Comentarios noticiables | Trump tendrá una enredada política
En el tablero nacional e internacional
18/01/2025.- Donald Trump es el actual presidente electo de Estados Unidos (EE. UU.), con una sorprendente victoria el día 5 de noviembre de 2024, en la que obtuvo 312 votos electorales y 77.303.573 votos populares, en las sexagésimas elecciones presidenciales de esa máxima potencia de Occidente, con el apoyo del Partido Republicano. Los grandes analistas políticos del planeta presagian que tendrá una enredada política en el tablero nacional e internacional; en este caso, parece que no hay dudas al respecto.
El multimillonario Donald Trump tomará posesión de la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica el día 20 de enero de 2025, previo juramento realizado de pie, según el protocolo correspondiente: "Juro solemnemente que desempeñaré fielmente el cargo de presidente de los Estados Unidos y que sostendré, protegeré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos, empleando en ello el máximo de mis facultades". El mandatario electo comenzará su período de cuatro años con el espejismo del american way of life (el paradisíaco "estilo de vida norteamericano"). Sin embargo, la naturaleza violenta de la sociedad estadounidense se dejó ver. El hecho de que Trump haya escapado a dos intentos de magnicidio en plena campaña electoral del año 2024 dice lo mucho a que estarán sometidas las inclinaciones de nuevas amenazas de muerte.
Los frustrados atentados contra el expresidente Donald Trump constituyen típicos casos de terrorismo. El terrorismo lo tienen realmente allí, en EE. UU., criado por la CIA y el FBI, ambos con su filosofía de rapiña, de espionaje, de injerencia, de crímenes y de golpes de Estados, etc. Los atentados al candidato Trump componen, además, el modelo del fracaso de un sistema social donde puede ocurrir cualquier cosa, la más inesperada, en cualquier momento y bajo cualquier forma. La facilitación para adquirir armas de fuego en esa nación norteña ha generado en su tormentosa historia la muerte de varios presidentes norteamericanos.
Lo que ocurrió el día sábado 13 de julio de 2024, en Pensilvania, al candidato Donald Trump, al recibir un balazo que le rozó la oreja derecha cuando daba un discurso político en Butler, es un mal ejemplo que sigue inquietando. El autor de ese acto criminal fue el joven estadounidense Thomas Matthew Crooks, de veinte años, quien fue abatido poco después por escoltas del servicio secreto del expresidente. Pasado dos meses, el 16 de septiembre de 2024, fue capturado el estadounidense Ryan Wesley Routh, de 58 años, un personaje con antecedentes penales, digno de toda sospecha. El referido ciudadano se encontraba cerca del expresidente cuando este jugaba golf en el club de West Palm en la Florida. Ryan portaba un arma de largo alcance, una mira telescópica, una cámara Go Pro y dos mochilas. Todo parece indicar que Ryan pretendía actuar de forma aislada, personal, quizás impulsado por sus críticas hacia Trump.
EE. UU. es un país donde se han producido, en el curso de su base histórica, miles de hechos grandes y pequeños que son auténticos productos del culto a la violencia y al terrorismo absurdo e irracional. Su filosofía es alucinante y carente de realismo y espíritu constructivo y solidario. Tal vez una conclusión infeliz puede extraerse de la retrospectiva hasta aquí expuesta, y es que la historia de la intolerancia de EE. UU. no está terminada, y que el legado del Estado de Israel y el conflicto bélico de Ucrania no hacen sino ratificar las pautas históricas de su cultura política. La demanda de Sudáfrica contra el genocidio en Palestina por parte de Israel, con su clarificador escrito, no hace más que demostrar la desgarradora masacre de que es objeto esta población árabe palestina, cuya cifra supera más de 47 mil muertes y más de 110 mil heridos.
Sin entrar en un gran estudio a fondo del actual tablero nacional e internacional, la venidera administración del presidente Trump deberá iniciar, en su primer año, una campaña de estabilización de la paz y la seguridad mundiales. No hay otro camino. El de la provocación, el chantaje, la diplomacia del engaño, la amenaza, el estímulo de la superioridad, las posiciones individualistas, la intolerancia y el nacionalismo chauvinista, bajo condiciones supuestamente "legítimas", no tienen futuro alguno, y sí riesgos enormes para toda la humanidad. Señor Donald Trump: la investidura del Poder Ejecutivo le obliga urgentemente actuar con cordura.
Sin embargo, es bien sabido que a Trump lo obstaculizan 34 cargos por delitos graves, como lo es la falsificación de registros comerciales, entre otros. La justicia de EE. UU. siempre tiende a esquivar la ética jurídica a favor de los económicamente poderosos. Este es el caso de Trump, que posiblemente será liberado de juicios penales durante su mandato.
Todas las potencias mundiales deben proponer la contribución a la paz y a la seguridad, a fin de proteger el respeto al derecho internacional y a las libertades fundamentales, sin distinción de raza, idioma o religión, garantía que la Carta de la ONU reconoce a todos los pueblos del mundo.
J. J. Álvarez