28/01/25.- En los espacios del Centro de Estudios Latinoamericano Rómulo Gallegos (CELARG), ubicado en Altamira, se llevó a cabo la celebración y conmemoración del Día Nacional del Cine Venezolano, un encuentro que permitió conocer la historia, la diversidad y preservación cultural del país a través de este medio de comunicación en sus 128 años de trayectoria.

“Son los 100 años también de la Venezuela petrolera, que mutó de lo agropecuario hacia la Venezuela de la explotación de los fósiles, y es la Venezuela que cuenta su propia realidad. El único cine venezolano posible es el que estamos haciendo aquí porque estamos viviendo nuestra propia realidad (…) es nuestra verdadera identidad, nuestra historia y el cine es algo que se hace para la eternidad”, destacó con gran orgullo el director de la película, Alí Primera, Daniel Yegres.

La actividad estuvo encabezada por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) junto con la Fundación Cinemateca Nacional, en compañía de grandes personalidades del mundo del espectáculo y aquel público que se apasiona por las buenas historias.

La gala del cine venezolano cautivó la atención de los presentes con la exhibición de dos largometrajes: Juan Vicente Gómez y su época, de Manuel de Pedro, a quien le rindieron un homenaje post mortem por su gran trabajo cinematográfico; así como la presentación del reciente film Turba, bajo la dirección de Luis y Andrés Rodríguez, con Jericó Montilla en la producción general.

También se rindió homenaje a Jorge Jacko, quien hace poco fue galardonado con el Premio Nacional de Cultura, de la mención cine.

El cine venezolano es un legado que sigue inspirando a varios pioneros de esta industria, como el caso del director Luis Rodríguez, quien manifestó que se siente influido por el cine venezolano que se hizo en la década de los años 70, “porque creo que eran propuestas bastantes atrevidas, rompedoras, políticamente incorrectas en el sentido que de alguna manera estaban buscando apelar al espectador, conmoverlo”, expresó.

El director y guionista venezolano, Carlos Azpúrua,  habló de la importancia que tiene el cine criollo, el cual ha registrado un recorrido donde se ha mostrado los avances de 128 años del patrimonio audiovisual del país.

“La importancia del cine se mide en su historia, más allá de las diferencias políticas que los creadores han tenido, el cine es un arte potente, que ha sabido construir un tejido de subjetividades, de importancia cultural fundamental para la identidad de nuestro país (…) estamos celebrando un arte potente que exige libertad”, manifestó.

Por lo que el viceministro de Cultura Audiovisual, Sergio Arria, expresó que tiene la esperanza de que “el cine venezolano pueda en este momento convertirse en una nueva plataforma para ese discurso de esperanza y paz que necesita el mundo, Venezuela tiene mucho que aportar en ese sentido”.

El evento finalizó con la firma del gran convenio entre el CNAC y Bolívar Films, para la restauración de al menos 15 películas de sello nacional, y así seguir enalteciendo la diversidad y talento cinematográfico venezolano.

LORIANA RUBIO / FOTOGRAFÍA: AMÉRICO MORILLO / CIUDAD CCS