21/11/2024.- Queridos jóvenes geniales, sé que tienen muchísimas dudas sobre el futuro, que a diario enfrentan desafíos que jamás imaginaron para alcanzar sus objetivos académicos. Sé que a veces se sienten solos, solas. Sé que se trasnochan estudiando cosas que muchas veces no terminan de entender. Sé que madrugan para llegar a tiempo a clases, que a veces están sin energía, que por momentos pierden la motivación y que, aunque cuentan con muchas personas dispuestas a ofrecerles apoyo, quisieran que la vida fuera un poco más como en esas series donde los jóvenes tienen tiempo y dinero suficiente para sacar sus carreras, tener mucha ropa cara, andar en carro propio, rumbear, viajar y ser muy, muy, pero muy cool.

Sé que ponen mucho empeño en hacer las cosas bien. Sé que han intentado conseguir trabajo para costear sus estudios, y sé que se han encontrado de frente con la dura realidad: “se busca joven CON EXPERIENCIA para realizar tal o cual trabajo”. Sé que han pensado: “si todos los trabajos requieren experiencia, ¿de dónde sacaremos la experiencia quienes no la tenemos?”. Quisiera poder abrazarles en este momento, pero al menos puedo decirles: todos hemos pasado por ahí.

 ¡Sé tantas cosas sobre ustedes! Sé que han metido currículo en lugares donde ni siquiera les gustaría trabajar. Que cuando les han llamado de algún trabajo les han propuesto unos horarios que ni haciéndose un clon les permitirían seguir estudiando. Sé que a veces ven a sus padres haciendo esfuerzos por ayudarles y quisieran poder ayudarles a ellos. Sé, incluso, que muchos de ustedes ya son padres y madres, y admiro profundamente todo lo que hacen cada día para seguir adelante con sus sueños sin dejar de lado la gran responsabilidad de sacar adelante esa hermosa “vidita# que trajeron al mundo. Pero tengan calma, todo va a estar bien…

Y sé que todo estará bien porque vengo del futuro y les vi exitosos, felices, satisfechos, realizados. No tengo permitido ofrecerles detalles sobre el viaje, pero me entrevisté con decenas de ustedes y me llenó de orgullo escuchar las historias sobre cómo lograron sus metas académicas y profesionales. Algunas de esas historias incluso parecían el guion de series mucho mejores que cualquiera que haya en Netflix; sin embargo, como ya les comenté: no les puedo dar muchos detalles. Es lo que tenemos los viajeros del tiempo: debemos ser cautelosos con la información para no alterar el curso de las cosas.

Sin embargo, y tras una larga y rigurosa audiencia que tuve frente al Consejo Venezolano de Viajeros en el Tiempo (integrado por importantes autoridades de instituciones como el Ministerio del Poder Popular para el Transporte, Ministerio de Ciencia y Tecnología, y el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología), obtuve autorización para compartirles la siguiente lista de datos para alcanzar sus metas académicas y profesionales, y no morir de ansiedad en el intento. Anoten ahí:

1. Esto no es una carrera de velocidad, es una carrera de resistencia. Que logren graduarse en 5 años, o en 6, o en 7, no les hará mejores o peores profesionales. La universidad es posiblemente el momento de mayores oportunidades para el crecimiento intelectual, la búsqueda de la propia identidad, el aprendizaje profundo, el desarrollo de talentos y el contacto con nuevas experiencias que van a tener durante toda su vida. Universidad, del latín universitas, significa la totalidad, la reunión de todas las cosas; así de maravillosa es la etapa que están viviendo. Así que lo que sí les hará mejores profesionales es el provecho que le saquen a todas esas oportunidades que tienen en sus manos en este momento. Si tienen que retirar una materia para poder aprovechar en pleno el conocimiento que les ofrecen las demás, o para poder asumir el trabajo que les permita seguir costeando sus avances académicos, háganlo sin perder de vista el objetivo.

2. Sean inteligentes con sus elecciones laborales: aunque no siempre tendrán la posibilidad de elegir, intenten siempre encontrar trabajo en algún área relacionada con aquello que hayan estudiado. Esto parece especialmente difícil porque en la juventud uno no ha conocido la suficiente gente para acceder a posibilidades de este tipo, pero siempre habrá maneras: conversen con sus profesores sobre sus intereses laborales, busquen vacantes como ayudante o aprendiz en el área que estudian, acérquense a estudiantes que estén en los últimos semestres de su carrera y averigüen cómo han hecho para conseguir buenos empleos… ¡Ah!, y si tienen el deseo claro y profundo de trabajar en un lugar específico, envíen su CV e insistan por todas las vías que conozcan. Sé de una persona que consiguió su primer trabajo en una agencia de publicidad escribiendo todos los días durante un mes un correo electrónico preguntando si ya habían tomado la decisión de contratarle. No es una manera muy convencional de obtener un primer empleo, y siempre cabe la posibilidad de obtener un diagnóstico de trastorno obsesivo compulsivo como respuesta, pero el que no se arriesga, ni gana ni pierde.

3. Aprendan la diferencia entre gasto e inversión; apréndanla en serio. Cuando encuentren un buen empleo, seguramente empezarán a aparecer ante sus ojos un universo de cosas que antes no podían comprar, y es entonces cuando tienen que ser muy selectivos con sus gastos. No se trata de ser pichirres con ustedes mismos, pero la comida en la calle, o los zapatos de todos los colores, o el “miriñaquito” ese para poner más coqueto el celular. Todo eso son cosas de las que pueden prescindir para priorizar el destino de su dinero a cosas que serán más necesarias. “Los estudios son la prioridad”, es el mantra. Todo el dinero que usen para sus estudios se les va a devolver con creces en el futuro. Así que, si van a gastar dinero en otra cosa que no sea los estudios, háganlo con mucha inteligencia y solo cuando sepan que lo prioritario está cubierto.

4. Aliméntense bien, duerman todo lo posible y en las horas adecuadas, hagan deporte, cuídense la cervical, el túnel carpiano, las rodillas y los dientes. Van a necesitar un cuerpo maravillosamente sano para disfrutar ese hermoso futuro que les viene.

5. Si dentro de algunos años, cuando se hayan graduado y estén ejerciendo sus carreras felices de la vida, llega una señora y les dice que es una “viajera del tiempo” que les quiere hacer unas preguntas, ofrézcanle una silla y un cafecito sin azúcar, por favor.

Malú Rengifo

Gran Misión Venezuela Joven