto en la cultura financiera, así como las ventajas y desafíos que se presentan con la introducción de las criptomonedas en la economía.  

Se definen las criptomonedas como una representación digital, no emitida ni garantizada por una autoridad pública, no se asocian a moneda de curso legal, no se consideran moneda o divisa, pero son aceptadas por personas físicas y jurídicas como instrumentos de pago, que puede transferirse, almacenarse o negociarse por medios electrónicos.

Entre las ventajas y razones económicas que involucra su utilización, destacan la reducción de los costos y los tiempos de procesamiento de las transacciones. Motivo de preocupación para el sistema bancario tradicional, quien pierde terreno en cuanto a negocios se refiere, por la prestación de servicios de pagos, custodia, transferencias, entre tantas otras.

Dada la viabilidad por el uso de la tecnología, adquieren las operaciones en criptomonedas la posibilidad de globalidad descentralizada, que limita la interferencia de los poderes públicos. Asunto de especial atención para los Estados, en cuanto a responder cuál debe ser el límite de intervención en función del interés público, ámbitos entre los cuales podemos destacar, la ciberseguridad, la estabilidad de los mercados e integridad del sistema financiero, la legitimación de capitales, el anonimato, entre otros. 

Si habíamos ventilado en artículos anteriores la complejidad contemporánea de los mercados financieros, la versatilidad y sofisticación de los instrumentos financieros como los derivados, la ingeniería financiera de la titularización de activos, la volatilidad de los tipos de cambio, los flujos de la inversión extranjera directa, ahora debemos también incorporar a la dinámica de los negocios internacionales la participación de las criptomonedas, cuya comprensión de su génesis, funcionamiento y objeto, resulta aún de difícil aprehensión para la gente común. Y podemos verificar, análogamente, cómo los instrumentos bursátiles, las criptomonedas se prestan a la especulación y a la lógica del comportamiento y racionalidad del sistema capitalista.

Si debiese dar una recomendación en calidad de asesor de inversión, en lo que se refiere a las criptomonedas, sugeriría tomar en cuenta lo siguiente: los altos rendimientos se asocian con elevados riesgos, diversificar la cartera o portafolio ayuda a mitigar los riesgos, y no dejar de contemplar actitudes como la prudencia y el sentido común a la hora de adoptar decisiones de inversión que implicarían convertir dinero fíat en criptoactivos como: Bitcoin, Ethereum, Theter, BNB o cualquier otra.   

Héctor E. Aponte Díaz

.