Palabr(ar)ota | Izquierda color pastel
11/12/2024.-
Neutra.
Izquierda bien portada, como esos niños a los que se les indica una silla y no la abandonan hasta el final de la visita.
No molesta a nadie y nadie le ladra, para confirmación de los perros del Quijote.
No llega al gobierno para hacer cambios, sino para allanarle el camino a la más rancia derecha que cabalga sobre la ñoñería de sus supuestos líderes.
Nadie la ataca, no hace falta. No atenta contra nadie, contra nada.
Personeros fotografiados, entrevistados, difundidos. Ni se les teme ni se les odia. Tan inocuos, ellos, que nadie se toma la molestia.
Ocupan páginas y pantallas, muchas páginas y pantallas. ¡Es que son tan buenos para mostrar el camino de lo inofensivo!
Gobiernos sin memoria, nadie recuerda qué hicieron o qué intentaron hacer.
No hablan, no mencionan, y menos atacan, a otros gobiernos abiertamente fascistas, con lo que mantienes excelentes relaciones.
Borraron para siempre, por arte de magia, al imperialismo; ya no el concepto, sino la palabra misma, que no tocará nunca sus incontaminados labios.
Ya no analizan, sino que dan consejos; abuelas desengañadas que instruyen a sus nietos sobre el arte de pasar desapercibidos.
Sueñan con que los deifiquen en una serie de Netflix, ese templo del discernimiento donde se lava cualquier antiguo pecadillo.
Y jamás, ¡jamás!, perdonarán a quienes intenten salirse de la trilla política que eligieron como un confortable camisón para dormir el eterno sueño de lo inútil.
Aman lo neutro. Colores, como el pastel, "de baja intensidad y saturación. Se caracterizan por ser acromáticos; no tienen un tono destacado y la luz que proyectan carece de croma".
Cósimo Mandrillo