Hablemos de eso | Ocupación extranjera

12/01/2025.- Fuerzas extranjeras están en Haití. Esta vez la organización se llama Fuerzas de Seguridad Multinacionales (MSS, por sus siglas en inglés) y se justifica por la guerra que las bandas criminales adelantan en aquel país. La MSS está aparentemente dirigida por Kenia y otras naciones, como Bangladés o Jamaica, han ofrecido participar. Decimos "aparentemente" porque el verdadero interesado es el que hace los movimientos: "El presidente Joe Biden dijo que trabaja con el Congreso para proporcionar US$ 300 millones para la misión y 60 millones de dólares adicionales en equipamiento para el país". La información la tomamos de CNN, en una nota fechada en junio de 2024.

Siguiendo con el mismo artículo, tendremos una idea de a quién está dirigida esta ayuda. El Departamento de Defensa de Estados Unidos había abierto "oportunidades de contratos para proveedores comerciales" que respaldaran la misión de la MSS. Por ejemplo, la construcción de la base para la misión, prestadores de internet "capaces de brindar servicios a cerca de 1400 usuarios en Haití" o suministro de "artículos diversos" (como champú, cepillos de dientes, lociones y ropa de cama). Las empresas contratistas ya habían hecho sus ofertas y tenían cerca de ciento cincuenta personas en el terreno preparándose para la rebatiña. La compañía canadiense GardaWorld Federal Services había obtenido un contrato de seguridad privada para la base de la misión por treinta millones de dólares. Esta "estuvo involucrada anteriormente en la protección de las instalaciones diplomáticas estadounidenses en Afganistán".

Los trescientos millones que gestiona Biden no son para los haitianos, sino para los costos de la misión. Es el gobierno de Estados Unidos el que ha hecho las diligencias para integrar la misión y ha negociado y conseguido la participación de Kenia, pero además: "Habrá fuerzas estadounidenses que no estarán sobre el terreno, pero les proporcionaremos logística, inteligencia y equipos", según declaró el propio Biden.

Al preguntársele por qué Estados Unidos no despliega sus propias fuerzas en Haití, Biden contestó, con su característica confusión:

Que Estados Unidos despliegue fuerzas en el hemisferio simplemente plantea todo tipo de preguntas que pueden tergiversarse fácilmente sobre lo que estamos tratando de hacer (…) queremos hacer todo lo que podamos sin que una vez más parezca que Estados Unidos da un paso al costado y que esto es lo que hay que hacer.

Por supuesto, como siempre, Biden necesita un traductor: Estados Unidos quiere intervenir militarmente en Haití sin levantar sospechas.

Esta actitud puede tener sus explicaciones en dos hechos. El primero es que Estados Unidos invadió y ocupó militarmente Haití durante casi veinte años, desde el 28 de julio de 1915 hasta el 1.° de agosto de 1934. Las fuerzas militares estadounidenses se retiraron y entregaron "formalmente" la autoridad a sus representantes haitianos, pero mantuvieron el control total de las finanzas externas haitianas hasta 1947. Entre los hechos de la ocupación se recuerda en particular el 6 de diciembre de 1929, cuando tropas del Cuerpo de Marines de Estados Unidos dispararon con ametralladoras contra una multitud desarmada que gritaba contra la miseria y que había sido custodiada por las tropas invasoras, en la que fue conocida como la masacre de Les Cayes. También, una comisión designada por el gobierno estadounidense (la comisión Forbes) tuvo que reconocer que los haitianos fueron excluidos de cualquier autoridad real y la instauración de la "ignorancia y la pobreza".

El segundo caso que quiere olvidar Biden es el secuestro del presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide por un comando de fuerzas militares de élite de Estados Unidos. Fue en 2004, después de una revuelta armada. Aristide había sido electo en 2001 con más del 90% de los votos. Los secuestradores estadounidenses intentaron entregarlo primero a la República Centroafricana y a Jamaica, después. Al final "lo dejaron" en Sudáfrica, que le ofreció asilo.

Para "rescatar" Haití del caos producido, fue creada la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (conocida por las siglas Minustah). "Sobre la misión pesan diversas acusaciones de violaciones a los derechos humanos, que incluyen explotación sexual y violaciones, además de introducción de enfermedades como el cólera (con cerca de diez mil muertes y casi ochocientos mil infectados)". En la Minustah participaron aproximadamente siete mil efectivos militares de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Croacia, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Filipinas, Guatemala, Honduras, Italia, Jordania, Nepal, Pakistán, Paraguay, Perú, República Dominicana, Sri Lanka y Uruguay. La Minustah permaneció hasta 2017, cuando fue reconvertida como misión de paz.

A todos los medios consultados, se les olvida que la actual crisis haitiana se potenció con el asesinato del presidente Jovenel Moïse por un comando extranjero. Los terribles asesinatos cometidos por las bandas no han sido impedidos por la MSS, que parece centrarse en la función de mantener la ocupación militar indirecta por parte de Estados Unidos, que es, por cierto, el país de donde viene el armamento del que disponen los criminales.

 

Humberto González Silva

centrodescolonizacionvzla.wordpress.com


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