Comentarios noticiables | La ONU está maniatada por el veto de EE. UU.
Un aislamiento constante
02/11/2024.- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) está maniatada en las sesiones del Consejo de Seguridad por el poder de veto de Estados Unidos (EE. UU.). ¿Quién puede ignorar esto? Las resoluciones actuales de dicho espacio en la ONU sobre el genocidio del gobierno sionista-fascista de Israel contra Palestina en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén; el genocidio del nazismo de Ucrania contra la población civil en Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, entidades federales que forman actualmente parte de la Federación de Rusia, y el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba no han contribuido a la paz firme y duradera y la seguridad de los 193 Estados miembros.
La ONU fue declarada el 1.° de enero de 1942 y aprobada en Washington con una estructura jurídica de coalición antihitleriana, cuya fundación se estableció el 24 de octubre de 1945, en San Francisco, California, cuando todavía no había cesado la actividad de la Sociedad de Naciones (SDN), que fue disuelta oficialmente en la primavera de 1946.
El día 24 de octubre de 1945, la Carta de la ONU entra en vigor con sus primeros miembros fundadores: Estados Unidos, la Unión Soviética, el Reino Unido, India, Brasil, Irán, Francia, Líbano, México, Canadá, Australia, Turquía, Egipto, Venezuela, Colombia, los Países Bajos, Irak, Arabia Saudita, Siria, Polonia, Argentina, Noruega, Grecia, Bélgica, Dinamarca, Nueva Zelanda, Perú, Chile, Etiopía, Luxemburgo, El Salvador, República Dominicana, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá, Bolivia, Nicaragua, Liberia, Uruguay, Paraguay, Yugoslavia, Checoslovaquia, República de China, Ucrania, Bielorrusia, Unión Sudafricana y Mancomunidad Filipina.
La sede de la ONU está en la ciudad de Nueva York, donde las ideas jurídicas internacionales que la Unión Soviética (URSS) facilitó encarnar en la Carta de la ONU encontraron activo apoyo en amplios sectores sociales de los países de la coalición antihitleriana, cuya fuerza principal había sido precisamente la URSS. Todo esto no podía dejar de reflejarse en la Carta de la ONU. Las proezas del Ejército Rojo de la URSS han quedado como un ejemplo sublime contra el fascismo, el nazismo, y todo lo que guardó semejanza con dichas ideologías, para todos los pueblos del mundo, al igual que la heroica resistencia de Brest, los 900 días de resistencia victoriosa de Leningrado, el heroísmo de los marinos de Sebastopol, la decisiva batalla de Kursk —en la que participaron más de 1.500 tanques por ambos lados—, la defensa de Moscú y la batalla de Stalingrado.
En el contexto histórico actual de la ONU hace falta construir urgentemente una metodología estratégica con el fin de asegurar una acción más rápida y eficaz de captura contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, máximo responsable del irrefrenable genocidio perpetrado a la población palestina desde el 7 de octubre de 2023. Ahora proyecta lo mismo en el Líbano, con el asesinato de más de 2 mil personas y miles de heridos, situación que pareciera trasladarse a Irán. El gobierno de Israel tiene en su lista de crímenes, a la fecha del 31 de octubre de los corrientes, más de 43 mil 163 palestinos, incluidos 17 mil niños y más de 101 mil 110 heridos.
La Corte Penal Internacional (CPI) aún no ha podido ejercer la orden de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, actuales autores del genocidio de la población civil palestina y de hambrear intencionalmente a la que ha quedado con vida. Estas personas se ven obligadas a refugiarse o desplazarse por los constantes bombardeos de la aviación, el uso de las armas y la destrucción de los recursos naturales que en forma generalizada y grave causan daños a largo plazo.
En esto, la ONU ha fallado en el arreglo de las controversias que se han mantenido desde 1948 entre Israel y Palestina. Israel ha incumplido y evadido los medios pacíficos y sigue recurriendo al uso de la fuerza contra la integridad territorial de Palestina, una forma incompatible con los principios y propósitos de la ONU. Para Israel, el país agresor, no hay medidas coercitivas ni nada que se parezca.
En el caso de Ucrania, la política de una buena vecindad con la Federación de Rusia sigue trastocada. No se ha podido lograr unanimidad en la ONU en el plano jurídico para fortalecer la paz y la seguridad y sobre la necesidad de aplicar una política de coexistencia pacífica entre los dos Estados eslavos. El bloqueo político, comercial y financiero contra Cuba por parte de EE. UU. no cesa en su agresividad, pese a las resoluciones que han sido aprobadas por la gran mayoría de miembros en la ONU para poner fin al mismo. Se demuestra así la debilidad de la organización mundial para ejecutar el cumplimiento de buena fe del tan esperado anhelo del pueblo cubano y solamente ha quedado en los textos de las resoluciones por la posición de siniestro rechazo ejercido por la administración yanqui. El bloqueo es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos. La reciente resolución a favor del rompimiento del bloqueo fue de 187 votos a favor, dos en contra y una abstención. Hay que resistir, pero también lamentar, que la ONU esté maniatada por el veto de EE. UU., en un aislamiento constante.
J. J. Álvarez