"Estamos llamados a la renovación de los liderazgos estudiantiles"

Abraham Molero reflexiona como estudiante en el contexto de un país potencia

De profundo pensamiento, Abraham está comprometido con la patria. 

 

22/11/24.- La Plaza de la Juventud, ubicada en una zona estratégica, al lado de la Galería de Arte
Nacional en Bellas Artes, es más que un espacio para el encuentro, los juegos y el
entrenamiento. Es un territorio donde cada día, las y los jóvenes se reúnen para construir una patria.

Entre esos muchachos y muchachas que representan a la Venezuela joven, patriótica y
chavista, se encuentra Abraham Molero. Lo conocimos en las oficinas de la plaza: unas
ingeniosas estructuras construidas a partir de containers reutilizados, que dan un mensaje colorido a toda la zona.

“Nací en Caracas el 4 de noviembre de 2001”, nos dijo Abraham, y entonces, calculamos su edad. Es el menor de tres hermanos y se crió en el municipio MacGregor del estado Anzoátegui. Se formó en valores “como el amor por nuestras raíces, por nuestra cultura, la hermandad y solidaridad característica del venezolano”, relató con orgullo el chamo de 23 años.

Actualmente, va en la etapa final de Relaciones Internacionales en la Universidad
Bolivariana de Venezuela (UBV) y también estudia primer año de Derecho en la
Universidad Central de Venezuela (UCV).

Desde 2021, es vicepresidente de Universidades Bolivarianas de la Federación
Venezolana de Estudiantes Universitarios (FVEU). “El movimiento estudiantil siempre me
ha dado participación”, agrega refiriéndose a la OBE (Organización Bolivariana
Estudiantil).

Como todo joven, Abraham también dedica tiempo al entretenimiento. Le gusta ver animes y entre sus favoritos están Shingeki No Kyojin y Dragón Ball Z. Además, disfruta del béisbol venezolano y se considera amante de la historia de nuestro país: “del estudio de nuestra política nacional”.

“Respeto y amo a los animales, tengo una gatita llamada Kiara (que es demasiado
malcriada)”, así finaliza su presentación y comienza nuestro diálogo.

A propósito del Día del Estudiante Universitario, Abraham reflexiona sobre el contexto
actual de las organizaciones estudiantiles del país y envía un mensaje a las y los jóvenes que más allá de las diferencias, quieren ver a Venezuela como un país potencia.


— ¿Cómo está el panorama de los movimientos estudiantiles en Venezuela hoy?


— En esencia, los movimientos estudiantiles venezolanos han contribuido históricamente tanto al fortalecimiento académico como a la participación activa y a la motivación del estudiantado venezolano. En las distintas regiones, en las distintas universidades, sea universidades experimentales, autónomas, o politécnicas territoriales, existen movimientos estudiantiles que han estado activando, reavivando la participación estudiantil.

¿Por qué reactivar? Sabemos que venimos de un proceso de la pandemia (Covid-19) que nos secuestró prácticamente en las casas, y desde octubre de 2021 hemos llamado, hemos convocado y se han involucrado los jóvenes estudiantes en cada uno de sus espacios naturales de formación.

En este sentido, los movimientos estudiantiles han llamado a hacer la cultura en cada
espacio, a tomar las canchas deportivas, a hacer el deporte. Han sido llamados también al fortalecimiento de las actividades extracurriculares como pilar fundamental en la
preparación de la juventud en los procesos profesionales, que representan procesos de
organización y participación en los espacios sociales y políticos. La Federación Venezolana de Estudiantes Universitarios, como principal aglutinador de todo el liderazgo del centro universitario, de los consejos populares estudiantiles, de los centros de estudiantes, ha estado principalmente enfocada en la política de la Federación en tres pilares.

El primero, el político, como fuente esencial tanto para el fortalecimiento ideológico, para
entender cuál es nuestro papel como movimientos, como fuente cohesionadora de la
juventud estudiantil venezolana en este momento histórico. Del mismo modo, nosotros
hemos definido el aspecto social como fuente principal de la acción, de la vinculación. No solamente enclaustrarnos en las distintas aulas de clase o comunidades universitarias, porque en la esencia, no solamente el estudiantado tiene exigencia o tiene participación política, sino también la participación de las y los obreros, el personal administrativo, nuestros profesores y nuestras profesoras.

En esta vinculación, nosotros hemos partido y hemos concebido la comunidad universitaria como un “todo”. No solamente quedarnos allí, sino salir al Punto y Círculo, como nos llamó a hacer nuestro Comandante Hugo Chávez.

Del Punto y Círculo, a la atención social, a la atención comunitaria, a la atención primaria,
del toque, del tú a tú. Igualmente, hemos definido el aspecto académico como fundamento para la acción, para la transformación, y, sobre todo, para el crecimiento de la participación ciudadana y social.

— ¿Existen espacios de diálogo con estudiantes pertenecientes a factores liberales o de derecha?

— Naturalmente, nosotros en la Federación hemos abierto el compás y siempre hicimos el llamado a un diálogo con las universidades autónomas, donde siempre ha existido esa especie de distancia.

No voy a llamar rivalidad, porque existen diferencias profundas, superficiales, de
metodología. Nosotros desde un inicio, convocamos a estos compañeros y compañeras a que se sumen a la Federación, pero sobre todo a que participen en la acción, en la
transformación social, que es la esencia de la Federación Venezolana de Estudiantes
Universitarios.

En este sentido, se han podido desarrollar espacios; sin embargo, no han tenido frutos
porque estos compañeros prácticamente no han llamado al diálogo, sino que obviamente se han apartado de este tipo de acciones por las distintas metodologías, por los distintos ataques que ha recibido el Gobierno Bolivariano, por parte de las fuerzas fascistas y liberales se han distanciado de los objetivos planteados.

Nosotros, como estudiantes, siempre vamos a llamar al encuentro por la comunidad
universitaria, a llamar también para trabajar en conjunto en pro de la comunidad
universitaria, que nos aglutina a todas y a todos. Aglutina a distintas edades, aglutina a
distintos sectores sociales, económicos, culturales y hasta ideológicos. En este sentido,
queda nuestro llamado siempre al diálogo, al trabajo conjunto y especialmente, para
trabajar de la mano por una sociedad mejor.

— ¿Qué están haciendo los estudiantes comprometidos con la patria para evitar la mal llamada fuga de cerebros?

— Las medidas coercitivas unilaterales han generado distintas fracturas en el
desenvolvimiento de la juventud venezolana. Yo, por ejemplo, estoy enfocando mi tesis sobre la afectación de los derechos humanos en la juventud venezolana, causada por las medidas coercitivas unilaterales. Y sabemos que existe una deserción provocada intencionalmente por los medios hegemónicos, que particularmente están afiliados tanto al imperialismo norteamericano como a la derecha venezolana.

Nosotros desde el movimiento estudiantil venezolano hemos llamado a fortalecer la
formación académica. Nuestro llamado ha sido a fortalecer también la formación técnico-
profesional. Un ejemplo es el tema que ha desarrollado el Inces. Hemos convocado y
accionado en pro de ello, generando espacios de formación, espacios de debate, y sobre todo evitar la deserción.

— Pero, ¿y los estudiantes que al culminar sus carreras se van al extranjero?

— Nosotros, desde la misma Federación hemos efectuado vinculación interinstitucional con sectores tanto privados como públicos, para que la misma juventud profesional pueda aportar, pueda desarrollar su carrera en distintas instituciones, sus pasantías.

Cuando el estudiante tiene su pasantía, y se enamora de su trabajo ya en ejercicio, podemos ir desarrollando y generando estadísticas de qué estamos logrando; podemos evitar una deserción del talento venezolano. Es un tema de hacer seguimiento, de toque, de contacto social con el joven profesional, para que sienta la necesidad de estar en Venezuela; de trabajar por Venezuela, tanto por su familia como por su comunidad.

— El relato corporativo es que aquí no hay desarrollo, que acá no se puede seguir
creciendo, y que no hay oportunidades. ¿Qué le dices a esos jóvenes que ya
culminaron con los estudios universitarios y que creen que afuera está la solución?

— La migración no es la solución a los problemas que tenemos los venezolanos, que hemos sido provocados, lógicamente, a migrar a otros países que tienen gobiernos que emplean la esclavitud moderna; no es la solución para la juventud venezolana.

La solución primaria es quedarse en el país, es trabajar por el país y salir todos de la mano, en conjunto, como comunidad que somos. En este sentido, el llamado es a
profesionalizarse. Hay infinitas oportunidades de estudio, de profesionalización en
Venezuela: más de 170 universidades donde pueden elegir qué carrera estudiar.

Hay oportunidades de trabajo, hay oportunidades de salir adelante todos juntos. Lo primero es pensar con el corazón, a pensar con la realidad. Es pensar también en la familia. El llamado es a trabajar, porque a partir del trabajo tú puedes desarrollar todas las capacidades para crecer, para desarrollarte.

El joven profesional venezolano tiene y debe estudiar, la patria le ha dado la oportunidad de tener una educación pública gratuita y de calidad. El llamado es también a que innovemos, a que aportemos en la transformación de la sociedad venezolana, generar las oportunidades para que el joven participe desde su comunidad, que participe en las más altas responsabilidades que la misma patria le puede designar.

El joven profesional está llamado, inclusive, a emprender; es natural el tema del
emprendimiento, y más nosotros como venezolanas y venezolanos, que salimos siempre
adelante y tenemos una mirada puesta en el futuro.

— Háblanos del proceso de renovación de la Federación.

— La Federación Nacional de Estudiantes Universitarios está llamada a la renovación desde cada uno de sus espacios naturales de encuentro. Desde cada aula, cada sección, cada programa de formación, y cada espacio universitario.

Hemos convocado a la renovación de cada una de nuestras vocerías, de los liderazgos que están en las aulas, con el contacto directo tanto con profesores, con los estudiantes. Ese liderazgo que es el que defiende las notas de sus compañeros, es el que invita a cada uno de sus compañeros de clase, a participar y defender a la comunidad universitaria.

Estamos llamados a la renovación de nuestras bases, pero sobre todo estamos llamados a la renovación de todo el liderazgo, del Centro de Estudiantes Universitarios, las federaciones de centros estudiantiles y los consejos populares estudiantiles.

La última semana de octubre iniciamos un proceso de renovación, de conformación de
comisiones electorales en cada uno de los espacios universitarios. En las primeras semanas de noviembre se postularon los distintos candidatos y candidatas que van a participar en nuestro cuarto congreso de la Federación. Son ya casi diez años de nuestra conformación, pues se creó en Caracas, en el año 2015.

Esta es una generación que, sobre todo, nació por medio del sacrificio de varios líderes
estudiantiles. En ese mismo año de creación, en la elección de los delegados que iban al
primer congreso, asesinaron a Eleazar Hernández en la Universidad del Zulia, por fuerzas fascistas, factores que no creen en el diálogo; creen en la violencia, creen en la destrucción del otro, de su adversario político.

Así que podemos definir que la Federación nació a partir del derramamiento de sangre, pero fue el proceso más aglutinador que en la historia venezolana se ha desarrollado y sigue desarrollándose. Entonces, el llamado para la renovación de la directiva nacional de la Federación, fue y es que sigamos defendiendo, en primera instancia, el modelo educativo que nos ha propuesto la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, que es defender una educación pública, gratuita y de calidad.

Fundamentalmente, es relevante el seguir conectado con el liderazgo estudiantil en la base, en la esencia, en contacto con la y el estudiante venezolano, con aquel que sale de su casa a estudiar porque cree en un futuro que se puede construir en Venezuela, un estudiante que confía que por medio de su estudio puede apoyar a la patria, al Estado venezolano, y, especialmente, apoyar a su familia, que es la esencia primaria.

Además, el llamado a los nuevos liderazgos que vienen surgiendo, es continuar trabajando por el modelo educativo de calidad venezolana. Nosotros, en el mes de septiembre del año 2023, hicimos un congreso de calidad educativa, donde definimos las estrategias centrales, tanto para la recuperación de nuestros comedores en cada espacio universitario, de las rutas estudiantiles, el mejoramiento de las becas, así mismo de las infraestructuras de las comunidades, de las distintas universidades, entre otras más.

— Hay quienes dicen que todo se queda en Caracas, que no hay una política realmente nacional; que mientras se mejoran las infraestructuras de la Universidad Central, de las universidades bolivarianas, a las otras universidades les llega con lentitud o no les llega. ¿Qué están haciendo los estudiantes para que eso cambie, si es que eso es así?

— A partir del año 2021 comenzó el plan Mi Universidad Bella. Con este programa, en los últimos años, las y los líderes estudiantiles de todas las casas de estudio, habíamos hecho ese mismo llamado. Existen, a veces, pequeños detalles que puedan caraqueñizar la política nacional. En tal sentido, nosotros habíamos fijado nuestras posiciones pertinentes. En fin, se ha desarrollado un gran plan, un gran levantamiento de información, tanto infraestructural como de las necesidades básicas de los espacios universitarios.

El llamado a los líderes y a los dirigentes que hacen política nacional, es a enfocarse tanto en el campo más recóndito que exista en Venezuela como en la urbe más grande, la urbe capitalina.

Es enfocarnos en cada uno de los municipios, en cada una de las parroquias, las
comunidades que particularmente se puedan sentir un poco desconectadas de la política nacional. El llamado central es a “descaraqueñizar” la política nacional. No todo se centra en Caracas; los esfuerzos y las realidades son muy distintas. La realidad del Zulia es muy distinta a las necesidades que puedan tener en el estado Amazonas o Nueva Esparta.

Entonces, ese es uno de los elementos, y nosotros desde el movimiento estudiantil hemos también hecho esas observaciones. Han sido propuestas tomadas en cuenta, han sido propuestas positivas. Por ejemplo, en el modelo de gestión universitaria, se han desarrollado los consejos de gestión universitaria, que son los denominados CEU, que reúnen a todas las autoridades universitarias de cada uno de los estados. Se agrupan y efectúan su levantamiento para las correcciones pertinentes y seguir fortaleciendo el modelo de educación pública gratuita y de calidad.


RICARDO ROMERO ROMERO / CIUDAD CCS / CORTESÍA DE GRAN MISIÓN VENEZUELA JOVEN


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