Vitrina de Nimiedades | ¿Nos basta con la pregunta correcta?
11/01/2025.- La inteligencia artificial (IA) y las redes sociales comenzaron 2025 con el mismo ritmo del año anterior: convocando al debate con un buen margen de dudas e inquietudes. Para eso han quedado muchas preguntas desperdigadas en múltiples productos digitales, de distinto alcance y profundidad. En un podcast con el que nos tropezamos hace días, un par de conocedores del mundo digital discutían el impacto que tienen esos recursos en el ámbito educativo. Ante un mundo que aún no termina de vislumbrarse, ambos creen que la gran habilidad que debe aprenderse es saber preguntar para obtener la información realmente necesaria de herramientas como Chat-GPT o Gemini. Podemos estar de acuerdo o no, pero detrás de ese debate hay una realidad más amplia: las necesidades educativas están cambiando vertiginosamente.
Si bien no es una discusión nueva, no terminamos de encauzar este debate. No se trata de una mera brecha generacional, que se resuelve separando los “asuntos de mayores” del “ímpetu de los jóvenes”. Hay una transformación integral en la sociedad, que nos plantea una relación distinta con el conocimiento y con las habilidades técnicas más esenciales. Ojalá se tratara solo de profesiones que mueren para darle paso a otras: qué debemos saber y cómo accedemos a ese conocimiento son preguntas sin respuesta.
Del lado de quienes enseñamos, podría parecer que el asunto se reduce a incluir herramientas digitales para optimizar el trabajo y saber detectar cuándo nuestros alumnos usan IA incorrectamente. Pero es una realidad que niños y jóvenes están integrando, según sus posibilidades, herramientas con esa tecnología para esquematizar, resumir y definir conceptos fundamentales dentro de su formación, casi siempre sin supervisión adulta. ¿Realmente estarán aprendiendo? Antes de soltar un estruendoso “¡No!”, deberíamos pensar primero cuál es el imaginario que se está construyendo entre las nuevas generaciones sobre el acceso a la información y, sobre todo, sobre el valor del saber como herramienta para la interacción cotidiana.
Lo que a muchos de nosotros nos costó horas de lectura se resuelve hoy en segundos, sin mayor proceso de aprehensión de ideas. Eso no es una simple brecha generacional. Asistimos a una ruptura profunda que cruza hoy la mirada del hecho educativo en todos sus sentidos, pero aún tratamos de descifrarlo. Sigue prevaleciendo el debate humanos vs. máquinas, en lugar de ampliar la discusión sobre las capacidades y conocimientos que requerimos, desde el niño hasta el estudioso con postdoctorado. Suponiendo que lo vital sea saberle preguntar o darle las instrucciones correctas a las herramientas de IA, ¿cómo se obtiene esa habilidad?, ¿cuáles son los conocimientos previos requeridos?, ¿no será necesario el sentido crítico?, ¿buenas preguntas equivalen al auténtico deseo de aprender?
Podríamos pensar que el primer gran reto es reaprender a enseñar para responder a este mundo cambiante. Sin embargo, esa tarea será insuficiente si no conocemos la visión de los jóvenes sobre el mundo que esperan vivir. No sabemos si para ellos, como creen los compañeros del podcast, aquello bastará saber hacer la pregunta correcta.
Rosa E. Pellegrino