22/01/25.- Los prisioneros palestinos liberados después del acuerdo de cese el fuego en Gaza revelaron amargas historias de torturas, violaciones, privación de alimentos y de sueño, entre otras atrocidades vividas en las cárceles israelíes.

El pasado 15 de enero, tras el acuerdo del régimen sionista con el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina Hamás, fueron liberados 90 presos palestinos que se mantenían en la cárcel de Ofer, en un intercambio con Israel después del cese al fuego en territorio gazatí.

“Dejé el infierno y ahora estoy en el cielo. Salimos del infierno. Nos violaron, nos golpearon y nos lanzaron gases lacrimógenos. No había comida, ni medicinas, ni siquiera una palabra amable”, esta es la dolorosa historia de uno de los prisioneros palestinos recién liberados tras el acuerdo de alto el fuego, reseñado por HispanTV.

“La prisión se había convertido en un infierno inimaginable desde la guerra. Siempre miraba el cielo a través de las pequeñas ventanas de mi celda y soñaba con ver algún día el cielo sin esas jaulas”, recordó amargamente uno de los prisioneros palestinos.

Otra presa palestina que fue liberada de las cárceles israelíes en los últimos días también habló sobre las condiciones carcelarias. “Cuando me liberaron y vi el cielo y las montañas por primera vez, sentí que estaba viva otra vez”, dijo entre sollozos.

En un informe, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) afirmó que el régimen israelí utiliza métodos como el ahogamiento artificial, las descargas eléctricas y la privación del sueño para torturar a estos prisioneros.

Señala que a finales de julio había aproximadamente 9400 “presos de seguridad” detenidos en cárceles israelíes, a muchos de los cuales se les negaban derechos humanos básicos, como el acceso a un abogado.

Los informes indican que las prisioneras palestinas, además de soportar torturas físicas, luchan contra la humillación y las condiciones inhumanas. Una de las prisioneras que fue liberada después del reciente alto el fuego denunció: “Estuve encarcelada durante cinco meses. No hubo tratamiento”, dijo al referirse a que no fue atendida en medio de un accidente cerebro vascular (ACV).

"No había medicamentos ni atención, pero nosotras las mujeres somos fuertes y resistimos todas estas adversidades”, enfatizó la exprisionera palestina.

Otro de los presos liberados, Abdulaziz Atuna, señaló la humillación y crueldad que sufrió en prisión. “Nos golpearon, nos insultaron y nos lanzaron gases lacrimógenos. estas cárceles eran campos de muerte y humillación, no lugares para retener prisioneros”, indicó.

Los testimonios indican que es el momento que las instituciones de derechos humanos, dice la reseña, abandonen los dobles estándares, y tomen medidas para detener estos crímenes. “Gracias a Dios nos liberaron, pero este infierno debe terminar para siempre. Seguimos de pie y resistiendo”, declaró otro palestino.

CIUDAD CCS