Vitrina de nimiedades | Nuevos medios y poderes en disputa

Las formas que adopta el poder son tan diversas y difusas que sólo alcanzamos a ver sus expresiones más tradicionales. En eso se va a la vida de organizaciones, grupos sociales y actores políticos. Mientras tanto, otras prácticas supremacistas, ya sean declaradas o veladas, se expanden sin limitaciones hasta que colisionan con las estructuras tradicionales. El choque entre Mark Zurckenberg y Joe Biden, signado por acusaciones de censura y de amenazas al orden establecido, apenas nos muestran la candidez con la cual seguimos viendo a las grandes plataformas.

En los últimos días, Zuckenberg pareció sorprender al mundo cuando reveló las medidas aplicadas por la administración de Biden contra contenidos sobre la covid-19, particularmente informaciones sobre los efectos secundarios de las vacunas para combatir el virus. Con esa y otras referencias, el Director Ejecutivo de Meta defiende los cambios en su política de verificación de datos en Estados Unidos (EEUU), para dejar de lado a fact-checkers y ceder el testigo a miembros de la comunidad de usuarios. Además, parece abrir un espacio de acercamiento hacia la nueva administración de Donald Trump.

Por su parte, Biden aseguró en su discurso de despedida que la “prensa libre” se está desvaneciendo y las redes sociales “están renunciando a la verificación de datos”, en un contexto donde advirtió el nacimiento de una “una oligarquía de extrema riqueza”, que incluye a los magnates tecnológicos, y el impacto de la inteligencia artificial. Esa combinación, según el presidente saliente, ampliamente reseñado en medios internacionales, está sepultando a los estadounidenses “bajo una avalancha de desinformación”.

El discurso apenas resume la posición de Biden sobre las redes sociales, un tema que lo aleja de distintos sectores. Las posibles medidas legales sobre TikTok para restringir su uso en territorio estadounidense son otra muestra de esas divergencias: influenciadores y usuarios están migrando a RedNote, una plataforma dirigida a promover estilos de vida y el comercio electrónico. En dos días, medios internacionales reportan el registro de 700.000 nuevos usuarios.

La presencia de los estadounidenses en RedNote, que también es de origen asiático, se ha convertido para algunos grupos en un acto de militancia. Influenciadores y usuarios comunes rechazan la pretensión de llevar las divergencias de EEUU al plano cotidiano. Para algunos aún no es tangible ni comprensible todo el impacto geopolítico que entraña la nueva realidad de un mundo permeado por el capitalismo tecnológico.

Si bien hoy los estadounidenses son los protagonistas de la polémica, la vinculación entre la política y las redes sociales reafirma que, aunque proponen nuevas narrativas y roles, los entornos digitales no están libres del examen y la crítica. La pérdida de credibilidad de los medios tradicionales les dio a los social media la fuerza que tienen hoy, pero parece que su destino terminará siendo el mismo: cargar con el impacto de los poderes en disputa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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