29/01/25.- Las denuncias de maltrato hacia 88 migrantes brasileños deportados desde Estados Unidos han llevado al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva a tomar medidas, estableciendo un puesto de atención en el aeropuerto de Belo Horizonte para recibir de manera adecuada a los deportados.

Lula se reunió con su gabinete y representantes de la Fuerza Aérea y la Policía Federal para discutir el tema y planea dialogar con autoridades estadounidenses para renegociar los procedimientos de deportación, enfatizando la importancia de tratar a los deportados con dignidad.

Entre tanto, el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, hizo hincapié en que a pesar de que la deportación está prevista en los tratados vigentes, el trato dado a estas personas en suelo brasileño es responsabilidad del Gobierno Federal. "No queremos provocar al Gobierno estadounidense, pero es esencial que los brasileños deportados sean tratados con dignidad", expresó.

Por su parte, el ministro de Derechos Humanos, Macaé Evaristo, anunció la creación de un centro de acogida en Confins, Minas Gerais, para asegurar que las familias no sean separadas y que se les brinde buen trato en términos de alimentación y condiciones durante su llegada.

FIDEL ANTILLANO / CIUDAD CCS