Fisio en acción | El bruxismo se controla con chequeo odontológico
03/11/2024.- Muchísimas personas sin importar si son adultos o niños han experimentado el mal hábito de rechinar los dientes, esta hiperactividad de la musculatura que interviene en la masticación ocurre de manera inconsciente, por lo general, también pudiera estar acompañada de dolor de cabeza, dolor en la cara, específicamente en la mandíbula, cuello y a veces los oídos.
Este roce constante de los dientes produce desgaste de los mismos, aumentando su sensibilidad además de ser desagradable y molesto para las personas que están a nuestro alrededor. Puede producirse durante el día o por la noche, siendo este último el más frecuente ya que está relacionado con el sueño, por lo que resulta más difícil de controlar.
El bruxismo es una enfermedad que puede pasar desapercibida, debido a que no se le da la importancia adecuada, ignorando que esto más que un hábito es un problema que debe ser atacado, ya que trae deformidades en la articulación temporomandibular (ATM) acompañado de todos los problemas musculares que se encuentran relacionados con este importante complejo articular.
El principal desencadenante se ubica en el plano psicológico, aunque el hábito tiene repercusiones que abarca el área de la salud bucal y el especialista a quien se acude es generalmente el odontólogo, pues hay claros indicios de que la bruxomanía, como también lo denomina la Organización Mundial de la Salud (OMS), está relacionada el estrés y la ansiedad.
Entre las recomendaciones generales para controlar el bruxismo están principalmente el chequeo odontológico, realizarse una evaluación de la alineación mandibular, practicar algún ejercicio o actividad recreativa, utilizar un protector bucal o férula, si el especialista así lo indica, acudir a fisioterapia para el manejo del dolor y la fuerza muscular de la musculatura de cara y ATM.
Ahora bien, en cuanto a los signos y síntomas que deben tomarse en consideración para evaluar y tratar el bruxismo, tenemos las contracciones de los músculos de la mandíbula, actividad de los músculos masticatorios (cuando no se están ingiriendo alimentos) sonido y rechinado de los dientes, sensación de tensión y dolor en área mandibular, inflamación de la cara, desgaste de piezas dentales, fracturas de dientes y muelas, hipersensibilidad dental, ruidos oclusales (abrir y cerrar la boca), dolores musculares en cara y cuello, disfunciones auditivas (sensación de pito o tinitus).
Es importante hablar del diagnóstico precoz en donde los objetivos del tratamiento serán reducir el dolor, prevenir que ocurra mayor daño dental o que este sea permanente y disminuir el rechinamiento de los dientes al menor límite posible y por supuesto el tratamiento adecuado dependerá de la evaluación individualizada.
Ydalmis Bravo