Crónicas en bici: De la Bolívar a la México

 

10/11/22.- Esas avenidas de Caracas, en parte, contienen a la Galería de Arte Nacional, GAN. Allí, ayer, se inauguró la Feria Internacional del Libro de Venezuela, con mayoría de edad. Y el compromiso es contar, a diario, durante los diez días, con algunas noches, algo. La verdad está aquí, dicen.

Lo anecdótico puede soslayar…o no. A las ocho de la mañana del miércoles 9 de noviembre de 2022, en punto, Claudine Pôlet, editora belga, estaba sentada en el lobby de la GAN, esperando ser atendida para armar su stand. Conversamos largamente; editó el discurso del Comandante Chávez en el libro de J. Posadas, argentino, que "en el terreno del arte, de la ciencia, de la cultura en general, ha dejado muchos escritos que contribuyen a la seguridad de que "el socialismo no es solamente una necesidad de la historia, sino de la vida misma".

Carretilla

El poeta Enrique Del Carmen Hernández D´Jesús montó sus libros, sus retratos embotellados y otros aperos en una carretilla prestada. Cerca del stand de Hermanos Vadell, la editorial que cumplirá 50 años el que viene, Luis Alberto Montenegro recuerda a Manuel Vadell, primer editor de Chávez. “Protegía mucho los derechos de los trabajadores”, afirma mientras cargaba las cajas de libros. El poeta se instala unos metros más allá. Al lado de Vadell, está el stand de la Alcaldía de Caracas, y al otro, Amilcar Figueroa, quien desde su Trinchera, no ha dejado de imprimir en ninguna feria. Extrañaremos a Efraín Valenzuela.

La editora belga se disculpaba (esas cosas pasan) por ser puntual. Después, la luz que suele tener la ciudad alrededor de las cinco de la tarde suaviza el autoritarismo de Casa Militar. Alguna vez, un mayor (le falta para comandar alguna batalla; por eso, a 4 pelotones los dirige un capitán) que no soltó su celular, al ser increpado por lo absurdo de prohibir el paso peatonal frente a Miraflores cuando uno va al Cuartel de la Montaña desde la esquina de Gradillas, amenazó con restringir la libertad de movimiento; eso de que lo interroguen a uno porque uno interroga, es parte de. “La última vez, unos 7 euros”, responde Claudine. ¿La pregunta? El costo de imprimir, de hacer un libro de papel allá.

La prensa

Los homenajes, en las ferias de libros, se sienten raros, según Armando José Sequera, escritor sin adjetivos pero no a secas. Rocío Cazal se encarga de los correspondientes a Mario Sanoja, Iraida Vargas y Carmen Clemente Travieso. “Todos los días en el set principal, de 11 am a 1 pm”. Ella siempre tiene tiempo para todo.

Mientras, antes o después, en el Museo de Arte Valencia, Rodrigo Benavides inauguraba la exposición Carabobo 2021, La Escala de la Historia. “El montaje quedó bien asentado, bien chévere. Hay mucha emoción, porque además es un tema de aquí, de este estado; lo más sublime que va a suceder es que va a venir una delegación especial del Batallón de Honor 24 de Junio, que fue el batallón que creó Simón Bolívar al día siguiente de la Batalla de Carabobo. Nos vemos en Caracas”.

Desde la GAN hasta Gradillas hay un kilómetro, metros menos, colas más. “No pisen por las orillas”, dice el trabajador que pegaba las alfombras azules del set principal, el miércoles en la noche. El jueves, a la misma hora, el presidente de la República le daba la palabra al alcalde del municipio Sucre, quien presentaba un libro de su padre, José Vicente Rangel. El fondo de comercio donde venden chicharrón y chicha andina, está en venta. Queda en la nueva avenida José Vicente Rangel, que llega hasta la avenida Urdaneta, a dos cuadras donde el mayor hacía lo que, mira tú, hace la Guardia de Honor, que así se llaman.

Caminamos por el medio de la alfombra azul. Los libros listos para hacer lo que se hace con. Sara Otero, coronela, de la Editorial Hormiguero de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela, antes del anochecer del miércoles pasaba revista. De uniforme impecable, la coronela, seria y sonriente al mismo tiempo, da órdenes suaves que se cumplen con rapidez.

Después, en Gradillas, o cerca, un tipo le decía a otro, que estaba en el piso: “Quédate tranquilo”. Lo soltó, caminó, el otro se paró y no se quedó tranquilo. Antes, el miércoles, en la GAN, Nieves Valdés picó adelante y entrevistó a Claudine, la editora belga, quien se fue con sus maletas vacías a un hotel cercano; su stand estaba listo. El tipo se cuadra, el otro también. No ando en bici y estoy muy cerca. Un derechazo rompe el labio inferior  del que advirtió, quien solo para de golpear el rostro apagado del intranquilo cuando el “ya”, en forma de grito, salió de otra garganta. Sangre por todo el piso que deja pasar la luz. Noche rara de jueves, tarde apresurada, comerciantes informales frente a la Torre El Chorro, “fosforitos, bengalas, cohetes” y el pregón se prende en las colas, grandes colas, para comprar zapatos en oferta y “dos artículos por un dólar”. En la GAN, la palabra escrita espera por.

Próxima entrega: Esa presentación

GUSTAVO MÉRIDA / CIUDAD CCS


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