Comentarios noticiables | La obsesión de poder del opositor Edmundo
Subestimarla sería un error descabellado
11/01/2025.- No podrá subestimarse la obsesión de poder del opositor Edmundo González Urrutia (EGU) de creerse ganador en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, sin haber producido y probado los instrumentos reconocidos y que se expiden legalmente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) con arreglo a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y a las leyes sobre la materia electoral vigente en nuestro país.
Ninguna persona demócrata y sensata en la República Bolivariana de Venezuela, no importa su manera de pensar, duda de que el ganador de los comicios presidenciales del 28 de julio de 2024 fue Nicolás Maduro Moros. Venció al candidato de la oposición ultraderechista en un proceso electoral ejercido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y con organismos subordinados a este, la Junta Electoral Nacional, la Comisión de Registro Civil y Electoral y la Comisión de Participación Política y Financiamiento, con la organización y el funcionamiento de la respectiva ley orgánica establecida.
Hace apenas algunas semanas, el señor González, en visitas a Argentina, Paraguay, República Dominicana y Estados Unidos, se dio a la tarea de difundir resultados electorales falsos que supuestamente lo acomodan como ganador. ¿Por qué falsos? Los documentos que ha podido exhibir a su favor tienen afirmaciones de datos contrarios a la verdad con un punto de inflexión: el desconocimiento del CNE, el ente rector organizador de los procesos comiciales, que administra, dirige y vigila todos los actos relativos a la elección de los cargos de los poderes públicos, así como de los referendos. Los conductos del CNE se rigen por independencia orgánica, autonomía funcional y presupuestaria, despartidización de los organismos electorales, imparcialidad y participación ciudadana, descentralización de la administración electoral, transparencia y celeridad del acto de votación y escrutinios.
En todo el territorio nacional, el Poder Electoral, puesto en ejercicio por el CNE, garantizó la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia del proceso electoral presidencial, así como de la personalización del sufragio y la representación proporcional. Todas las representaciones político-partidistas estuvieron presentes en los actos de votación y de escrutinios; entre estas las que solicitaban el voto por Edmundo González: la MUD, el MPV y Un Nuevo Tiempo, que estuvieron presentes en el más auténtico proceso electoral que consagró la irrevocabilidad del actual Estado bolivariano como sistema político y social, el cual concluyó con la victoria del candidato Nicolás Maduro Moros, de las organizaciones políticas: PSUV, Tupamaro, PPT, Somos Venezuela, ORA, Podemos, Partido Verde, Enamórate, MEP, Futuro, PCV, UPV y Alianza Cambio.
El prontuario de Edmundo González Urrutia (EGU): fue incitador a la guerra civil. Actuó de consuno en el genocidio de 28 venezolanos perpetrado el 29 y 30 de julio de 2024 por los comanditos golpistas dirigidos por María Corina Machado, jefa de su campaña electoral. Es cómplice de la piratería electoral mediante su empresa privada Súmate. El señor González es promotor del mercenarismo. Forma parte de la dirección de grupos armados en actos contra la seguridad del Estado. Es violador de los deberes inherentes a los candidatos a la presidencia de la república, por desacato. Amenaza con el empleo de violencia o intimidación para impedir el acto de la juramentación de Nicolás Maduro. Pretende, sin título legítimo, realizar usurpación de funciones públicas (acto de juramentación de la presidencia de la república), atribuyendo carácter oficial a la misma. Su codicia y alcoholismo tienden a representar los intereses de Estados Unidos (EE. UU.) y las castas de los apellidos en Venezuela, con desviaciones que desemboquen en estragos que puedan poner en peligro la vida de muchos venezolanos. Todo esto a favor de las nuevas perspectivas de EE. UU. de acentuarse como el primer violador de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, y tener la cartera más amplia de opciones intervencionistas en la desestabilización del Estado y el gobierno venezolanos.
Se puede decir que Edmundo González Urrutia es un obstáculo real para Venezuela. Esta problemática tiene una concatenación política entre el pasado, el presente y el futuro; por lo tanto, es inconcebible. El problema está planteado, no se puede subestimar, y no queda más que resolverlo.
Ojo avizor para los traidores de la patria en todo el territorio nacional. La carta magna y la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, el Servicio Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia, las milicias populares, entre otras, están al tanto para aplicarse en salvaguarda de la soberanía y la independencia de la República Bolivariana de Venezuela.
J. J. Álvarez