Crónicas y delirios | Actos e impactos sociales

 17/01/2025.- 

Modas que no pasan de modas

La Sección de Actos Sociales de nuestra columna no resiste ver un evento porque de inmediato se lo copia sin rubor alguno. Y no nos preocupan las acusaciones de plagio, pues la sociedad globalizada en la cual subsistimos es un fotostato de hechos y desechos que se repiten hasta la saciedad. ¿Entonces, por qué carambas viene a cuento esta perorata?

Viene a cuento rápido, queridos lectores, porque como otra vez se han puesto de moda los desfiles de idem, nosotros no podíamos quedarnos atrás, mirando el show desde la barrera de un (corto) circuito de TV; y por eso organizamos nuestro propio espectáculo “fashion” de infame imitación para brindárselos a ustedes en lectura directa:

Damas y caballeros, enseguida observarán a un grupo de exquisitas chicas de la Venezuela postmo, en el más pasmoso desfile de modas que hayan visto never ni jamás. Las notas musicales del clásico himno En una tarde tan linda como esta, interpretado por una banda borracha de alegría, anuncia la aparición de Lulú, Chichí y Lilimar, jóvenes modelos que se la pasan en la pasarela.

                                                                      La bella Lulú, morena platinada de cabeza a zapatos de goma, luce un hermosísimo traje saco que confeccionó su modisto con aleatorios y dominicales despojos del Marché de Coche. Los flecos de la exclusiva creación semejan un ramo de legítimos cambures tropicales, unidos en las puntas por pespuntes de cabuya multiuso; y en el talle se aprecia un detalle único: dos diademas de cinco bolos de comienzos del siglo XX para evidenciar el ensamble y su riqueza. ¡Oh, qué modelaje tan de alto perraje! Los aplausos admirativos colman la tradicional calma chicha del auditorio; el público está privado ante la turgencia de la gran Lulú y ya más de uno solicita el catálogo de precios, a fin de efectuar sus compras cuando se ganen el Gordo del Kino. Ahora la chica se desprende de las prendas que la visten, y tongonea una tanga micro de la refundada casa Makro. ¡Ayyy, Lulú, no te vayas!

Se esconde Lulú, pero aparece la chama Chichi, que pasea un explosivo atuendo de la tienda Triky-Traky, hecho a la medida de sus caderas por el famoso Ángel Guánchez, genio en recorte y costura. El pret-á-porter de arriba que lleva Chichi se encuentra realizado con un pedazo de moiré, que es para morirse de triste envidia aquí y en cualquier lugar del mundo mundano; y en la parte de abajo ostenta unas licras de marca... mayor con faralados por todos lados. Completa el atavío, una capa de lino, color gris linoleum, cuyas diversas tiritas sirven para asegurarla contra robo en las horas pico-pico de la capital. Las sandalias de Chichi, remontadas varias veces, realzan su flaca figura de palmera (pareciese que solo come “palmeras” y golfiados fiados). La concurrencia delira, grita, se excita, pero el neón se opaca poco a poco y surge la modelo Lilimar.                                                                                Lilimar, guapa representante de nuestra ciudad que se divierte a punta de dolores de dólares, muestra una especie de tailleur (estilo tailleur mecanique por su salpique de manchas), calzado con la auténtica firma en bolígrafo de Carolina R. Era. La perfecta ropa, a la usanza de una braga de brega, sirve tanto para los compromisos laborales como para los cocteles nocturnos o los almuerzos cantantes y sonantes en la plaza de Las Mercedes. Su adorno de orquídeas gigantescas, a base de calcomanías sobre tela cruda, semicruda o al dente, hará historia durante los próximos ilustres lustros del país.                                                                                                          Señoras y señores, por desgracia el evento llega a su the end, pues debemos ceder la sala para otra actividad que no pasa de moda: “La plática sobre plata entre algunas fuerzas todavía vivísimas de la nación”. ¡Chao y fuera!

Bautizo de versos poéticos

La excelsa poetisa y declamadora Blanca Gardenia del Corral presentó en sociedad su último libro de versos literarios titulado El asco insomne, compendio de una labor que se remonta a cuando vivía en los montes de High See, o sea, en Alta Vista, jurisdicción del municipio Marsupiales Arriba.

El acto se llevó a cabo en los amplios salones del petit Café Tal, lugar que siempre reúne a lo más granado y desgranado de nuestra intelectualidad pensante; y al mismo acudieron —como un solo hombre y una sola mujer— artistas, arpistas, concertistas, dramaturgos, taumaturgos, autores, cantautores y demás personalidades que florecen en el inquieto universo caraqueño.

El crítico A. H. Bonete Rico, miembro fundador de la Academia de Poetas por Correspondencia, exaltó los méritos y las metáforas de doña Gardenia, en un discurso varias veces interrumpido por los aplausos con altavoces del frenético auditorio. La autora de El asco insomne y otras obras como La araña dispéptica y Los autobuses oníricos, recitó varias coplas de su cosecha del año pasado, y luego invitó a una sangría de honor... pero a cuenta de cada quien.

Manchines genocidas del fin de año 2024

—La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) denunció que la ocupación sionista de Israel mata a un niño palestino cada hora en la Franja de Gaza: y que los sobrevivientes deben buscar entre los escombros para alimentarse.

—De acuerdo con un documento oficial del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el 44 por ciento de los palestinos asesinados por Tel Aviv son niños.

—Las fuerzas del régimen de Israel asaltaron el Hospital Kamal Adwan, incendiando este único centro médico operativo en el norte de Gaza. Asimismo, los sionistas obligaron al personal médico y a los pacientes a desnudarse en medio del frío extremo y los sacaron del hospital con destino desconocido.

—Israel asesinó a tres periodistas palestinos que dormían en un vehículo, pese a que este se hallaba debidamente identificado con el cartel de Prensa.

—El comisionado de la ONU también denunció que Israel solo permite, y no regularmente, el ingreso a Gaza de 80 camiones de alimentos por día para una población de 2,2 millones de personas, convirtiendo el hambre en un arma letal.

Según los hallazgos anunciados por la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) y publicados en la revista The Lancet, se estima que hubo 64.260 “muertes por lesiones traumáticas” en Gaza entre el 7 de octubre de 2023 y el 30 de junio de 2024, o sea, mucho mayor a la difundida cifra de 37.877 víctimas.

Igor Delgado Senior

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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