Impulsan diversas estrategias para combatir el acoso escolar

Se busca prevenir el acoso resguardando la psicología y la personalidad de niños y niñas

Las víctimas del acoso escolar pueden adoptar una actitud pasiva o de resignación.

 

11/11/22.- La Oficina Nacional para la Atención Integral a las Víctimas de la Violencia (Onaivv), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz (Mpprijp), impulsa diversas estrategias para tratar la ansiedad en niños, niñas y adolescentes que sufren de acoso escolar en el país. Así lo informó la psicóloga Maudeen Bernal en entrevista para el programa radial Vivir sin Violencia.

Bernal destacó que el objetivo es atender a las víctimas o victimarios que hayan pasado por un episodio complejo de violencia escolar. “La dinámica es abordar de forma integral con el equipo multidisciplinario, a fin de que reciban el procedimiento indicado”, explicó la psicóloga.

Además, puntualizó que el tratamiento debe hacerlo el psicólogo, para evaluar el área cognitiva conductual, “ahí empiezas a escucharlos y darte cuenta del tipo de pensamientos que tienen. La terapia le ayuda a asimilar que pueden tener situaciones difíciles, pero hay herramientas para afrontar y así el niño aprende a solucionar”.

En cualquier circunstancia, Rosa Pellegrino, psicóloga de Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), recomienda acudir al psicólogo. “La atención psicológica es una herramienta importantísima para que el niño o adolescente pueda desarrollar herramientas de afrontamiento frente a la situación, poder saber responder sin agredir de vuelta, saber cómo proteger su autoestima para blindarse frente a los comentarios e insultos que pueden ir afectando lo que piensa de sí mismo, su percepción y su autoconcepto”.

Pellegrino indica que la atención psicológica y la prevención no debe buscar “cambiar” al niño y adolescente, o hacerlo “más fuerte”, sino capacitado para que tenga herramientas para enfrentar distintas situaciones.

Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap) es una organización venezolana que desde 1984 trabaja en la promoción y defensa de los derechos humanos de la niñez y adolescencia, haciendo especial énfasis en la construcción de una convivencia sin violencia a través de la participación ciudadana de los niños, niñas y adolescentes, familias, centros educativos y sociedad.

De igual manera, Maudeen Bernal instó a las familias venezolanas a hablarles a los más pequeños, según sus edades, de los riesgos que se viven en las comunidades y áreas de clases; así como a los profesionales de la educación a monitorear el comportamiento, estar alerta y abordar al niño de la mejor manera para integrarlo.

El acoso escolar

Es uno de los principales problemas en el ámbito educativo al que se enfrentan, desde hace años, tanto las víctimas como los padres y madres, así como los educadores. En los últimos años, ha aumentado el nivel de sensibilización social ante este tipo de dinámicas de violencia que son, por desgracia, tan frecuentes en los centros educativos.

En nuestro país, el fiscal general, Tarek William Saab, informó que el Ministerio Público ha documentado en lo que va de 2022 más de 75 casos de acoso escolar en el país.

Persecución contra quien se elige como víctima de repetidos ataques.

 

No se trata de un juego ni “chalequeo”, afirma Carlos Trapani, abogado y coordinador general de Cecodap. “Es una violencia multicausal, es reiterada en el tiempo, sistemática, progresiva, no deseada, responde a una asimetría de poder y es una violencia que se materializa entre pares: niños, niñas o adolescentes”.

“No solo se trata del acoso físico, el acoso verbal, el acoso relacional, también puede materializarse por redes sociales o plataformas digitales”, agrega Trapani.

La Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente (LOPNNA) promueve la mediación entre las autoridades escolares, las familias y los niños en casos de acoso escolar. Sin embargo, cuando la violencia no cesa a través de la mediación e intervención de un experto, psicólogo u orientador, Carlos Trapani recomienda acudir al Consejo de Protección y las Defensorías del Niño para recibir una adecuada orientación.

Estrategias para combatirlo

Ester Fernández, psicóloga y directora de PsicoConsulting Empresarial, centro de psicología ubicado en Barcelona, España, sugiere aplicar las siguientes estrategias:

1. Sensibilizar y crear consciencia

La primera tarea que corresponde a padres y educadores es la de educar y sensibilizar tanto a niños como a sus familias sobre la existencia de distintos tipos de acoso y cómo estos pueden afectar a la persona que los sufre. Para ello, debe quedar claro que el acoso escolar no es simplemente un “problema” entre dos personas, sino un fenómeno social que está ligado a toda una comunidad.

También es importante que los niños sepan que el acoso escolar no solamente se reduce a palizas y ataques físicos que todo el mundo puede ver en el recreo o en el aula, sino que también existen formas más sutiles de violencia que se ponen en práctica con el objetivo de dañar a la víctima al máximo. Por ejemplo, la aparición de nuevas formas de comunicación mediante smartphones ha posibilitado que se practiquen también nuevas modalidades que suelen tener efectos más nocivos en la vida y en la salud mental de la víctima, como por ejemplo difundir vídeos o fotografías humillantes de la víctima.

Además de eso, es de gran importancia educar a los niños y alumnos para que no solo no acosen a sus compañeros, sino que además, en caso de que alguno lo sufra, denunciarlo a la mayor brevedad posible a profesores o padres.

2. Mejorar las líneas de comunicación de la escuela

Trabajar para lograr que la escuela tenga diferentes líneas de comunicación a través de las cuales las víctimas puedan pedir ayuda de manera confidencial y segura. Tener líneas de comunicación disponibles para detectar casos de acoso significa hablar con los niños de manera frecuente sobre sus sentimientos y experiencias diarias en la escuela, así como estar siempre dispuestos a escucharles; algo que pueden hacer tanto padres como educadores.

Los niños y adolescentes pueden apreciar los beneficios de una convivencia pacífica.

 

3. Potenciar valores positivos

Los valores positivos de convivencia y relación interpersonal en la escuela, como la inclusión, la tolerancia, la solidaridad y el compañerismo entre estudiantes, constituyen una de las mejores maneras de prevenir casos de acoso en las aulas.

Con el objetivo de lograr dicho fin es importante crear ejemplos y referentes entre los estudiantes, ya que los niños aprenden los buenos y los malos comportamientos de los modelos que reciben tanto de sus padres como de profesores.

La labor de los profesores a la hora de ejercer como referentes puede lograrse también valorando el buen comportamiento del alumnado que va en esta línea, haciendo que se sientan orgullosos de comportarse así y castigando el mínimo atisbo de comportamientos de acoso siempre que se produzcan.

4. Formar al personal de la escuela

En la detección temprana de indicios de acoso, y en la activación de protocolos estandarizados para erradicarlo y atender correctamente a la víctima.

En la actualidad existen una gran variedad de instituciones especializadas en el entrenamiento y la formación de educadores para combatir el acoso escolar que nos pueden enseñar las principales herramientas y estrategias que nos permitirán estar preparados y actuar de manera diligente ante la aparición de este tipo de casos.

5. Desincentivar a los espectadores

Los profesionales de la psicología coinciden en que la mayoría de casos son posibles gracias a la participación de otros alumnos que actúan como espectadores, se ríen o permanecen sin hacer nada al respecto para detenerlo.

Desincentivar la aparición de estos espectadores es también una de las mejores maneras de terminar con el acoso.

6. Favorecer la integración

Animar a que los niños más vulnerables realicen actividades sociales de todo tipo, acordes a sus intereses o aficiones también es una buena forma de prevenir el acoso escolar.

Integración de todos aquellos niños que se puedan encontrar en riesgo de exclusión social.

 

Ayudarles a participar en actividades que les hagan felices como puede ser el deporte, la natación, el canto, la pintura, los grupos juveniles o las bandas de música, contribuirá enormemente en aumentar la autoestima del niño, en mejorar su salud emocional permitiéndole conocer gente de su edad con sus mismos intereses.

Del mismo modo, es importante educar a los pequeños a comprender las diferencias y las muestras de la diversidad cultural que existe en los miembros de un mismo curso. De este modo, se evitan las situaciones de aislamiento social, que favorecen los casos de acoso al crear la figura de la víctima indefensa con la que no se empatiza.

LUCILA CONTRERAS / CIUDAD CCS


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