Donald Trump mantiene un discurso ambiguo con respecto a Venezuela
El magnate persiste en reconocer a Edmundo González como presidente electo
17/01/25.- A días de juramentarse el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aún mantiene un discurso ambiguo con respecto a Venezuela y su presidente constitucional Nicolás Maduro.
Tras su período anterior donde decretó serias sanciones económicas contra nuestro país, las que provocaron una hiperinflación en 2019 de 344 mil por ciento y la pérdida del 99% de los ingresos de Venezuela, Trump ahora se debate entre refrendar las sanciones o mantener una política exterior más abierta para asegurar el crudo venezolano.
Asimismo, después su polémica declaración en 2017 donde aseguró que todas las propuestas estaban sobre la mesa con respecto a una intervención militar en Venezuela, luego de ver fracasadas rotundamente los intentos de magnicidio contra Maduro en 2018 y las incursiones paramilitares con el arresto de mercenarios norteamericanos, parece cambiar de postura.
En las diez semanas que lleva la transición en Washington, el magnate no termina de confirmar cuáles serán los temas prioritarios que posicionará en la relación entre ambos países y, de momento, solo ha enviado mensajes contradictorios.
Trump: Edmundo González presidente
Luego de un largo período de silencio desde que Trump fue elegido el pasado noviembre en Estados Unidos: El jueves 9 de enero publicó un post en el que se refirió al excandidato Edmundo González Urrutia como "presidente electo".
"La activista por la democracia venezolana María Corina Machado y el presidente electo [Edmundo] González están expresando pacíficamente las voces y la voluntad del pueblo venezolano, con cientos de miles de personas manifestándose en contra del régimen", escribió el magnate republicano en su red Truth Social, en referencia a una concentración convocada por Machado para esa jornada.
Trump aseguró asimismo que "la gran comunidad venezolana-estadounidense en EEUU apoya abrumadoramente una Venezuela libre" y la respaldó "firmemente".
"¡Estos luchadores por la libertad no deben sufrir daño, deben permanecer seguros y con vida!", completó.
Sim embargo la opositora de extrema derecha María Corina Machado, desmintió su presunto arresto por las autoridades venezolanas, al exponer en un video la “verdad” que hizo correr en las redes sociales.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro aseguró a inicios de este enero que estaba dispuesto a "pasar la página" e iniciar una nueva etapa en el relacionamiento entre Caracas y Washington.
En el primer mandato de Trump, esa relación estuvo marcada por la imposición de una andanada de sanciones económicas y financieras, así como por el respaldo de la Casa Blanca al pretendido "Gobierno interino" del exdiputado Juan Guaidó y el apoyo a diversas tentativas sediciosas para expulsar a Maduro del poder.
Discurso ambiguo
El magnate no ha pronunciado declaraciones claras con respecto a su política exterior hacia Venezuela. Su discurso durante la campaña solo hizo énfasis en la deportación masiva de migrantes venezolanos “ilegales” en el país norteamericano hacia Caracas.
En su camino a la Casa Blanca, Trump fue repetitivo ofreciendo "deportaciones masivas", con el ojo puesto en migrantes de países como Venezuela y Haití. A comienzos de año, Trump también declaró que devolvería a personas en situación irregular procedentes del país suramericano, y afirmó que el gobierno de Maduro tendría que aceptarlos.
Es curioso que Trump ni siquiera ubicara a Venezuela en el radar de las diatribas ideológicas o geopolíticas, al punto en que incluso ha evitado otorgar calificaciones o adjetivar a Caracas o al presidente venezolano.
Su omisión más importante ha sido no recibir a González durante la reciente visita que hizo a Estados Unidos, cuando se reunió con el presidente saliente, Joe Biden.
Es decir, las señales para saber si retomará la política de 'máxima presión' o entablará algún diálogo con Miraflores no son claras.
Por su parte el senador republicano Bernie Moreno, quien fue respaldado para su cargo por Trump, planteó que el Gobierno "trabajará con Maduro", debido a su interés por resolver el tema migratorio, la principal oferta electoral del próximo inquilino de la Casa Blanca.
El objetivo de esta jugada parece ser la posibilidad de contar con Venezuela como un destino importante y efectivo para las deportaciones masivas. Para ello, el republicano tendría que llegar a algún mínimo acuerdo con Miraflores.
Por último, el senador republicano Marcos Rubio declaró el miércoles 08 de enero, en audiencia en el Senado para su confirmación del cargo, que el gobierno de Venezuela era una "organización de narcotráfico", una calificación habitual en su repertorio discursivo contra Caracas.
Nada bueno se puede esperar de la política exterior de Donald Trump hacia Venezuela. Por ello, será mejor ver la postura que asumirá con respecto a Caracas tan pronto jure como presidente de Estados Unidos.
CIUDAD CCS