Héctor Silvera: “Tambor Urbano lo formé sin tener estudios musicales”
El líder de la agrupación musical relató los 36 años de éxitos
15/01/25.- No suelo comenzar las entrevistas, al menos las que he realizado para Ciudad CCS, de esta manera, pero cuando pienso en Tambor Urbano rápidamente retrocedo mentalmente a parte de mi adolescencia en Los Magallanes de Catia, entre el callejón Esmeralda, la calle La Esmeralda y la calle La Laguna, en la década de los 90, debido a que uno de mis amigos y hoy exvecino ha formado parte de esta agrupación desde sus inicios.
Crecí en la canchita de "tres pa´ tres" en el baloncesto, ubicada al frente de la casa de ese exvecino a quien todos conocemos con el nombre de “Walcott”, pero realmente se llama José Key. En esos días mi generación de chamos hablábamos de deportes, de las rumbas en las calles, en las que siempre Walcott formaba parte en sus planificaciones junto con otros más adultos, siempre en sana paz, mientras también se daba a conocer con su grupo de tambor.
Décadas después la vida me dio la oportunidad de poder sentarme en la oficina del fundador, director, vocalista y compositor de esta hoy super conocida agrupación nacional, Héctor “Vidal” Silvera. Desde la oficina, ubicada en el sector La Quebradita, en la parroquia El Paraiso, por la calle Hollywood, pude conectar ese pasado con este presente.
Esta banda que nació el 15 de noviembre de 1988 hace su primera presentación pública el Grupo Folklórico Experimental “Tambor Urbano”. En más de tres décadas de presencia cultural ha compartido tarima con artistas y agrupaciones nacionales e internacionales: Un solo pueblo, Guaco, Los Pericos, José Luís Rodríguez “El Puma”, Gilberto Santa Rosa, Elbita, La India, Guillermo Dávila, Cheo Feliciano, Oscar de León, Andy Montañés, Willie Colón, Franco de Vita, Sandy & Pappo, Ilegales, María Rivas, Maracaibo 15, la Rondalla Venezolana.
Además de otros como, El Conde del Guacharo, Maelo Ruiz, Tito Rojas, Los Diablitos, Luís Silva, Frank Quintero, Elvis Crespo, Ismael Miranda, Sonora Ponceña, Scarlet Linares, Desorden Público, Emilio Lovera, Los Melódicos, Billo´s Caracas Boys, Orquesta Aragón, Son 14, Los Adolescentes, Dimensión Latina, Reinaldo Armas, Jerry Rivera, Don Omar, Orquesta Vam Vam, José Mangual Jr, y varios más.
¿Cómo fueron sus inicios en la música?
Nací y fui criado en Caracas, formado en el barrio El Cardón en San José del Ávila, en mi caso no soy un músico de carrera, más bien me fui formando en la guataca callejera, tengo ya cerca de 37 años que fundé Tambor Urbano.
¿Eres músico caraqueño que no salió precisamente de San Agustín?
No, nunca, sabemos que San Agustín es la cuna de muchos percusionistas y de los mejores músicos, pero no, no tuve nada que ver con esa parroquia, me formé con gente de diferentes regiones del país: de Choroní, de Barlovento, de Margarita. inclusive,; ero que eran del barrio en las faldas del cerro El Ávila, el Guarairarepano.
¿Sanjuanero me imagino?
Claro, soy devoto de San Juan y de la Cruz de Mayo, mis herencias musicales son empíricas.
¿Ustedes como Tambor Urbano en qué se basan para hacer sus ritmos?
Vamos a comenzar desde el principio, el grupo nace por casualidad gracias a un paisano mío de Curiepe (estado Miranda) que trabajaba en una discoteca como jefe de seguridad y se enteró que yo iba los fines de semanas al litoral central a tocar tambor. Siendo mi formación empírica, era parte de un grupo autóctono, pequeño en la barriada, comencé como aguinaldero, después gaitero y luego parrandero. Estando en la parranda fue que tuve la suerte de conocer el sector de Playa Verde, donde me entusiasmé con otros muchachos que tocaban tambores. Mis raíces son barloventeñas.
Mi culto hacia San Juan viene desde Curiepe, soy devoto de San Juan de Curiepe, lo aprendí joven, en una época en donde viajar no era tan fácil. El traslado se hacía distante. Conocí Curiepe entre los 15 o 16 años, me enamoré de ese pueblo, de su devoción y allí conocí al paisano Alcides Rodríguez quien tiempo después se enteró que yo tocaba tambor. Él cantaba en La Guaira, me dijo que me presentara con los muchachos para tocar en una discoteca donde trabajaba.
Esos fueron los inicios de lo que hoy es Tambor Urbano. Una vez que Alcides me dijo para que sacara un grupo de tambor, yo lo fusiono con unos muchachos que estaban en Caracas, La Parranda. En ese tiempo comencé a pensar en el nombre, con el culto a San Juan y con algunos tambores, una cosa en que cada región tiene su forma de tocarlos.
¿Cuántos integrantes ha tenido la agrupación en estos 36 años?
Vaya, perdí la cuenta pero pasan de 100 músicos, han sido más de 40 mujeres, más de 60 muchachos. Tuvimos una etapa que fue la inicial, fue cuando comenzamos con personas de Caracas y de La Guaira, comenzamos en 1988 y con ese formato trabajamos hasta el año 2000, que fue cuando ocurrió la tragedia de Vargas. Previamente en 1997, había comenzado a formar a otros muchachos, quienes luego en el año 2000 sustituyeron a los que iniciaron conmigo. Ellos llegaron con otros criterios musicales. Además traían conocimientos de estudio en la música.
Fue allí que comenzamos a realizar otras locuras con los tambores, como tocar todo tipo de género musical, aunque ya desde el principio veníamos con esa inquietud pero yo quería ir más allá. En el primer disco que sacamos hacíamos muchas canciones llaneras al ritmo de los tambores.
Inclusive hoy vemos que en muchos cumpleaños colocan la canción de ustedes al momento de cantar la celebración y picar la torta.
Sí bueno, aunque acá vamos de atrás hacia adelante, poco a poco humanizamos nuestra presencia en las fiestas. Nuestra primera presentación fue en la discoteca La Fiesta y en ella cuando vimos la aceptación de la gente, pensamos en un sitio que nos sirviera de plataforma para presentarnos. En esa época estaba la Liga Especial de Baloncesto, estaban las Panteras de Miranda, tuve la oportunidad de conocer a Amílcar Gómez y a su esposa. Le presenté el proyecto en que la agrupación hiciera de barra en los juegos en el Parque Miranda.
¡Ah!, vaya no sabía de esa
Pues entérese (risas). Así como hay equipos que usan la samba como barra en los deportes, en Miranda sería bueno usar los tambores para animar los partidos de basket. Qué más podía identificar a Miranda en la música que los propios tambores. Inclusive era aficionado e instructor de baloncesto, lo jugué inclusive, teniendo ciertos conocimientos. Ellos me compraron la idea y en plenos encuentros repartía tarjetas de presentación a los asistentes a los juegos.
¿Cómo ha sido parte de las grabaciones de los discos y cuántos han producido?
Han sido 10. He sido siempre una persona muy inquieta. Después que comenzamos a repartir tarjetas, conocimos a uno de los grandes estilistas en Venezuela y del Jet Set caraqueño llamado Oman Deoz, quien era el que prácticamente se encargaba de maquillar, de peinar a las actrices, a la gente de la farándula. Él me invitó a una fiesta y allí nos dimos a conocer. Luego de eso iniciamos el peregrinaje por las grandes fiestas caraqueñas. En esa época las familias hacían sus rumbas en sus hogares, no en los hoteles como pasa actualmente.
Yo recuerdo ese Miss Venezuela
Sí, allí nosotros hicimos nuestro debut a nivel masivo por televisión, más allá de que ya habíamos hecho algunas cositas en otros programas como Sábado Sensacional. Pero era muy pequeña la participación, ese fue realmente el inicio. Fue muy importante para nosotros haber estado en ese Miss Venezuela porque alternamos con otros artistas de alto calibre, como La India, Albita, Guillermo Dávila. Luego de ese espectáculo los comentarios que nos llegaron decían que el trabajo realizado había salido como Riviera lo tenía pensado, y lo que hicimos fue complementarlo acorde a todas las necesidades que requeríamos. Me pidió 40 músicos y pude conseguirlos.
El Miss Venezuela en esa época era el espectáculo más esperado y más visto en el país en el año. Obviamente Joaquín Riviera siendo un genio en la producción le dio ese espacio que fue lo que los terminó de catapultar
Pero nosotros veníamos ya de tener contacto con José Luis Rodríguez “El Puma”, a quien conocimos en una de tantas fiestas que tocábamos. Esa en particular fue de la Familia Gruber en el Alto Hatillo, esa familia se enamoró del grupo desde que nos vieron y a cualquier celebración, de ellos, nos invitaban. El Puma en esa época estuvo aquí en Caracas grabando la novena “Piel”. Se residenció en la casa de ellos. Los Gruber y él nos conocieron y quedaron gratamente sorprendidos y también se enamoraron de esta agrupación.
De hecho el Puma nos llevó para Sábado Sensacional para que dobláramos detrás de él, haciendo que Ricardo Peña (en ese entonces productor de ese programa), nos viera. No pasó mayor cosa, con lo del Miss Venezuela la aceptación fue muy buena a nivel de medios, a nivel de publicidad. El productor musical nos sugirió que realizáramos un disco con algunos de los temas que presentamos.
Al año siguiente José Luis se casó y nos invitó a Miami a solicitud de su esposa, quien quería a Tambor Urbano como un regalo de boda. Nos tocó hacer todo lo necesario para sacar el pasaporte y el visado, inclusive iba todos los días durante tres meses a la Embajada Americana. Creo que me dieron las visas cansados ellos de verme todos los días allí. Me las entregaron el mismo día de la fiesta, estábamos en Caracas.
Recuerdo que El Puma en esos tiempos sacó un disco en Homenaje a Los Panchos y luego sacó otro por los días de su boda
Sí, llamado “Razones para una sonrisa”. Él nos regaló a cada uno un disco de ese álbum. Tras esa boda resulta que más bien quienes salimos disparados fuimos nosotros quienes apenas habíamos vendido mil ejemplares de nuestra producción y pasamos en poco tiempo a vender 16 mil álbumes y con ellos nos ganamos nuestro primer Disco de Oro.
Incluso debo confesar que los casseteros (buhoneros que vendían grabaciones piratas en las calles en esos tiempos), en cierto modo nos apoyaron mucho, más no la radio. Nos ganamos ese Disco de Oro sin sonar en las emisoras. Sonábamos mucho en Sábado Sensacional porque nos mandaban a llamar. Además de participar en otros programas, nunca fuimos artistas exclusivos de ese programa del fin de semana, pero siempre nos llamaban para cualquier cosa relacionada a las misses. Joaquín nos tenía mucho aprecio y nos dio mucha confianza, todo lo que pedían nosotros lo teníamos.
Luego asistimos al estudio de grabación de Chelique Sarabia que fue en donde producimos el primer disco. De la mano de Hernando Inari grabamos. Luego conocimos al profesor Alí Agüero, quien se convirtió en mi tutor musical, con quien hicimos otros discos debido a que tuve ciertos impasses con el productor anterior por diferencias con las regalías, los derechos de los álbumes, y la empresa que estaba con ellos dejó de apoyarnos.
Cuidando la esencia del grupo, metimos el bajo en una de las canciones, ese disco se vendió muy bien hasta el sol de hoy.
Hasta aquí la primera parte de esta entrevista, que continuará el próximo viernes 17 de enero de 2025.
MILTIÑO OCHOA / CIUDAD CCS