Se dice que el árbol de navidad es una tradición de origen pagano
El cristianismo transformó esta costumbre ancestral para darle un nuevo significado
06/11/24.- Una de las tradiciones más típicas de la Navidad es poner un árbol decorado con bolas y luces de colores, campanas, lazos, espumillones, guirnaldas y una estrella, entre otros adornos. Se trata de una costumbre de origen pagano que el cristianismo transformó para darle un nuevo significado.
Algunas civilizaciones antiguas ya tenían tradiciones relacionadas con árboles adornados durante el solsticio de invierno, que se fueron extendiendo a otras culturas con el paso de los siglos. Los babilonios ponían regalos bajo los mismos. Los egipcios usaban hojas de palmeras para honrar a Ra, dios del Sol, en la época del año en la que las horas de luz empiezan a aumentar.
Los romanos celebraban en diciembre las Saturnales, unas festividades en honor a Saturno en las que decoraban las casas con hojas de laurel y plantas, encendían velas, intercambiaban regalos y hacían ofrendas al citado dios.
Los celtas ponían frutas y velas en los robles durante el solsticio de invierno. Como explica el canal de televisión por suscripción estadounidense, National Geographic, era una manera de "reanimar el árbol y asegurar el regreso del Sol y de la vegetación". Y es que desde tiempos inmemoriales, el árbol ha sido un símbolo de la fertilidad y de regeneración.
Durante las fiestas de Yule, que llevaban a cabo los vikingos y los pueblos germánicos en el norte de Europa durante el mismo solsticio, se colocaba un árbol. Este simbolizaba a Yggdrasil, el árbol de la vida que une distintos mundos, según la mitología nórdica.
El cristianismo fue ganando fuerza durante la época del Imperio Romano y optó por adoptar las tradiciones relacionadas con el solsticio de invierno, pero cambiando su significado. Para ello, se fijó el nacimiento de Jesús en el día 25 de diciembre
La invención del árbol de Navidad se atribuye a Bonifacio, santo y misionero que vivió entre los siglos VII y VIII. Viajó al norte de Europa para convertir a los paganos. La leyenda cuenta que taló un árbol sagrado para ellos y dedicado al dios Thor y, tras leer el Evangelio, les ofreció un abeto, un árbol de paz que "representa la vida eterna porque sus hojas siempre están verdes" y porque su copa "señala al cielo”.
A partir de entonces se empezaron a talar abetos durante la Navidad, y por algún extraño motivo se colgaron de los techos. Martín Lutero puso unas velas sobre las ramas de un árbol de Navidad porque, según dijo, centelleaban como las estrellas en la noche invernal.
Los primeros árboles de Navidad decorados como los conocemos en la actualidad aparecieron en Alemania en el siglo XVI. Se adornaban con manzanas, que representaban la tentación de Adán y Eva, y velas, que simbolizaban la luz de Cristo.
Esta costumbre se fue generalizando y actualmente dos ciudades bálticas se disputan el mérito de haber erigido por primera vez un árbol de Navidad en una plaza pública: Tallin (Estonia) en 1441 y Riga (Letonia) en 1510.
Actualmente, el árbol de navidad es un símbolo alrededor del mundo para celebrar esta época del año. Ya sea natural o artificial, este es un clásico para adornar las casas, oficinas y tiendas. Además, este se asocia con la llegada de Papá Noel o Santa Claus, quien deja regalos debajo del árbol, los cuales simbolizan los dones que Dios dio durante el año.
LUCILA CONTRERAS / CIUDAD CCS